El
presidente boliviano, Evo Morales, convocó a los pueblos indígenas
del mundo a enfrentar el capitalismo como única opción para salvar
al planeta de los devastadores efectos del cambio climático, reporta
Prensa Latina.
Durante una intervención en el Parlamento de la minoría sami en
Karasjok, al norte de Noruega, Morales subrayó que solo existen dos
caminos: la muerte del capitalismo o la muerte de la Madre Tierra.
El mandatario suramericano, quien llegó el pasado miércoles a
este país en visita oficial, subrayó que los pueblos indígenas
tienen la obligación de desenmascarar a los responsables del cambio
climático, cuyos efectos amenazan a miles de personas, e incluso, a
países.
Para Morales, el capitalismo es el principal enemigo de la Tierra
ya que la convierte en una mercancía, cuando debería tratarla como
algo sagrado.
El dignatario criticó a ese modelo que solo busca ganancias en
detrimento de la naturaleza, y destacó las vivencias colectivas de
los originarios, basada en una vida en armonía con el entorno y
aprovechando su uso para beneficio de la colectividad.
La Madre Tierra puede existir sin el ser humano, pero el ser
humano no puede vivir sin ella", afirmó Morales, quien recientemente
organizó en su país una cumbre sobre el cambio climático, frente a
la deslucida reunión en Copenhague (Dinamarca), en diciembre último.
El líder indígena subrayó que el debate mundial sobre el
deterioro del clima va por "buen camino", aunque no dejó de
reconocer la situación desfavorable existente, originada por la
crisis del capitalismo que se ha extendido a todos los ámbitos.
En el acto de Karasjok, con el cual Morales cerró su visita a
Noruega, el estadista mostró el orgullo y honor que representa ser
el primer presidente que visita el Sametinget (Parlamento del pueblo
sami) desde su inauguración en 1989.
La historia del pueblo samí se remonta a miles de años antes de
que se formaran los actuales estados nórdicos de Europa.
En la actualidad habitan en la región de la Laponia, con una
poblacióncercana a las 80 mil personas que se extiende por Noruega,
Suecia, Finlandia y Rusia, aunque en el primer país reside más de la
mitad.