El embajador norteamericano en Israel, Dan Shapiro, 
			anunció que el ejército de Estados Unidos está en condiciones de 
			iniciar un ataque militar contra Irán en respuesta al programa 
			nuclear de Teherán.
			Estados Unidos, los países occidentales e Israel 
			están ejerciendo presión sobre Irán para detener el enriquecimiento 
			de uranio, alegando que Teherán trata de construir en secreto una 
			bomba nuclear, reporta Prensa Latina.
			Las autoridades iraníes insisten en que su programa 
			nuclear es estrictamente civil.
			"Sería preferible para resolver esto 
			diplomáticamente y mediante el uso de la presión, que utilizar la 
			fuerza militar", aseguró el embajador Shapiro, en un programa 
			transmitido por la radio del Ejército de Israel.
			Shapiro añadió que el Pentágono ha hecho una 
			planificación y se encuentra listo para adoptar una opción militar 
			contra Irán.
			Estados Unidos apuesta a que las sanciones 
			diplomáticas y económicas surtan efecto y espera que en la reunión 
			que se celebrará en Bagdad el próximo 23 de mayo, los representantes 
			de Moscú, Beijing, Londres, París y Berlín, logren persuadir a los 
			iraníes de frenar su programa nuclear.
			Unilateralmente, Washington tiene previsto aumentar 
			las sanciones contra Irán, y el Senado discute un nuevo paquete de 
			medidas centradas en los bancos extranjeros que se encargan de las 
			transacciones y el transporte del petróleo de la República Islámica.
			El gobierno iraní se ha manifestado contra las 
			sanciones económicas y asegura que no se detendrá el programa de 
			desarrollo nuclear, tema que se propone discutir en la venidera 
			reunión de Bagdad, siempre que se respete el soberano derecho de 
			Irán a usar la energía atómica con fines pacíficos.
			Saeed Jalili, secretario del Consejo de Seguridad 
			Nacional de Irán, afirmó que en estas conversaciones, los derechos 
			inalienables de la nación iraní deben estar sobre la mesa de 
			discusiones en la reunión de Bagdad.
			El periodista e historiador Gareth Porter se refirió 
			a la amenaza de Washington como un acto político, destinado a 
			complacer a la opinión pública israelí y apaciguar al gobierno de 
			Netanyahu.