ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Durante los horarios picos del día, coger un “botero” en los puntos de piquera puede significar hacer lar­gas colas y esperar más de una hora, coincidieron en señalar varios entrevistados. Foto: Jose M. Correa

Ya va tarde para el trabajo… casi una hora ahí, esperando. Mira el reloj y suspira.

¡Tulipán y Boyeros! anuncia el chofer del “almendrón”, que por segundos se estaciona en el punto piquera de La Víbora, municipio habanero de Diez de Octubre. Algunos pasajeros se suben, otros, la mayoría, se quedan atrás, esperando. “Con este son tres los carros que pa­san y no llegan hasta el Vedado”, dice Ma­rio Martín, y vuelve a mirar el reloj.

“Nunca antes se había puesto así la piquera… hoy mismo, estoy aquí desde las siete de la mañana y son las ocho y todavía no he podido irme. Para colmo ahora los boteros cortan el recorrido. ¿Y cómo se resuelve eso? Porque es un servicio de oferta y demanda y no tienen que dar más explicaciones”, cuestiona.

Por su parte, Roberto González Pérez, quien desde el 2012 realiza la actividad por cuenta propia de gestor de pasajeros (buquenque), reconoce que aunque siempre hu­bo conductores que hacían solo la mitad de la ruta, a raíz de la disposición del Gobierno de la capital, es cierto que ahora son más los que dividen el viaje.

Foto: Foto: Jose M. Correa

“Entre 20 carros que todos los días entraban por aquí, desde que se aplicó la medida solo están funcionando menos de la mitad, y la verdad necesitamos que vuelvan porque mira cómo está la cola… y no solo en esta hora de la mañana —que es horario pico— a veces son las 11 y todavía hay aquí diez o 15 personas esperando”.

En la ruta Palma-La Habana Vieja el panorama dista de ser diferente. Desde las avenidas, manos que se lanzan al aire y preguntan recorridos con gestos.

Cuando al fin un taxi con pintas de Chevrolet del 56 se detiene, varias preguntas se apilan en la puerta del conductor: ¿Pa’ La Habana “chofe”? ¿Vía Blanca? ¿Has­ta dónde llega? Pero parece que en estas últimas semanas pocos choferes detrás del volante cumplen al pie origen y destino de los viajes; extraña coincidencia que alimenta el rumor y la incomodidad de quienes ante la urgencia, las vicisitudes del transporte público o porque simplemente quieren hacer su travesía más cómoda, no les queda otra alternativa que hacer señas y coger una máquina.

Desde que el pasado 14 de julio el Consejo de Administración Provincial (CAP) de La Habana emitiera el acuerdo 185 —que estableció que los transportistas que ejercen este trabajo por cuenta propia no pueden subir el valor del pasaje y que solo se admitirán los precios referenciales que se cobraban hasta el 1ro. de julio— tal parece que los almendrones se han “recogido” en espera de que las aguas tomen su nivel…, o al menos eso es lo que nos dice la opinión pública.

“Hay que buscarle otra solución a este problema. Ahora mismo casi no se ven los boteros y los que están en la calle están así, que parten el recorrido para al final cobrar más”. “Ya no te dicen que el viaje cuesta 20 pesos, lo que hacen es que no llegan al destino de siempre, y al final es lo mismo”. “La decisión fue buena porque puso un freno a la especulación, pero por otra parte creó un problema: los taxistas no quieren trabajar, y los afectados somos nosotros”. “¿Qué están haciendo los bo­teros? Huelga de brazos caídos”.

Con estas mismas dudas e inquietudes lle­gó Granma hasta las oficinas de la Di­rección Ge­neral de Transporte del territorio; intercambio donde también participaron autoridades del gobierno provincial.

Por el monitoreo que hemos hecho, sabemos que algunos transportistas han dejado de trabajar, sobre todo los que estaban operando con ilegalidades, es decir, sin la licencia correspondiente o con equipos con problemas técnicos, indica a nuestro diario Raúl Carmona, vicepresidente del CAP en la capital.

No obstante, menciona, se estaba dando una situación que no podíamos pasar por alto y las autoridades de control tuvimos que intervenir.

Además, hay que tener en cuenta que los precios vigentes antes del 1ro. de julio ya habían sido modelados. A finales del 2015, a través de encuestas realizadas a la población y a los mismos porteadores, además de otras informaciones recopiladas por los órganos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y los inspectores, se hizo un listado de precios referenciales, y eso es lo que estamos pidiendo que respeten, advierte Carmona.

“Por otra parte, sabemos que a raíz de la situación que vive el país, se tuvieron que realizar restricciones en la asignación del combustible al sector estatal, pero esto no tiene por qué incidir en la actividad de los llamados boteros”.

