Diversas instituciones científicas cubanas manifestaron su apoyo
al Corredor Biológico en el Caribe (CBC), proyecto
medioambientalista a favor de la integración de acciones de
conservación de la biodiversidad global.
Entidades como el Centro de Investigaciones de Energía Solar, el
de Estudios Multidisciplinario de Zonas Costeras y el Oriental de
Ecosistemas y Biodiversidad, confirmaron la disposición de
contribuir, con recursos técnicos y humanos, a la buena marcha de
las diferentes alternativas propuestas, reporta la AIN.
El CBC es un espacio geográfico delimitado que dirige su
desarrollo a favorecer la integración de acciones de conservación
medioambiental entre los Estados de Cuba, Haití y República
Dominicana, y toma como centro de atención al hombre y el
mejoramiento de sus condiciones de vida.
Mark Griffin, representante del Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), subrayó en un taller en esta ciudad
la importancia del proyecto para el desarrollo sostenible de los
países que lo integran, principalmente para el pueblo de Haití.
Esa nación caribeña -subrayó- necesita métodos para educar y
concientizar a sus habitantes acerca de la necesidad de conservar
las especies de flora y fauna que posee y el uso racional de los
pocos recursos naturales con que cuenta, para mejorar la calidad de
vida y refundar sus ecosistemas.
La Unión Europea, el PNUMA y otras organizaciones de diferentes
países son los financistas del CBC, que ya se plantea 59 acciones a
favor de la diversidad biológica, el desarrollo económico y social y
la educación, mediante la participación ciudadana en las comunidades
beneficiadas.
Nicasio Viña, coordinador del Grupo Técnico Cubano, señaló que
uno de los primeros pasos será fijar el espacio geográfico del
corredor, fortalecer la red de Áreas Protegidas -principalmente en
la isla de La Española-, mitigar las amenazas sobre estas áreas y
crear un Centro de entrenamiento de actividades forestales.
Por su carácter insular, el Caribe muestra un alto nivel de
endemismo, al superar en tres veces al bosque del Atlántico
brasileño, en cuatro a los Andes tropicales y en 12 a Mesoamérica;
además posee ocho áreas megadiversas reconocidas de un total de 25 a
nivel planetario.