Alegatos
¡Llevaré
el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más
preciadas insignias!
Alegato presentado por el compañero Ramón Labañino Salazar
en la vista de sentencia celebrada el jueves 13 de diciembre del 2001
Your Honor, Ladys and Gentlemen:
Primero que todo, yo me uno
a todos los argumentos de mis 4 hermanos en esta causa y mis reconocimientos al
profesionalismo de los oficiales de esta Corte: Richard, Translators, Marshalls, Lisa.
El criminal ataque a las Torres Gemelas de
New York y al Pentágono en Washington segó la vida de miles de inocentes del pueblo de
Estados Unidos, y con indignación nos unimos al dolor del pueblo norteamericano. Hacemos
votos porque tales hechos no vuelvan a ocurrir.
Nosotros, que hemos dedicado nuestras vida a
luchar contra el terrorismo, a evitar que actos tan atroces como estos ocurran; que hemos
tratado de salvar la vida de seres humanos inocentes no sólo de Cuba, sino del propio
Estados Unidos; hoy estamos aquí en esta Sala para que se nos condene precisamente por
evitar actos como estos. ¡Esta condena no puede ser más irónica e injusta!
En las propias palabras del presidente
George W. Bush de este país, a nombre del cual hoy se me pretende condenar, se expresan
claramente las razones por las cuales vinimos a Estados Unidos y hoy estamos en esta Sala.
Desde esta misma ciudad de Miami se ha
planificado, organizado y dirigido el terrorismo contra mi país, Cuba. Desde aquí se
patrocina a los terroristas y sus actos, se les alienta y financia, se les da albergue
(sólo por mencionar un reconocido caso, por las calles de Miami camina libremente un
terrorista y asesino no sólo de cubanos, sino del pueblo de Estados Unidos, Orlando
Bosch); y lo más penoso de todo es que esto sucede con el conocimiento y la anuencia de
las autoridades de este país. Baste con leer detenidamente toda la evidencia de nuestro
caso, que es plena en todo este tipo de acciones terroristas.
Cuba, mi país, ha sufrido por más de 42
años actos terroristas, agresiones, invasiones y provocaciones que han traído la muerte
de más de 3 478 seres humanos inocentes y más de
2 099 heridos. Cuba, al igual que Estados Unidos, tiene derecho a defenderse.
Sólo por citar algunos ejemplos:
El 4 de marzo de 1960, en un muelle
del Puerto de La Habana, agentes de la CIA hicieron explotar el buque francés "La
Coubre", cuyo sabotaje terrorista asesinó a 101 personas, de ellas 6 marinos
franceses.
El 6 de octubre de 1976 un artero
atentado terrorista perpetrado por Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, y el uso de
mercenarios venezolanos, hicieron detonar dos sendas bombas en pleno vuelo de un avión
civil de Cubana de Aviación que salía de Barbados, asesinando vilmente a 73 personas (57
cubanos donde se incluyen 24 jóvenes y niños del Equipo Nacional de Esgrima de Cuba, 11
jóvenes de Guyana y 5 coreanos). Algunos de estos asesinos terroristas están hoy presos
en Panamá, y desde esta ciudad de Miami se hacen esfuerzos enormes para liberarlos, aquí
ellos les llaman "patriotas" y son sus símbolos, y desde las estaciones de
radio se hacen colectas para su defensa y posible escape de la cárcel.
Contra el Presidente de Cuba, Fidel
Castro, se han realizado 637 intentos de asesinato.
Contra mi país también se ha
practicado el terrorismo bacteriológico sobre seres humanos, plantas y animales que han
afectado a 344 203 personas, 158 muertos (de ellos 101 niños).
This is not Paranoia, these are Lifes of
inocent human beings!
Estos grupos terroristas sobre los cuales
nosotros actuamos, no sólo han provocado tales hechos en Cuba, sino aquí en Estados
Unidos, y en este reporte de prensa, totalmente público y al alcance de todos, se detalla
un resumen de actividades terroristas cometidas aquí en Miami, en total más de 68 actos
de violencia. Este artículo escrito por el periodista Jim Mullin, del Miami New Times, en
abril 20-26 del 2000, describe entre otros muchos:
1968 Orlando Bosch dispara una
bazooka contra un barco polaco en el puente Macarthur Causeway (Más tarde políticos de
Miami declaran "El día de Orlando Bosch" para dar honra a tal terrorista).