Foto: Foto: Jose M. Correa

Como refiere Maribel Poulot Bravo, directora de pasajes de la Dirección General de Trans­porte de La Habana, si la Oficina Na­cional de Administración Tributaria (ONAT) no aumentó los tributos, si cuando los titulares de licencias operativas hacen su declaración jurada re­fieren que van a los Servicentros Cupet Ci­mex (donde no varió el precio del combustible) y, si además dicen que cobran los precios referenciales acordados, entonces, no hay razón alguna para que hayan subido el pasaje.

Sin embargo, entre pasillos y comentarios en la calle se afirma que la principal fuente de combustible que utilizaban estos transportistas privados provenía de las empresas estatales, como resultado casi siempre de la ineficiencia de los filtros de control. Pero al tratarse esta de una actividad ilícita, no se justifica lógicamente la cadena acción-reacción.

Lo innegable, más allá de las explicaciones, es que el gobierno provincial tomó —co­mo le corresponde— cartas en el asunto y co­mo resultado de las acciones de enfrentamiento e inspecciones en piqueras y corredores, hasta el cierre del mes de julio, se habían realizado en las estaciones de la PNR 154 denuncias por actividad económica ilícita que están pendientes a un proceso de verificación por la instrucción penal, y canceladas definitivamente 44 licencias operativas. A ello se ha sumado el protagonismo de los ciudadanos y las delaciones realizadas por la población a través de las llamadas telefónicas.
 
LO QUE DICEN ELLOS, LOS BOTEROS
Sin embargo, en temas tan sensibles la ba­lanza nunca se inclina para un solo lado. En tanto, hay un por ciento que se alegra por el respaldo del Estado al bolsillo del pueblo, tampoco faltan quienes se solidarizan con los choferes de los almendrones y consideran que antes de aplicar la medida, la administración gubernamental debería haber “soldado” los puntos sueltos y poner en práctica un andamiaje que fortaleciera el transporte pú­blico. Y por su­pues­to, los boteros, también opinan.

En el parque El Curita, en Centro Habana —pi­quera que conecta diferentes rutas, lo mis­mo para San Miguel del Padrón, La Lisa, Santiago de las Vegas, etc.— Granma conversó con el chofer Juan Carlos Veagañón.

“La ley hay que cumplirla, si tú cobraste por encima de lo establecido machacando al pueblo está bien que apliquen medidas”.

Sin embargo, expresa no estar de acuerdo con el proceder de las denuncias por llamadas telefónicas, en muchos casos anónimas. “He sabido de clientes que insisten en que le están cobrando de más cuando no es cierto. Gua­nabacoa, por ejemplo, no ha subido el precio, siempre ha sido 20. Si vas a llamar por teléfono debería de exigirse nombre y apellidos, lugar donde abordó al carro, número de carné de identidad, todos los datos posibles para que se pueda verificar lo que se está diciendo”.

Varios porteadores privados como Daniel Hernández dicen que si bien están los transportistas que se atreven a exigir un precio que no es el estipulado, hay varios que cumplen con lo establecido.

Toda esta situación ha generado mucha crítica y descontento en uno de los sectores particulares que, sin ser el medio de transporte más barato, ayuda a solventar la escasez de medios públicos para que la gente se traslade, comenta.

Al interpelarlo sobre el impacto del acuerdo del CAP, reconoce que cuando se incrementó el control del combustible en el sector estatal y la posibilidad de adquirirlo en el mercado negro disminuyeron, los boteros empezaron a subir los pa­sajes como en rutas La Ha­bana-Guanabo y La Ha­bana-Boyeros. “El precio del combustible es cierto que no ha variado en los Cupet, pero también hay que reconocer que sigue bastante caro para nosotros”.

En este sentido, Roger Moriñigo confiesa que su carro era de gasolina y que tuvo que entregar la licencia porque “no le daba la cuenta”. Relacionado con el sector, siempre ha existido un mercado ilegal y la escasez de piezas y otros recursos que se necesitan para ejercer este servicio de transportación trae como consecuencia que crezca la actividad ilícita, añade.

Esta opinión la comparte el taxista Glau­ber Pérez Tamayo. “Cuando tú tienes que com­prarle las gomas a tu carro, el aceite de Castrol que vale 10.50 CUC el litro, las piezas, las re­paraciones, y todo eso ‘por fuera’, los gastos se incrementan”.

Foto: Foto: Juvenal Balán

Asimismo, según los datos ofrecidos por los choferes, el 80 y 90 % de las reparaciones que hay que hacerle a estos automóviles tienen que ser con los “particulares”, porque en los talleres estatales no se encuentran los accesorios y he­rramientas precisas. Así, por ejemplo, arreglar el sistema de frenos puede llegar a costar 30 CUC y si es la dirección hasta 50.

