PARÍS.–Bajo el sol, y con temperatura superior a los 30 grados, como ellos querían, Noslen Díaz y Jorge Luis Alayo se encontrarán en la arena, al pie de la Torre Eiffel, con dos viejos conocidos, en su segundo partido en el torneo de voleibol de playa de los Juegos Olímpicos París–2024.
Los antillanos tendrán net por medio a la pareja brasileña de Souto y Loyola, tercera del ranking mundial, y una de las favoritas al podio de esta cita.
Ambos binomios se han cruzado cuatro veces desde los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, en 2023. Allí los antillanos ganaron el duelo de la clasificatoria por 2-1 (21-16, 18-21 y 15-8), un marcador que sería recurrente en el resto de los partidos que han jugado, incluyendo en la final de esa lid continental.
Entonces, los caribeños cayeron en el primer parcial por abultada pizarra de 12-21, lo que presagiaba un arrollador triunfo de los sudamericanos. Sin embargo, emparejaron con reñido éxito de 21-18, y cedieron en tie break de alta tensión, que terminó 15-13.
En marzo pasado jugaron en el Pro Tour mundial Squaresma, otro electrizante desafío, el más reñido de los cuatro que han celebrado. Díaz y Alayo salieron delante 21-18, para caer, consecutivamente, 21-17 y 19-17, un tercer set que mantuvo de pie a las gradas brasileñas.
Fue en el fortísimo certamen Élite 16, en Tepic, México, en abril, su más reciente historia, que también finalizó con el mismo marcador de 2-1 favorable a los auriverdes, y tanteadores de 21-19 para los cubanos, y 21-15 y 15-12 firmados por sus avezados oponentes.
Hoy, como nos dijo Alayo, se trata de hacer de cada salida una final, sea cual sea el adversario. «Es la única manera que hay si te propones avanzar en el torneo».
Muy cerca de ese duelo, a escasos 50 metros, se levanta la sala de judo de esta fiesta bajo los cinco aros, en la que la Mayor de las Antillas hará su debut.
La inmensa responsabilidad cae sobre el judogui de Maylín del Toro, cuyo primer enfrentamiento será ante una de las más laureadas de la división de 63 kilogramos, la japonesa Miku Takaichi.
Dos medallas de bronce en los mundiales de Cheliabinsk, Rusia, y Astaná, Kazajistán, en 2014 y 2015, y dos preseas plateadas en las citas del orbe de Bakú y Tokio, en 2018 y 2019, más el segundo lugar en los Olímpicos de la capital nipona, engrosan el aval de Takaichi.
Para Del Toro, como no tiene nada que perder, la mejor estrategia es poner sobre el tatami su carácter de competidora, que lleva implícito su fogosidad en el ataque. Que esa fórmula es riesgosa ante tanta experiencia y nivel, es cierto, pero si deja de ser ella sucumbiría más rápido y, además, sin intentarlo. Por esas cualidades, a esta muchacha siempre hay que tenerle fe.
Si Maylín del Toro está cerca de los voleibolistas, muy, pero muy lejos está la París Nord Arena, escenario en el que, también hoy, se estrenarán los boxeadores Alejandro Claro y el bicampeón olímpico Arlen López.
Claro, en los 51 kilogramos, va contra el brasileño Michael Douglas da Silva, en un combate de difícil pronóstico, por tratarse de dos escuelas boxísticas muy similares.
De López sí se espera que avance sobre el turco Kaan Aykuts, en lo que sería su primer paso aquí, rumbo a su tercera medalla dorada en Juegos Olímpicos.
Igual de distante está la pista de remo, que hoy verá, en cuartos de final, a Reidys Cardona, quien tratará de irse hasta las semifinales.
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