Al menos 300 inmigrantes protestan este viernes frente a un 
			campamento de refugiados en la provincia holandesa de Groningen 
			(norte) contra los planes del Gobierno de deportarlos.
			Los manifestantes, procedentes de Irak, Somalia, Eritrea, 
			Azerbaiján y Afganistán, piden a las autoridades reevaluar las 
			solicitudes de asilo porque consideran peligroso regresar a sus 
			países de origen, reseñó el diario Dutchnews.
			Pero el ministro de Inmigración, Gerd Leers, desestimó las 
			demandas y dijo que los acampados disponen de una semana para 
			reconsiderarlas o determinar si retornan a sus naciones por voluntad 
			propia.
			Según la prensa holandesa, los movilizados amenazan con mantener 
			la protesta y prevén la incorporación de otros inmigrantes en los 
			próximos días.
			Un grupo de 45 somalíes realizó una acción similar en diciembre 
			pasado y el Gobierno decidió revisar sus casos para otorgarle el 
			estatus de refugiados, reportó Prensa Latina.