Si miramos la situación con ojos críticos, po­dríamos llegar a deducir que en tanto mantener un taxi conlleva ciertos gastos además del estrés de lidiar con los pasajeros, mecánicos o de los que se encargan de la chapistería y pintura del carro, se trata de un oficio rentable y con mejores remuneraciones que otras labores.

Durante el intercambio con titulares de li­cencias operativas, también conocimos que otra de sus preocupaciones comunes radica en que la ONAT reconoce explícitamente que su actividad por cuenta propia se rige según la ley de oferta y demanda, y que cuando firmaron el contrato si bien les dicen cuánto deben pagar de impuestos, no así el dinero a cobrar según los corredores. ¿Por qué ahora quieren regularnos y toparnos precios?, cuestionan.

El precio lo ponemos nosotros y la gente si tiene posibilidad lo paga, esta es una opción más, como está la guagua, el taxi rutero, el taxi estatal…, opina el conductor Daniel Hernán­dez.

Sobre esta inquietud, Raúl Carmona, vicepresidente del CAP, explica: “Aquí no se ha enfrentado la oferta y la demanda. Si en mu­tuo concilio, pasajero y chofer fijan un pre­cio de­terminado para que el carro lo recoja y lo lleve hasta la puerta de la casa, nosotros no intervenimos porque se trata de algo acordado entre las partes, el enfrentamiento lo estamos ha­ciendo por el tema de los precios que ellos mismos dijeron que cobraban hace menos de un año, y ahora no cumplen. No hemos topado precios, lo que hemos hecho ha sido impedir que los suban más”.

Hay que darle una vuelta a esta situación que se ha presentado con un trabajador por cuenta propia del que no podemos prescindir, destaca por su parte Maribel Poulot Bravo.

“No obstante, lo que no se puede olvidar es que la transportación de pasajeros es un servicio público, y los titulares de licencias tienen que cumplir los requisitos que establecemos. Puede que sea actividad privada, pero su licencia dice que ejercen un servicio público”.
 
LA OTRA PARTE…, LAS AUTORIDADES EXPLICAN
Antes de hacer efectiva la medida, lo primero que acordó la administración provincial en conjunto con las autoridades del transporte y otros órganos de control, fue notificar a los titulares de los carros que ejercían esta actividad sobre cómo íbamos a proceder, destaca José Conesa González, director general de Trans­porte en La Habana.

“La segunda acción que se estableció automáticamente fue organizar los grupos de trabajo que intervienen en la fiscalización y control de la actividad, así como las denuncias de la población a través del teléfono 18820”.

Según Poulot, durante los días 15, 16 y 17 de julio se hizo un trabajo preventivo, me­diante el cual se logró llegar al 93 % de los 4 960 titulares con licencias operativas en la capital. “El 18 en la mañana —que se puso en vigencia el acuerdo— solo quedaban 129 casos pendientes a no­tificar debido a diferentes causas, entre ellas, titulares fuera del país, o que no estaban en la provincia, y otros que no aparecían en las direcciones particulares declaradas”.

Teniendo en cuenta este primer paso y que también los medios de comunicación del país difundieron la información y las personas conocían lo que iba a pasar, se comenzaron a realizar las inspecciones en la vía. Si el transportista privado, a pesar de todas esas alertas, se arriesga a salir a la calle y viola lo dispuesto, hay que aplicarle entonces la medida más severa: cancelación definitiva de la licencia operativa, resalta.

Acerca del proceder de la Dirección de Transporte de la capital con las denuncias a través del teléfono habilitado, tema que cubre de inquietudes a los boteros, Poulot explica que el trabajo con las anónimas no es igual que con las que ofrecen todos los datos personales. Puede suceder también que esa llamada anónima esté relacionada a una de las inspecciones realizadas por la PNR, o que la misma chapa sea denunciada varias veces.

En este proceso de verificar, designamos una comisión para que realice todas las investigaciones pertinentes, como por ejemplo, vi­sitar el domicilio del posible infractor y cotejar datos para constatar si la llamada telefónica es cierta, aclara.

“Asimismo, nosotros tenemos la obligación de comunicar al dueño del carro que su licencia está en proceso de investigación”.

Por su parte, el titular tiene el derecho de hacer la reclamación si no está de acuerdo y conducirse al departamento de transporte de su municipio o a la unidad provincial de trámites del Ministerio del Transporte (Mitrans). Esta reclamación solo es válida hasta cinco días después de haber sido notificado.

Hasta la fecha, solo tres titulares han presentado reclamaciones a la Dirección de Trans­porte de La Habana, de los 36 notificados, in­dica Poulot.

“A partir de los resultados de inspección y denuncia también nos percatamos que un gran por ciento de los transportistas que ejercían la actividad lo estaban haciendo de for­ma ilegal, sin papeles”.

Es por ello que las medidas no son solo ad­ministrativas, sino también penales y pueden conducir a un proceso judicial por actividad económica ilícita.

