La Rampa vuelve a ser verano

PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu

Cuatro mil personas a diario —y en los fines de semana y días feriados algo más de 5 000— no es poca cosa. La Feria Arte en La Rampa, en su versión del 2012, como siempre en el Pabellón Cuba, se confirma como uno de los centros de mayor atracción popular de la capital durante el verano.

En este caso lo popular no casa con populismo. Ni mercado con mercantilismo. Sin que todo marche sobre ruedas, ni los problemas de logística estén resueltos, ni las opciones estéticas diversas respondan en su totalidad a los niveles deseados, Arte en La Rampa defiende y pregona su perfil como una trama donde la tantas veces conceptualizada pero pocas veces conseguida articulación entre esparcimiento, posibilidades de crecimiento espiritual y satisfacción de necesidades materiales encuentre una vía plausible de realización.

Fotos: Yander ZamoraLa afluencia de público se ha hecho notar en el Pabellón Cuba.

Foro de exhibición, confrontación y venta de las producciones de las industrias culturales cubanas, el Pabellón, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, cubre todos sus espacios y, por momentos, parece explotar ante la masiva concurrencia.

A partir de la experiencia acumulada, como señala Jorge Alfonso, director de la Feria, en esta oportunidad se ha logrado una mayor lógica expositiva y un mayor aprovechamiento del espacio —aun cuando la aglomeración de público en determinados horarios haga prácticamente imposible la circulación entre los estantes de la zona posterior—, y sobre todo una diversificación de las ofertas comerciales, que incluye, asimismo, una amplísima escala de precios.

La bisutería es una de las líneas más demandadas y accesibles para la población.

La alianza entre el Fondo Cubano de Bienes Culturales y la Asociación Cubana de Artesanos Artistas garantiza un formidable despliegue de artículos y objetos utilitarios y ornamentales, de uso personal y doméstico. El aporte de la empresa Génesis con sus carpetas de artistas de probada calidad y las reproducciones de obras se hace notar.

Artex sigue siendo líder en la presentación de sus rubros y en la inserción del talento artístico a producciones seriadas: la EGREM despliega y promueve su catálogo; el ICAIC llega con materiales audiovisuales en soportes accesibles a las nuevas tecnologías, y el Instituto Cubano del Libro ofrece una variedad apreciable de novedades literarias, clásicos y la muy demandada literatura para niños y jóvenes.

Ejemplo de lo que puede hacer una institución más allá de la venta de bienes culturales, es el que ha dado la Casa de las Américas con los talleres de apreciación y creación a propósito del Año de la Nueva Figuración.

La tradición artesanal, punto clave en Arte en La Rampa. Aquí, por ejemplo, la Familia Guevara despliega su cerámica utilitaria.

No pueden pasarse por alto los segmentos dedicados a los niños, ni los conciertos que al caer la tarde en el escenario central ofrecen agrupaciones y solistas rigurosamente seleccionados por el Instituto Cubano de la Música, ni los espacios temáticos consagrados al jazz, a la nueva trova y al repentismo ni los encuentros intergeneracionales organizados por la AHS.

Estoy seguro que los asiduos asistentes a Arte en La Rampa notarán omisiones en este repaso, pero nuestra intención ha sido subrayar, grosso modo, la multiplicación de posibilidades de enriquecimiento espiritual de una agenda intensa y altamente disfrutable, sobre la cual habrá que continuar trabajando no solo para satisfacer las expectativas de la población, sino también en función de que cada vez más amplios sectores tengan referentes de las más elevadas calidades.

 

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