WASHINGTON, 9 de
agosto.— Estados Unidos y sus aliados árabes trabajan en la
conformación de un escudo antimisil en la región del Golfo Pérsico
con el pretexto de "proteger objetivos civiles y militares",
revelaron autoridades de la administración del presidente Barack
Obama.
La misión principal del sistema es la protección de ciudades,
refinerías de petróleo, bases castrenses y las fuerzas de Washington
en la región, de un hipotético ataque de Irán, señaló hoy el diario
The New York Times.
El multimillonario proyecto incluye el despliegue de radares para
incrementar la cobertura en toda la zona del Golfo Pérsico, así como
la introducción de sistemas para intercambiar información entre los
mandos militares de los países que lo integran.
Lo más difícil es lograr que los aliados árabes de Estados Unidos
actúen de forma coordinada, por encima de sus rivalidades
históricas, compartan los datos e integren sus respectivas
capacidades para extender la defensa a toda la región, admitió el
rotativo.
El proyecto, agregó, se mantiene con un bajo perfil público, pero
con miles de millones de dólares en ventas de armas negociadas de
forma bilateral entre Washington y las naciones de la región.
Las propias fuerzas militares estadounidenses proporcionan una
parte significativa de las defensas antibalísticas en el Golfo
Pérsico, en particular los buques de guerra que tienen radares de
seguimiento y misiles interceptores, y permanecen de forma
ininterrumpida en la región.