«Mi visita aquí ha abierto una nueva página en la historia de amistad de más de 400 años entre Cuba y Japón», consideró el primer ministro, Shinzo Abe, poco antes de concluir su visita oficial a la Isla.
El miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado, Salvador Valdés Mesa, despidió al premier japonés y la delegación que lo acompañó en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional José Martí.
Previo a su partida Abe, ofreció una conferencia de prensa en el capitalino Hotel Nacional, en la que expresó que en sus conversaciones con el presidente cubano, Raúl Castro, pactaron continuar con el impulso de la cooperación económica entre ambas naciones.
En sus declaraciones Abe recordó la visita la visita realizada en 2003 por el Comandante en Jefe, Fidel Castro, al país del Sol naciente, y su estancia en la ciudad de Hiroshima, una de las urbes víctima de los bombardeos atómicos perpetrados el gobierno estadounidense en 1945.
En esa ocasión Fidel pidió que semejante barbarie no se vuelva a repetir, esa palabra shan quedado grabadas en la mente de los japoneses, agregó y pidió la acción de la comunidad internacional contra las armas nucleares.

Interrogado por Granma sobre cómo afecta a las relaciones entre Cuba y Japón, el bloqueo impuesto por Estados Unidos a la Isla, el primer ministro vaticinó que una vez que se «alivie» la aplicación de esta política aumentará la presencia compañías niponas en la nación caribeña.
Comentó que los nexos económicos entre los dos territorios estaban auto restringidos por el pago de la deuda, pero que luego de regularizada esa situación espera que se inicie una nuevo capítulo para la cooperación, pues «Cuba es un destino atractivo para las inversiones».
Al respecto, señaló que para lograr un desarrollo vigoroso de los vínculos comerciales se precisa, también, crear un ambiente favorable para el despliegue de las empresas japonesas.
El mandatario nipón destacó las potencialidades que posee la mayor de las Antillas para el trabajo conjunto y, en ese sentido, exaltóla seguridad civil y el alto nivel de educacional de nuestros recursos humanos.
Señaló que Japón espera convertirse en un socio confiable para Cuba y que están en capacidad de proveer infraestructura de calidad e incrementar las inversiones en los sectores estatal y privado, en campos como la medicina, agricultura y la educación.
En la rueda de prensa, el premier también se refirió al creciente interés del pueblo japonés por conocer Cuba. Más de 10 000 turistas del país asiático arriban cada año a la Isla, cifra que espera se amplíe luego de su visita oficial.
Dijo además que la administración nipona quiere fomentar la cooperación con La Habana en áreas como la educación superior y el deporte.
En sus palabras también abogó por una reestructuración del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, en aras de constituir un órgano más representativo y que responda a los nuevos retos de sus miembros.
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