“No se trata de eliminar el trabajo por cuen­ta propia, ni de una cruzada contra los ‘bo­teros’, simplemente se trata de que cumplan lo que está establecido, y proteger a la población”, sostiene José Conesa durante el intercambio con Granma.

Pero tampoco se trata, expresa, de quedarnos inmóviles ante las infracciones. Ahora mismo conocemos que se está dando la situación de que los transportistas no llegan hasta el final del recorrido y cobran el mismo precio, o que parten los viajes para en el camino recoger a nuevos clientes.

Esto fue, por ejemplo, lo que le sucedió a la ciudadana Ireni Abreu. “Hace unos días atrás cuando iba para mi trabajo, el carro en que me monté dijo que solo iba de La Palma hasta Lacret y Diez de Octubre y eran diez pesos, pero después siguió hasta Vía Blanca y tuve que pagar diez pesos más, y así de nuevo hasta llegar a La Habana Vieja”.

Pero también es la historia de Bárbara Díaz: “Yo que voy todos los días para el Vedado, a veces cojo una máquina hasta la Ceguera y de ahí, otra para Línea. Sin embargo, esta semana los mismos carros que hacían la ruta hasta la Ceguera ahora solo llegan hasta el Hospital Nacional, ¿cómo se explica eso?”.

Ante experiencias como las descritas, Co­nesa refiere que hay que empezar a modelar el nuevo escenario, “porque no puede ser que el viaje que antes le costaba al pueblo 20 pesos ahora se incremente a 30 porque algunos porteadores privados fraccionan el recorrido”.

Foto: Foto: Jose M. Correa

En este sentido, una de las funciones que estamos realizando, agrega, es que los inspectores se suban a los carros como si fueran pasajeros, o sea, vestidos de civiles, de forma tal que podamos determinar las incidencias en primera persona. Con este enfrentamiento abierto pudimos detectar hasta ahora dos casos de boteros que estaban “picando” los tramos del viaje, los cuales están siendo procesados.

También tenemos que controlar el tema de los horarios, porque a veces vemos los choferes que están “dando rueda” desde por la mañana hasta bien entrada la noche. Sin embargo, cuando hacen la declaración jurada todos dicen que trabajan solo ocho horas, sostiene el funcionario.

Empero, con este último aspecto sucede con frecuencia que no son los titulares quienes manejan, sino los llamados ayudantes que al final del día deben entregar un determinado pago al dueño del carro, además de sacar los beneficios propios. Y como a veces no les “da la cuenta”, tienen que trabajar horas extras.
 
¿SOLUCIONES A LA VISTA?
Cuando Granma salió a la calle a entrevistar a la población, uno de los criterios comunes, y que en palabras del ciudadano Iván Constantin Marsal queda bien reflejado, fue la necesidad de controlar a los “boteros” y de ofrecer ciertas facilidades para el desempeño de su servicio. “Vamos a presionar para que cobren menos al pueblo, pero además vamos a darles bonos para que compren la gasolina en los Cupet con un beneficio en el precio. Entonces estarían obligados a bajar el pasaje”.

Y es que más allá de la medida urgente aplicada por el CAP de La Habana, estamos ne­cesitados de un reordenamiento de esta ac­tividad por cuenta propia.

Sobre este tema, el director general de Transporte en La Habana nos adelantó brevemente que una de las estrategias que evalúa el Mitrans está relacionada con la organización de las piqueras y corredores en la capital.

Las medidas que se están estudiando irán encaminadas a solucionar los problemas referidos. Así, por ejemplo, “pueden quedar taxis sin rutas predestinadas, pero también existirán transportistas privados que tengan que cumplir un corredor en específico y estos autos ligeros se considerarán como taxis ruteros”.

Dentro del análisis, que forma parte del proceso de reordenamiento del transporte público en la capital, también está considerándose el tema del combustible y su entrega a los boteros a un precio diferenciado, el pago fijo por el uso de las piqueras —y no que sea cinco pesos cada vez que el transportista pasa por ese lugar—, además de la venta de determinadas piezas y accesorios al por mayor, añade.

“Por supuesto, esto también incluiría una modificación del aporte que los porteadores privados hacen al presupuesto, y por ende, de los mecanismos por los cuales se determinan los impuestos en la ONAT”.

No obstante, aclara, se trata de un proceso que debe tener un mayor impacto y que está sujeto a otras normativas que todavía se es­tán analizando.
El sentido final es que todos salgamos beneficiados, tanto la población, el botero y por supuesto, el Estado por la parte de regulación y control.

Al calificar el impacto del acuerdo del CAP de La Habana, Conesa comenta que desde el punto de vista del enfrentamiento, los resultados han sido positivos. Aunque hay criterios que señalan que la medida empeoró las cosas porque ahora no hay carros, un gran por ciento nos apoya y está de acuerdo con lo determinado.