1974 El líder exiliado José Elías
de la Torriente fue asesinado en Coral Gables por haber fracaso en una invasión que
llevaría a Cuba.
1975 Luciano Nieves es asesinado
después de defender la coexistencia pacífica con Cuba.
1976 Un carro bomba le arranca las
piernas al director de noticias Emilio Milán de la WQBA-AM, después de condenar
públicamente la violencia del exilio.
1981 Explota una bomba en el
consulado mexicano en Brickell Ave., en protesta por sus relaciones con Cuba.
1996 Una bomba explota en el
restaurante "Centro Vasco" de la Pequeña Habana por protesta ante el concierto
de la cantante cubana Rosita Fornés.
2000 11 de abril, afuera de la casa
de los familiares de Elián González en Miami, el periodista de Radio Scot Piasant de
Obregón, mostró un t-shirt que decía "envíen el niño a casa. Es un derecho de
padre" , y fue atacado físicamente antes de que llegara la policía.
Esto no es en Cuba. Esto es aquí en Estados
Unidos, en Miami, en las ciudades y calles de este país donde vivimos todos, por donde
ustedes caminan cada día, sus hijos y familiares.
En la década de 1990 se arreció el
terrorismo, incursiones y provocaciones hacia mi país, hasta que en 1997 se ejecutara una
ola de acciones terroristas contra hoteles e instalaciones que llevó al asesinato de un
inocente turista italiano: Favio Di Celmo.
¿Cuántas muertes más de seres humanos
inocentes tenemos que presenciar para que se acabe esta política loca y absurda hacia
Cuba?
¿Cuántas vidas más de seres humanos hay
que esperar que se pierdan para que el FBI cumpla realmente con su deber y detenga a los
reales criminales y terroristas de su propio pueblo de Estados Unidos?
¿Es que acaso esta "lucha contra el
terrorismo" es pura retórica?
No, el sentido común indicaría que no; y
es por eso precisamente que hoy nosotros estamos aquí; porque no queremos que nada de
esto ocurra en Cuba ni en Estados Unidos, ni en Miami, ni en ninguna parte del mundo. Todo
lo que hemos hecho es eso: tratar de salvar la vida de seres humanos inocentes, evitando
el terrorismo y evitando una estúpida guerra.
El patrón que se sigue en los terroristas
cubanos que nosotros conocemos es el mismo: José Basulto fue reclutado y entrenado por la
CIA y usado en su guerra contra mi país, y aún hoy sigue practicando el terrorismo y las
provocaciones, como los miembros de las organizaciones FNCA, Alpha 66, Comandos F-4,
Partido Unidad Nacional Democrática (PUND), Cuba Independiente y Democrática (CID), y
tantos otros que se mencionan en nuestra evidencia. Estos terroristas representan para
Cuba lo que los autores de los hechos horribles cometidos contra Estados Unidos
representan para este país.
Cuba nunca ha confiado ni confiará en estos
personajes, y, como Cuba, Estados Unidos tampoco debería confiar en ellos, ni mucho menos
protegerlos. Eso es un grave error que explicaría en parte por qué fenómenos como los
del 11 de septiembre suceden.
Mi país ha sufrido por más de 42 años del
terrorismo; hoy sufre Estados Unidos; y si no se erradica de raíz podría sufrirlo
también mañana. Aquí en Estados Unidos hay más de 800 organizaciones de índole
violenta, este es el país que más vulnerable es a este tipo de actos criminales. El
terrorismo es el verdadero enemigo de la seguridad nacional de Estados Unidos. Mantener
una actitud de inactividad o indiferencia o, peor aún, de complicidad y encubrimiento de
los terroristas y el terrorismo es el peor delito que se puede cometer contra la seguridad
nacional de Estados Unidos; y es eso precisamente lo que está sucediendo en este caso.
Quienes protegen a estos grupos e individuos son los que realmente ponen en peligro la
seguridad nacional de Estados Unidos.
