MOSCÚ.—
El primer ministro Dmitri Medvedev representa a este país en la
cumbre de siete estados más industrializados y Rusia (G-8), en la
localidad estadounidense de Camp David, informó hoy el servicio de
prensa del gabinete.
Durante la reunión cimera, a la que asiste en
sustitución del presidente Vladimir Putin, Medvedev realizará varios
encuentros bilaterales para analizar la situación en Medio Oriente y
el norte de África, la seguridad energética y la crisis económica en
el orbe.
Uno de los asuntos polémicos que lleva Rusia a Camp
David esta relacionado con el latente diferendo sobre el despliegue
de sistemas de defensa estratégica antimisiles en Europa, en
especial, tras los más recientes anuncios de Washington sobre
pruebas de nuevas armas.
El Pentágono señaló la víspera que efectuó con éxito
el lanzamiento de comprobación del Standard Misile-3 Block 1B, una
adaptación para lanzamiento desde tierra de cohetes interceptores,
ahora con mayor alcance para derribar misiles balísticos
intercontinentales.
Moscú pone en duda los argumentos de la Casa Blanca
de que los citados armamentos están dirigidos contra Irán o la
República Popular Democrática de Corea, pues ninguno cuenta con
misiles de largo alcance, como si los posee Rusia.
El jefe de Gobierno también asiste en Camp David a
los debates para acelerar la reforma del sistema financiero
internacional, la seguridad alimentaria en África, la situación en
Siria, el diferendo en torno a Irán y el programa atómico de
Pyongyang.
Además, Rusia se prepara para presidir el G-8 en
2014 sobre la base de la coordinación de estrategias de las naciones
industrializadas para resolver temas globales y problemas de la
política internacional.
De acuerdo con la referida fuente, Moscú buscará,
además, la colaboración en el citado foro para coordinar posiciones
respecto a temas como el conflicto en Afganistán y la cooperación
con países árabes como Túnez, Egipto, Jordania, Libia y Marruecos,
entre otros, informó PL.