Además, estamos seguros de que una vez los titulares puedan constatar que las acciones de control se mantienen y no hemos bajado la guardia, se irán incorporando a la vía.

A esta opinión se suma la de Raúl Car­mona. “No podemos estar ajenos a que ha existido una reacción por parte de los transportistas. A partir de que hemos incrementado el control y aplicado medidas severas, que son las que corresponden, es cierto que algunos choferes han tenido como respuesta no salir a dar el servicio, pero en la última semana ya hemos visto que han comenzado a aparecer y con la debida legalidad”.

Ante tales balances y pronósticos, esperemos que las futuras medidas que hoy se estudian se lleven a la práctica lo más ágilmente posible y miren con especial cuidado la creación de una plaza mayorista que provea, en oferta y precios módicos, esos equipos que tanto le urge a quien va detrás del volante. En tanto, sus alcances no se limiten a un solo territorio, pues la situación del transporte público afecta a todo el país.

Se trata de una historia de amor complicada: sin ellos (los almendrones, taxis privados y boteros) sería muy difícil moverse de forma rápida por la ciudad, pero a su vez, el servicio que prestan atenta mu­chas veces contra el salario del trabajador cubano.

La solución definitiva todavía está por escribirse, pero al menos ya se vislumbran algunos trazos de lo que podría ser y hasta dónde nos beneficiaría.

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patry dijo:

41

5 de agosto de 2016

10:57:16


El tema tiene bastante tela para cortar.Es lamentable porque hace como 6 meses atrás había mejorado un poco ya que en la capital habían puesto los FAMOSOS Taxis Ruteros del Capitolio para Alamar y las conocidas TRansmetros y con eso el pueblo se aliviaba un poco a pesar de que todos los dias no se pueden pagar 5 pesos en transporte , pero bueno sacrificándose uno el día que podia.Después quitaron los ruteros y los pusieron del capitolio a el Hospital Militar,mas tarde Le cambiaron la salida del capitolio y no se de donde se metieron ahora realmente,solo se que por las tardes cuando salgo del trabajo y los quiero coger de linea para la HABANA VIEJA que es donde vivo, pasan pocos y todos los que paran traen el cartel que solo llegan a el Coppelia.Realmente esto empezó muy bien,y la población estaba contenta, pero devistieron un santo para vestir otro,les quitaron los ruteros de Alamar, los pusieron para el cotorro, y los pobladores de Alamar siguen en las mismas.Que pasó?Acaso no se pueden distribuir por municipios una cantidad de carros para que todos estemos iguales.Saludos y ojalá esto se solucione pensando en los beneficios de los trabajadores.

Alberto dijo:

42

5 de agosto de 2016

11:30:45


Y la culpa la maldita culpa no la tiene nadie

Jose A. Rodriguez dijo:

43

5 de agosto de 2016

11:40:59


Mas allá de lo que se plantea en este articulo donde se tratan algunas aristas del problema, analizaba que una vez mas el fantasma de la mal llamada oferta y demanda nos ha vuelto a atacar.Compañeros podremos hablar de oferta y demanda cuando el servicio de transporte publico pueda satisfacer las demandas de la población y el cuenta propia sea una opción, no una necesidad. Es preciso que este análisis que se esta haciendo sea integral, organizar no solo el servicio de taxis particulares, si no también el estatal, priorizando con el parque que cuenta la capital las rutas mas criticas en los horarios pico, organizar, controlar y chequear terminales y puntos de embarque donde confluya el particular y el estatal, esto para toda Cuba, no solo para la capital. Cuando leo, oigo y veo la situación que se ha creado con este sector de trabajadores por cuenta propia, me vienen a la mente las sabias palabras del nuestro presidente el Cro. Raúl Castro cuando decía que debemos avanzar sin prisa pero sin pautas. Si contamos en nuestro país con todos los mecanismos de control necesarios y bien organizados, ¿Por que ocurren estas cosas?. Es mas fácil, prevenir que hacer la autopsia del problema. Si desde que se comenzó a ejercer esta actividad se hubieran puesto los punto sobre las is, nada de esto estaría sucediendo. No concibo pensar que se pueda autorizar a ejercer cual quier tipo de actividad por cuenta propia y no seamos capaces de controlar la procedencia de las materias primas, materiales y recursos que se necesitan para ejercerlas, no podemos permitir que tratando de aliviar un problema se nos cree uno de mayor dimensión, como es el caso. Por demás, coincido con mucho de los criterios emitidos; la solución definitiva del problema esta en manos del estado no del cuenta propia.

