Algunos documentos en los que ha estado refrendado el derecho de quejas y peticiones de la población
Desde la Constitución de Guáimaro, Jimaguayú, La Yaya, la de 1901 y hasta la de 1940 —la más progresista de las constituciones de la neocolonia, y una de las más avanzadas de su tiempo en América— ha estado refrendado de alguna forma la atención a las quejas y peticiones de la población