Ya no se trata de lo que dicen escritores o periodistas. Ahora,
hasta la Comisión Antimafia Europea reconoce que la crisis económica
ha sido una óptima oportunidad para el crecimiento de la
criminalidad organizada. La crisis ha favorecido el lavado de dinero
proveniente del tráfico de drogas, del comercio de productos
falsificados y de armas y de muchas otras fuentes ilegales. Con ese
dinero, las mafias han salvado algunos bancos y comprado lo que han
querido, sin excluir barrios enteros y empresas.
Fue la presidenta de esa comisión, la parlamentaria europea Sonia
Alfano —italiana de una de las zonas más martirizadas por la mafia,
Sicilia—, quien reconoció estos hechos en declaraciones a la prensa
italiana. "Recientemente la ‘ndrangheta (mafia calabresa) ha
reciclado 28 millones de euros en pocas horas, comprando un barrio
entero en Bélgica", contó al diario romano La Repubblica. La
Comisión Antimafia Europea, que ella preside, fue fundada en marzo
de este año, y está visitando todos los países europeos para tener
una idea más precisa de la situación y llegar a la elaboración de un
código único de comportamiento europeo respecto de la criminalidad,
sobre todo en materia de lavado de dinero. En octubre, la comisión
visitará Palermo —capital de Sicilia—, Roma y Milán.
La semana pasada, el escritor y periodista napolitano Roberto
Saviano, autor de varios libros sobre la camorra —la mafia
napolitana— en un artículo publicado por The New York Times, había
hecho otras afirmaciones feroces contra la connivencia entre las
mafias y los bancos. "La crisis financiera ha sido una bendición
para la criminalidad organizada", escribió, y enumeró los casos de
bancos internacionales que han recibido dinero de las mafias, entre
ellos HSBC, investigado por el Senado estadounidense por haber
facilitado transacciones con los traficantes mexicanos. Muchas de
las transacciones son anteriores al 2008, año en el que comienza la
crisis, según Saviano. Y cuando se declaró la crisis, préstamos
interbancarios, facilitados por el dinero de los traficantes,
salvaron al parecer algunos bancos. Las mafias han aprovechado las
desgracias que la crisis ha acarreado a Grecia y España, donde,
entre otras cosas, los prestamistas se han multiplicado.
Pero Saviano va más lejos. Según el escritor napolitano —que vive
bajo protección policial por las amenazas recibidas de la camorra—
el ajuste de torniquete contra los bancos para evitar la
financiación al terrorismo, luego del ataque a las Torres Gemelas en
el 2001, y hechos como el default argentino del 2001,
"incentivaron a muchos bancos a mirar en otras direcciones."
El actual alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, del partido Italia
de los Valores, que conoce la mafia como a su propia piel por ser
siciliano en primer lugar, pero también por haber sido tres veces
antes alcalde de la capital siciliana, en declaraciones a Página 12
aseguró que ahora ya no se puede hablar de mafias simplemente sino
de "empresas multinacionales cuya principal preocupación son las
finanzas y la coalición con el empresariado". La criminalidad
organizada tiene miles de millones de euros y de dólares para lavar,
provenientes de las actividades ilegales más dispares, y por eso sus
ojos miran hacia la actividad bancaria y financiera, según Orlando.
Los jueces antimafias de Italia, que tienen una larga experiencia
en esta materia —aunque no siempre exitosa, por problemas
políticos—, sostienen que la colaboración internacional es
fundamental en esta lucha. Pero no todos los países contemplan en su
legislación la persecución de ciertos delitos como, por ejemplo, el
lavado de dinero. "El problema es que ahora no basta arrestar a
algunos narcotraficantes, es necesario también confiscarles los
bienes", porque de lo contrario, su dinero en bancos o empresas
sigue trabajando, según el juez Roberto Scarpinato, quien por 20
años trabajó en la oficina antimafia de Palermo.
El arresto en Venezuela anunciado el martes del mafioso siciliano
Salvatore Bonomo, acusado de extorsión y asociación mafiosa, fue un
triunfo de esa colaboración internacional, según los investigadores.
Bonomo, que se había escapado de Italia en el 2007, fue arrestado en
Porlamar, pequeña ciudad de la isla venezolana de Margarita. El
mafioso funcionaba como puente entre sus colegas de Sicilia y los
mafiosos de Latinoamérica. Las investigaciones estuvieron a cargo de
la policía italiana e Interpol en colaboración con la policía
venezolana, y bajo la dirección del procurador adjunto de Palermo,
Antonio Ingroia. "Este arresto demuestra que no existen islas
felices ni paraísos que puedan garantizar la impunidad", dijo
Ingroia al anunciar el arresto.