Ralph dijo:

44

5 de agosto de 2016

12:00:42


La responsabilidad TOTAL del transporte publico es ESTATAL y corresponde al MITRANS esa funcion pero por lo que se escribe en este reporte ellos no tienen nada que ver con esto. Joder tio

Refebles dijo:

45

5 de agosto de 2016

12:31:07


Saludos. Lo que afirma el chofer Juan Carlos Veagañón, que desde el parque El Curita hasta Guanabacoa siempre fue de 20 pesos, es falso, pues se empezó con 10 y lo último que yo pagué fueron 15 y el chofer me miró con mala cara, pero no hacia falta que me hablara para saber que no estaba de acuerdo; ahora está en 20 pesos y este último precio, es nuevo. Esta semana no he cogido carro hasta el Curita, pero mañana sábado si lo haré. El lunes les comento.

TOKIN dijo:

46

5 de agosto de 2016

12:36:51


La solución es que el estado garantice el transporte para no depender de estos compañeros que aunque ganen 600 pesos diarios les parece poco....sacar a la calle más microbús o autos pertenecientes a una cooperativa con precios inviolables....mientras que dependamos de los almendrones estamos fritos....no podemos ser dependientes de sus exigencias....es el estado quien debe garantizarnos el transporte, nadie más.....los boteros saben la necesidad que hay, el apuro por llegar a los trabajos o para hacer otras gestiones y de ahí se agarrán para hacer lo que les da la gana....ahora están en huelga porque les impusiron con justeza un precio a las carreras y porque le ¨malearon¨ la compradera de petróleo por la izquierda....

mat dijo:

47

5 de agosto de 2016

12:45:48


Cuando el Estado intervino los medios de transporte, adquirio la responsabilidad de prestar ese servicio; cosa que no ha sido asi. El estado tiene dos caminos, o dejar que los privados en forma de cooperativas puedan importar vehiculos o el Estado asumir su obligacion

preocupado dijo:

48

5 de agosto de 2016

12:58:23


En cubadebate en entrevista a Dres. en ciencias económicas, dejaron claro que los precios no se pueden regular administrativamente, porque da lugar a economía sumergida, el estado solo puede competir ofertando un servicio eficiente, lo cual obliga al cuentapropista a bajar los precios, por favor a los miembros del cap que lean esos artículos muy interesantes y se asesoren con economistas de lo contrario para que tantas universidades, si no van a tener en cuenta la opinión de los profesionales en la materia, es como despilfarrar la inversión realizada, ademas la situación no esta como para estar improvisando.

Armando Enrique dijo:

49

5 de agosto de 2016

13:02:23


Por qué centrar la vista en el sector privado y no en quien debe resolver los problemas del transporte público “el Estado”. Con el tema de los boteros se ha hecho un huracán bien tormentoso y hasta teléfonos se habilitaron para denunciar aquellos que cobraban por encima de la norma establecida, pero eso no se hizo nunca cuando se denunciaba que los chóferes de ómnibus se quedaban con la recaudación del pasaje. No hubo ni teléfonos, ni mesa redonda, menos aún inspectores ni nada. Es al Estado a quien le corresponde dar inmediata solución al transporte público que durante décadas ha sido un verdadero caos que afecta solo a esos que a los bien llaman “de a pie” los obreros y trabajadores más sacrificados y más necesitados. Solución, más transporte público que compita con el privado.

mario armando dijo:

50

5 de agosto de 2016

13:07:04


Raúl Carmona: "No hemos topado precios, lo que hemos hecho ha sido impedir que los suban más"...mas claro ni el agua.

charlie dijo:

51

5 de agosto de 2016

13:21:08


Domingo 6.30 pm un taxi amarillo propiedad del estado nos cobro 5 cuc desde el hotel Panorama que esta en 3ra y 70 hasta 70 y 29. Hasta cuando la selectividad??? De los precios de estos taxis nadia habla como de tantas otras cosas. TRANSPORTE PUBLICO, SEGURO, DE CALIDAD Y ACCESIBLE ES LO QUE SE NECESITA.

Ignacio dijo:

52

5 de agosto de 2016

13:21:59


Si sabemos todos, todos que los almendrones se mueven con el combustible que se desvia de las empresas por falta de control interno, pero esto ya son años y años con el mismo sistema y continuamos dandonos cabezasos, hablamos, criticamos, autocriticamos pero el problema esta latente. Pregunto hasta cuando vamos a continuar con el sistema que tienen las empresas, sabemos que tenemos que cambiar algo pero nos siguen robando y los almendrones seguiran existiendo porque son una necesidad. La unica solucion definitoria del transporte en la capital es un metro(Subterraneo), un sueño que algun dia sera realidad, 20, 30, 40.... años.

Ariel dijo:

53

5 de agosto de 2016

13:55:20


El aumento de precio de pasaje no es solo en los boteros de la capital en lo cuales se centra la atención hoy en día esta también en la carros particulares que hacen viajes interprovinciales que aumentan el precio como si el dinero llegar por tubería y se aprovechan de la situación del transporte para abusar del pueblo .ejemplo de ello: un carro que cobraba 10 CUC de la habana a Granma ahora cobran de 12 a 15 CUC y se te manifiestan de que si no te gusta te bajas y te apuntas en lista espera . Creo que hay que acabar con las personas que se aprovechan de las necesidades del pueblo para incrementar su bolsillo en gran medida .

