El equipo de abogados de los cinco prisioneros
políticos cubanos en cárceles norteamericanas tiene listos lo
argumentos orales a presentar en la vista fijada en Miami, por
el Undécimo Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta. El
abogado de Antonio Guerrero, Leonard Weinglass, prominente
defensor de los derechos civiles en los Estados Unidos, accedió a
reflexionar sobre este crucial momento con el periodista Rolando
Segura del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.
R. Segura - La etapa de
preparación para esta comparecencia ha sido intensa. ¿Qué
expectativas tiene de cara a la próxima vista oral?
L. Weinglass - "Estamos ahora en una
etapa muy crítica del proceso. El 10 de marzo compareceremos
en el panel de los jueces del distrito, ante una distinguida
corte. Será una oportunidad para explicar enteramente el caso.
Luego tendremos que esperar por la decisión. Pero estamos confiados
en la fuerza del caso.
Los papeles han sido revisados por los abogados, por
autoridades universitarias y todos creen que tenemos un caso fuerte.
Vamos confiados y esperanzadoramente auguramos un buen
resultado".
R. S. - Pero los letrados de la
defensa sólo tienen 15 minutos entre todos para exponer su
argumentación ante la corte.
L.W. - "Estamos muy limitados en el
tiempo para exponer los pormenores del caso. Debemos explicar seis
meses de juicio, cientos de documentos y miles de páginas de
testimonio y una historia que retrocede cuarenta años.
Todo eso debe ser explicado en 15 minutos a la
corte. Esto se hace muy difícil, pero yo creo que la corte ha
recibido más de setecientas páginas de argumentos escritos que
hemos acumulado durante este tiempo. Esperamos que la corte haya
leído todos los documentos. Así que en estos quince minutos sólo
daremos una explicación sumaria de lo que hemos archivado y
escrito".
R. S. - La defensa se ha visto obligada a
establecer prioridades, en la exposición de los argumentos
capaces de demostrar la inocencia de sus clientes. ¿En qué
aspecto se pondría el énfasis mayor?
L. W. - "Lo más importante es la
cuestión del lugar: la sede del juicio. Aceptar la sede en
Miami marcó de hecho todo el proceso.
Lo que nosotros intentaremos destacar ante la
corte es que el gobierno en este caso, utilizó a
la comunidad de Miami. El gobierno sabía, como lo sabíamos
nosotros, que Miami no podía ser sede para un proceso
justo. El gobierno presionó a la jueza para mantener el caso
en Miami, y obtener así lo que buscaba. Nosotros tratamos de
explicar esto en la corte.
Pero de todos los lugares en Estados Unidos el
gobierno insistió en que el caso tuviera lugar en Miami, la única
ciudad donde no tendrían los cinco un proceso justo. Miami es
Miami. Es el problema en este caso." (1)
R. S. - ¿Qué argumentarán a la corte sobre los
cargos más graves imputados a los defendidos: la conspiración para
cometer espionaje y la conspiración para cometer asesinato por
parte de Gerardo Hernández?
L. W. - "No hay ni la más mínima
prueba de conspiración para cometer espionaje. No hubo
prueba alguna de conspiración para cometer asesinato. Estos
cargos contra los cinco eran muy débiles en términos de
evidencias. Y esperamos que la corte coincida en que no
se puede comparar esta historia con otros casos como los de
Aldrich Ames y Robert Hansen, que envuelven espionaje real y
que entregaron miles de páginas de documentos secretos a otro
país.
En este caso no hubo una sola página, ni una sola
página, entregada a nadie. Sin embargo tres de ellos
están convictos por espionaje. Están recibiendo la misma sentencia
de aquellos que en el pasado entregaron miles de páginas de
documentos secretos. De manera que este es un claro ejemplo de
injusticia. Y esperamos que la corte vea eso también.
Por ejemplo a Gerardo Hernández lo acusan de
conspiración para cometer asesinato por un acto en el que Cuba
estaba defendiendo justamente su territorio. Gerardo no tuvo
nada que ver con eso. Es claramente un cargo injusto y una condena
injusta. Así que esperamos que la corte aprecie que no hubo
espionaje ni asesinato.
Estos son los cargos principales que llevaron a la
condena de cadena perpetua y deben ser separados, puestos a un
lado. El resto de los cargos por dilucidar son netamente humo. Y eso
significaría esperanzadoramente el final del proceso y los cinco
regresarían a casa. Debe funcionar de ese modo si se hace justicia
en este caso".
R. S. - Usted tiene la experiencia de otro
caso en que el sistema judicial norteamericano se comprometía con
fines políticos. Sin evidencia de delito alguno a los Ocho de
Chicago pretendían condenarlos. Ahora sucede igual con los Cinco.
Pero el final: ¿podría ser similar?
L. W. - "Muy similar. Estos son casos
que presenta el gobierno no porque se haya cometido un crimen si no
por razones políticas. En el caso de los Ocho de Chicago aquellos
hombres enfrentaron serios cargos con la fuerza del gobierno
detrás. Pero al final los ocho salieron libres. Si usted se
mantiene de pie, se mantiene fuerte, si usted lucha con la
situación, a la larga se obtienen buenos resultados. (2)
R. S. - Mientras la gran prensa norteamericana
mantiene hermético silencio sobre este caso, cada vez
es mayor el movimiento mundial de denuncia y solidaridad con los
cinco. ¿Qué mensaje enviaría al pueblo cubano y a la comunidad
internacional en este instante?
L. W. - Yo le diría al pueblo cubano lo que
dijimos cuando Ángela Davis fue procesada en los Estados
unidos. El proceso es un proceso muy complicado y no siempre justo.
Pero si la gente se mantiene firme a la larga usted obtiene un buen
resultado. El proceso está en una etapa superior. Cuando
llevaron a los cinco a las celdas de castigo conocidas como el
"hueco" y pretendían mantenerlos allí durante un año, y
al cabo de algo más de 30 días tuvieron que sacarlos. Ahí
comenzó un cambio en el proceso.
Esto indica que el pueblo se mantuvo firme. La
comunidad internacional también. Incluso el pueblo
norteamericano estuvo en eso. Ahí comenzó un cambio y espero que
el 10 de marzo continúe el proceso para obtener un mejor resultado
en este caso.
La razón para el optimismo es que es un caso fuerte
y los cinco son fuertes. La comunidad internacional los apoya. La
Comunidad americana está comenzando a aprender acerca de este caso
y los apoyará también. Así que las señales se están
revirtiendo. El gobierno tenía una ventaja cuando mantuvo el caso
en Miami, pero ahora el caso es más grande. Hay un verdadero
movimiento alrededor del mundo y eso traerá consigo un resultado,
un buen resultado".