Cuba dispone de 150 talleres especiales donde laboran
discapacitados, como parte de los esfuerzos para asegurar empleo a
ese sector poblacional.
Estos centros surgieron con la creación de organizaciones de
impedidos y figuran entre las opciones planteadas por el líder de la
Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en el primer congreso de la
Asociación Cubana de Limitados Físicos y Motores (ACLIFIM), a
mediados de los años 80.
En esas unidades trabajan miembros de la ACLIFIM, así como
personas ciegas y de baja visión, sordas e hipoacúsicas, y con
retraso intelectual, quienes producen artículos artesanales con
papel y fibras naturales, y confecciones textiles de alta demanda
popular.
Las provincias con más talleres son Ciudad de La Habana 21, Villa
Clara 16, Matanzas 15, Santiago de Cuba 15, y Granma y Holguín con
14 cada una.
Hay también posibilidades de empleo para los discapacitados en
centros ordinarios, y en trabajos por cuenta propia y en contratos a
domicilio.