Ricardo dijo:

54

5 de agosto de 2016

13:59:01


Se ha escrito mucho sobre los almendrones y ni una palabra de los que roban el petróleo al estado, o sea los proveedores del combustible a los choferes. Se la han dedicado todos los espacios a los receptadores, pero a los ladrones, que comenten un delito más grave ni una línea. Por qué? Es totalmente incomprensible.

Maestre Sheratowm dijo:

55

5 de agosto de 2016

13:59:25


Realmente en todas partes del mundo la actividad del transporte es controlada por el estado, aunque sea ejercida por compañías privadas o transportistas privados, este tipo de servicio por tener gran influencia en el movimiento económico y social de toda nación , es que se controla severamente en todos los países , lo que no deja a un lado que se cometan violaciones de todo tipo, pero al ser detectadas , los actores responden a altísimas multas y hasta el retiro permanente de la licencia para ejercer , lo que es muy lamentable para ellos por la difícil situación de empleo que existe en estos países. En Cuba se establece esta actividad por el sistema de cuenta propia , pero se deja a la voluntad y albedrio de los ejecutantes en cuanto a rutas , horarios, piqueras ,horarios, zonas o áreas de servicios y precios ; es decir que el estado deja fuera de control los elementos fundamentales del servicio, sin integrarlo a su sistema en función de sus intereses. Al igual que hacen los propietarios de compañías transportistas que en cada piquera o punto de concentración controlan el servicio( ellos no dejan el poder de la actividad en manos de los choferes, aunque sean propietarios independientes del vehículo), el estado pudiera controlarlo de igual forma , chequear el origen de piezas, combustible( por los chip de ventas), baterías , neumáticos , etc., antes de iniciar la jornada de trabajo de cada conductor. ¿cuanto desvío de recursos se evitaría o a cuanto subirían las ventas de combustibles y piezas en los servicupet ?. Todo se llama CONTROL Y DOMINIO. Nadie establece un sistema de servicio que le haga la competencia a si mismo o le pueda crear dificultades en su clientela .Si el estado creó este mecanismo , tiene que mantener las riendas en cada una de las variantes de sus elementos fundamentales, no puede permitir al libre albedrio cuestiones tan importantes como los precios , los horarios y rutas, capacidades por vehículos, rutas, etc. Si como se dice que fue para mejorar la capacidad de transportación de la población y crear fuentes de empleo con la participación del cuentapropista, es lógico que exista un término medio que beneficie a ambos, que por lo general es el precio y ese lo tiene que aprobar el estado como rector de toda actividad económica, a partir de las propuestas de los conductores privados o de cooperativas. PERO SIEMPRE EL ESTADO, por ser este un país de ECONOMIA SOCIALISTA, donde su poder real se sustenta en el trabajo DEL PUEBLO TRABAJADOR, INTEGRADO AL SISTEMA ESTATAL, por lo que al primero que se debe proteger es a ese obrero, campesino , estudiante , QUE VIVE ACOGIDO A LOS MECANISMOS DE PRECIO Y SALARIOS ESTATALES . No se puede permitir que ese importante sector de la población se convierta en blanco de las ambiciones y desmanes de quienes con mentalidad capitalista aspiran a hacerse ricos a costa del pueblo trabajador. En cuanto al temor a que se retiren del servicio los cuentapropistas , eso es solo una forma de medir fuerzas con el estado , a ellos como al obrero cualquiera , les conviene trabajar para ganar dinero, tarde o temprano se reincorporaran , pero si les permiten sus presiones , entonces los que estaremos perdidos seremos nosotros, el estado.

Orestes Oviedo dijo:

56

5 de agosto de 2016

13:59:40


Hay un refran que dice. TODO EL MUNDO VE LA PAJA EN EL OJO AJENO Ahora la dieccion de Transporte en la Habana tiene el tema de los precios en los boteros , pero no ven que casi todas las rutas de onmibus el cobro del, pasaje lo realizan LOS AYUNDANTES del chofer, cuando este "EXPERIMENTO" se autorizo a las teminales de Guanabo y Santa Amalia. Ademas , los ayudantes no dan vuelto, si le das un peso apropiandose del doble del pasaje autorizado. (0.60) ¿Cuanto recudan los choferes "AUTORIZADOS" con esta forma de actuación en un turno de trabajo? ¿lOS BOETROS y LOS CHOFERES tienen el mismo salario? ¿ Cuando los funcionarios del Tranporte haran co0n los omnibus estatales lo que hoy pregonan con los botero? ¿ Control en los omnibus estatales y evitar el ROBO y la ESTAFA del pasajeros por no dar vuelto? EL ORDEN EMPIEZA POR CASA “Donde hay BUENA DISCIPLINA, hay ORDEN y rara vez falta la BUENA FORTUNA Nicolás Maquiavelo diplomático, filósofo y escritor italiano, conocido por escribir el tratado de política El Príncipe. saludos cordiales Oviedo