¡Por eso, desde esta tribuna yo denuncio a
estas organizaciones policiales de Estados Unidos, que han encubierto y no actúan contra
el terrorismo y los terroristas!
Cuba, por años, le ha pasado información a
diferentes instancias gubernamentales, hasta el más alto nivel, de Estados Unidos;
información detallada, documentada, con nombres y apellidos, evidencias contundentes de
actos criminales y asesinos; de todo lo cual nuestra propia evidencia en este caso es una
muestra total. Y con toda esa información en sus manos no se ha hecho nada, ni un solo
arresto, ni siquiera una sola investigación que se haya llevado o lleve a cabo.
Con nuestra detención todo lo que se ha
pretendido es silenciar la fuente de la información, para que actos terroristas tan
graves no se conozcan, y ocultar esta verdad que hoy nos golpea de manera brutal. Así
también el FBI se ha confabulado con los mismos terroristas y el ala derecha extremista
de Miami para perjudicar y obstaculizar todo tipo de acercamiento y cooperación entre
nuestros dos pueblos y gobiernos. Mientras tanto, los criminales están alegremente
recorriendo hoy día las calles allá afuera, burlándose de esta Sala. No puede haber una
mayor ofensa y mancha para estas autoridades, para esta bandera que preside este local y
ese escudo que representa el ideal de la verdadera justicia.
Cuba todo lo que desea es vivir en paz y
tranquilidad, no quiere la guerra, como tampoco la quiere el pueblo de Estados Unidos, ni
líderes militares de Estados Unidos, que saben muy bien que Cuba no es un peligro en
manera alguna para este país. Por eso es que nuestra labor también ha estado dirigida a
evitar una criminal guerra que sólo traerá muertes de seres humanos inocentes, no sólo
de Cuba, sino del pueblo de Estados Unidos.
En ningún momento hemos buscado
información que ponga en peligro la seguridad nacional de este país. Es una total
manipulación, que nunca aceptaremos, y una razón por la cual decidimos ir a este juicio,
además de exponer claramente esta verdad de todos los actos criminales que desde
territorio norteamericano se lleva contra Cuba y el propio Estados Unidos.
No es Cuba la que ha venido aquí a Estados
Unidos a invadir, agredir o cometer actos terroristas de todo tipo, es todo lo contrario,
y Cuba tiene simplemente el elemental derecho de defenderse; y es eso todo lo que hemos
hecho, sin dañar a nadie ni a nada.
Mientras exista esta política criminal
contra mi pueblo, seguirán existiendo hombres como nosotros, como elemental medida de
autodefensa. Tal como hoy día Estados Unidos necesita de manera urgente conocer dentro de
las organizaciones terroristas que lo atacan. Esa es una realidad que nadie podrá
detener.
Todo lo que buscan los miembros de la
extrema derecha de Miami es crear un conflicto mediante alguna provocación que termine en
una agresión militar de Estados Unidos a Cuba, y, como ya he dicho, eso no lo deseamos ni
mi pueblo, ni mi gobierno, ni el pueblo de Estados Unidos. El mismo testimonio del General
Sheehan, como consecuencia de las prácticas de infiltración en Cuba que estaba llevando
a cabo Ramón Saúl Sánchez con su organización "Democracia", expresó que no
deseaba que estos elementos provocaran una guerra con Cuba, donde pueden morir muchos
jóvenes del ejército de Estados Unidos y como él varios fueron los ejemplos que se
expusieron en esta Sala.
De parte de la Fiscalía hemos visto actos
realmente vergonzosos y reprochables que nada tienen que ver con la justicia y la
búsqueda de la verdad: ellos primero trataron de ocultar toda nuestra evidencia sobre los
actos terroristas llevados a cabo tanto en Cuba como aquí en Estados Unidos. Trataron por
todos los medios posibles de ocultar el 90 por ciento de nuestra evidencia en este caso,
al cual iba dirigido nuestra tarea principal.
Los fiscales han manipulado y tergiversado
los hechos, han tratado de controlar en todo momento esta Sala, incluso han utilizado
amenazas sutiles y otras más abiertas. Incluso aquí se llegó hasta chantajear a
testigos bajo la amenaza de incriminarlos judicialmente si no se acogían a la 5ta.
