El papel de la ONU en la búsqueda de un arreglo al añejo
conflicto del Sahara Occidental volvió al primer plano tras la
decisión de Marruecos de desconocer al mediador de Naciones Unidas
para ese tema.
El gobierno de Rabat, cuyas fuerzas ocupan la excolonia española
desde la salida de la exmetrópoli en 1975, retiró ayer su confianza
al enviado especial de la ONU para la cuestión saharaui, el
diplomático norteamericano Christopher Ross.
Poco después, el vocero oficial del organismo mundial, Martin
Nesirky, ratificó en Nueva York el apoyo del máximo responsable de
la ONU, Ban Ki-moon, a su representante para el Sahara Occidental.
El secretario general tiene plena confianza en Ross, declaró el
portavoz durante su habitual encuentro diario con los corresponsales
en el cuartel general de Naciones Unidas.
Ross ocupa esa función desde enero de 2009 y ha participado en
todos los contactos informales sostenidos entre Marruecos y el
Frente Polisario desde agosto de ese año por decisión del Consejo de
Seguridad luego de la paralización de negociaciones oficiales en
2008.
Este viernes, el Polisario y el gobierno de la República Árabe
Democrática Saharaui (RASD), que luchan contra la ocupación marroquí
de ese territorio y por su independencia, calificaron de arbitrario
y desafiante el rechazo de Rabat al enviado de la ONU.
Una declaración del ministerio de Información de la RASD conocida
en esta sede denuncia que la actitud de Rabat constituye un desafío
a la comunidad internacional.
El texto apunta que Ross fue designado por Ban Ki-moon y el
Consejo de Seguridad para encontrar una solución justa y duradera al
conflicto del Sahara Occidental que garantice el derecho del pueblo
saharaui a la autodeterminación.
Recuerda que hace un mes ese órgano de la ONU aprobó una
resolución en la cual consideró inaceptable el mantenimiento del
statu quo en el territorio y reafirmó su respaldo a la gestión del
emisario.
El proceso de intercambios irregulares en busca de negociaciones
oficiales que permitan avanzar hacia una solución no registra
progresos sustanciales desde la ruptura de las conversaciones
formales en 2008.
Según el propio Ross, ese estancamiento obedece a que cada parte
continúa rechazando las propuestas de la otra como única base para
futuras negociaciones.
En su más reciente reunión sobre el tema, el Consejo de Seguridad
analizó un informe del secretario general que criticó la
intervención por Marruecos de las comunicaciones de la Misión de la
ONU para un Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso).
Ese documento también reprochó los obstáculos interpuestos por
las fuerzas marroquíes al libre movimiento de los efectivos de ese
contingente.
Al respecto, la declaración del Polisario y la RASD acusa a
Marruecos de querer asumir el derecho de dictar a Ban Ki-moon el
contenido de sus informes al Consejo de Seguridad y decidir las
acciones de su enviado especial.
Agrega que las autoridades de Rabat también pretenden quebrantar
la credibilidad y neutralidad de las operaciones de la Minurso y
bloquear el proceso de paz.
Asimismo, ratifica la voluntad de continuar el apoyo y la
cooperación con el titular de la ONU y Ross para completar el
proceso la descolonización del Sahara Occidental.
El texto saharaui pide al Consejo de Seguridad que adopte las
decisiones necesarias y las medidas pertinentes para salvaguardar y
proteger la autoridad de la ONU y la credibilidad de su trabajo por
la paz en el disputado territorio, reportó Prensa Latina.