España
atenderá a los extranjeros indocumentados catalogados de enfermos
crónicos y cobrará por su asistencia médica a los países de origen,
de acuerdo con los planes del Ministerio de Sanidad divulgados hoy.
Según el director general de la Cartera Básica de Servicios del
Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Agustín Rivero, los migrantes
con dolencias crónicas en situación irregular serán atendidos por el
sistema sanitario español y se pasará la factura a sus respectivos
países de procedencia.
Conforme a los planes del Gobierno, los extranjeros que se
encuentran en esa nación ibérica y no coticen a la Seguridad Social
deberán abonar 710 euros al año a cambio de asistencia médica,
mientras aquellos mayores de 65 años pagarán mil 864 euros.
De ese modo, los migrantes sin papeles tendrán que pagar una
cuota mensual de 59,20 euros para recibir una cobertura completa en
el Sistema Nacional de Salud, cifra que asciende a 155,40 euros al
mes para los mayores de 65 años.
Tales costos resultan una verdadera fortuna, al alcanzar precios
difícilmente asequibles para aquellas personas foráneas en situación
irregular, desempleados o con bajos ingresos, en una coyuntura
marcada por la crisis económica, consideran agrupaciones de
inmigrantes.
No obstante, se enviará la notificación del costo de los cuidados
médicos a los países de origen de esos inmigrantes por la asistencia
sanitaria que se le ha prestado aquí, aseguró Rivero en
declaraciones a Radio Nacional de España.
Para ello, el funcionario citó la existencia de convenios de
colaboración bilateral con otros países en materia sanitaria.
Sin embargo, Rivero no aclaró qué pasará si no existe ese
convenio con el país de procedencia del implicado, o en casos de
naciones donde el tratamiento recibido en España no esté cubierto
por la sanidad pública.
De ese modo, Rivero apunta a la versión inicial del Ministerio de
Sanidad sobre atender solamente las urgencias.
Desde el 1 de septiembre, unas 150 mil personas mayores de edad
que viven en España en situación irregular no podrán ir al centro de
salud ni a la consulta del especialista, ya que su tarjeta
sanitaria, que les permite ahora si están empadronadas recibir
asistencia médica, será desactivada.