Enmienda. Aquí se llegó incluso al punto de querer chantajear al General de 4 estrellas
Charles Whilhem, ex jefe del Comando Sur, para evitar que declarara a nombre de la
Defensa.
Aquí se ha tratado de ocultar evidencia
(video de 8 mm cuando Al Alonso, agente del FBI, evitó entregar el original a la Defensa,
cuya prueba era clave en el cargo más serio de este caso).
Para nosotros, los fiscales no representan
al gobierno de Estados Unidos, por lo que para nosotros este no es un caso del gobierno de
Estados Unidos versus Gerardo Hernández. Los fiscales a quienes han representado, y muy
bien, es al pequeño sector extremista de derecha cubano, a terroristas como José Basulto
y a organizaciones como Alpha 66, FNCA, Comandos F-4, con quienes incluso se abrazaban y
besaban aquí mismo en esta propia Sala y ante los ojos de todos. Si algo me ha asombrado
de este juicio es el afán enorme, el esfuerzo sin límites que los fiscales y sus
asesores de todo tipo llevaron a cabo para representar fielmente y a toda costa a este
criminal sector.
Sin embargo, del otro lado, de parte de la
Defensa, se ha mostrado la verdad, la dignidad, e incluso la posición verdadera del
pueblo de Estados Unidos hacia Cuba. Fue la Defensa quien trajo a generales, militares y
civiles que llevaban a cabo esta política hacia mi país, tales como:
General Charles Whilhem
Almirante Atkinson
Coronel Eugene Carol
Coronel Buckner
Ex asesor del presidente de Estados Unidos,
Wiliam Clinton, para asuntos de Cuba: Richard Nuccio. Y muchos de ellos lo hicieron de
manera totalmente voluntaria, y en ese pequeño detalle hay un inmenso mensaje para todos
aquellos que sepan comprender.
Señores: es tiempo de grandes cambios,
estamos ya en pleno siglo XXI. Hoy Estados Unidos tiene relaciones con China. Tiene
relaciones con Viet Nam, donde murieron 56 000 ciudadanos de este país. Tiene
conversaciones con Corea del Norte y con muchos otros países con los cuales parecía
imposible tener relaciones.
¿Por qué con Cuba no?
Es cierto que para llevar a cabo nuestras
tareas, por necesidad hemos tenido que usar métodos no convencionales por razones obvias
de poder actuar con seguridad, pero nunca con el interés de hacer daño a nadie, ni
defraudar o engañar, mucho menos al gobierno o instituciones de este país.
La evidencia es sumamente clara en todo
aspecto; júzguesenos por ella. Desde el primer día de este juicio reconocimos nuestras
identidades y responsabilidades, pero nunca acepté ni aceptaré ninguna implicación de
espionaje, ni de querer defraudar a este país.
Quiero agradecer especialmente la labor de
nuestros abogados, por su valor y profesionalidad. Para nosotros, y para todos, este
juicio lo hemos ganado nosotros. La historia se encargará de rectificar este veredicto, y
quizás también esta sentencia.
Señores fiscales, les guste o no, Cuba es
un país independiente y soberano, tiene su propio gobierno legítimo, su propio
Presidente, sus mártires y héroes, y sus propias conviccines. Cuba es igual que Estados
Unidos. ¡A Cuba, señores, hay que respetarla!
Comprendemos los esfuerzos que se hicieron
por lograr un juicio imparcial; pero la ciudad de Miami no es lugar para lograr tales
propósitos cuando se trata de Cuba. He ahí, posiblemente, el error más crítico en
nuestro caso: realizar el juicio en esta ciudad.
¡Si por evitar la muerte de seres humanos
inocentes, si por defender a nuestros dos países del terrorismo, y evitar una invasión
inútil a Cuba es por lo que se me condena hoy, pues bienvenida sea!
¡Llevaré el uniforme de recluso con el
mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias!
¡Este ha sido un juicio político y, como
tal, nosotros somos prisioneros políticos!
¡Aquí está toda la evidencia; y aquí
está escrita la historia: ella será quien nos haga verdadera justicia!
Gracias.
Ramón Labañino Salazar
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