Gabriel M. Valdes dijo:

57

5 de agosto de 2016

14:21:05


No tengo datos oficiales, pero asumo según estadísticas de años anteriores que el salario promedio en la Habana sea de 800 CUPs. En un mes hay 22 días laborales. Si un trabajador tenía que pagar 20 CUPs para el viaje de ida y vuelta a su trabajo usando boteros, el montante de su presupuesto de transporte era de 440 CUPs, es decir la mitad de su salario. Si ahora tiene que pagar el doble, este presupuesto se va por arriba de su salario. A lo que voy, los boteros solamente benefician a parte de la población que reciben sus ingresos por ser cuenta propistas, recibir dinero del esterior, o alguna actividad ilícita. Cuando visité a mi familia en 2011 no conocían las rutas de los boteros porque no los podían usar para medio de transportes por ser trabajadores estatales o jubilados. Es decir, los boteros no estaban en su presupuesto. Usaban las guaguas si el tramo era largo o caminaban si era corto. Lo mismo sucedía cuando los visité en 2014 y lo mismo sucede hoy en día. Entonces, no comprendo prque tanta discusión por un asunto que solamente concierne a una parte privilegiada de la población. Por favor, sáquenme de dudas para saber si mi interpretación del asunto está en lo cierto o no.

Jorge Negrete dijo:

58

5 de agosto de 2016

14:28:39


Es increible ... Hago una historia para luego hacer una propuesta: En Puebla, Mexico, hace tiempo habian resuelto el problema de la transportacion masiva del ciudadano con bajos ingresos (la mayoria). Alli circulaban "camiones" (microbuses) como les llaman alla, que tenian un propietario; estos microbuses ofrecian un precio muy modico para el pueblo (creo que eran 1 o 2 pesos mexicanos, mas o menos 10 o 20 centavos de dolar en 1998-2003). Los microbuses ofrecian rutas fijas (las paradas, sin embargo, eran donde uno queria). La gasolina corria por cuenta del empleado (chofer) y la echaban en las gasolineras al precio que habia en el momento. Las reparaciones, si eran roturas, creo que corrian por el chofer empleado. El mantenimiento era por el dueño. Alli no habia horarios pero no habia problemas de transporte pues los que trabajaban esos microbuses se echaban el dia entero para ganarse su sustento. Uno se movia relativamente bien y por un precio muy barato ... Ah! de seguro habia su corrupcion, pero eso no afectaba al que tenia que viajar barato. Simplemente por que no averiguan como hacian sin estar inventando mas nada? (de hecho, creo que nuestros "inventos" a veces lo que hacen es empeorar las cosas, sobre todo para el puebllo trabajabdor). Caballeros, eso se hacia EN MEXICO (MEXICO!!!), por que no podemos hacerlo aqui? Eso fue hace tiempo, desde luego. Cuanto vale ahora, no se pero para UN MOMENTO DETERMINADO CON UN ESTANDAR DE VIDA DETERMINADO era un solucion eficaz y barata.

Nébuc dijo:

59

5 de agosto de 2016

14:31:16


El transporte en la capital tiene la misma cara que el ferrocarril a lo largo de Cubita la bella, una necesidad impostergable de solución POR EL ESTADO. Si reflexionamos los foristas, juntos con los de a pie, porteadores particulares y los directivos del CAP de La Habana se pueden sacar como conclusión que había que tomar alguna medida, desgraciadamente no a propósito para unos y favorable para los más, pero ahí no debe quedar la solución sino buscar vías positivas como lo refieren en el artículo o algunos en estos comentarios. Siempre se ha dicho: en la unión está la fuerza, por tanto, se debe arribar a consenso ( juntos) CAP y choferes. Si en estos momentos el aeropuerto José Martí será gestionado por empresas foráneas, por qué no llevar a la cartera de negociaciones este apabullante tema que viven los capitalinos, fundamentalmente? Recoger la desgracia y debatir la solución del transporte a nivel nacional debe constituir uno de los temas priorizado en la próxima reunión del Parlamento cubano.

Temis dijo:

60

5 de agosto de 2016

14:41:30


Felicitaciones a los autores del artículo, realmente lograron hacer una excelente "disección" de este asunto, apreciando sabiamente todos los puntos de vista y elementos a considerar. La solución final, para que sea justa, debe tener una proyección similar, de modo que todas las partes involucradas resulten beneficiadas mediante la adecuada correlación de sus derechos y obligaciones.