El senador demócrata Robert "Bob" Menéndez, uno de los más fieles
representantes de la mafia cubanoamericana en el Congreso, acaba de
ser encontrado con las manos en la masa, al revelarse cómo intervino
en julio ante el Banco Federal de la Reserva a favor de una
institución bancaria al borde de la quiebra, cuyos principales
dirigentes son importantes contribuyentes a su fondo de campaña.
Tarde
o temprano tenía que ocurrir. Menéndez tiene una larga historia de
relaciones controvertidas. Cuando era alcalde de Union City, a
partir de 1986 hasta su elección al Senado, esta ciudad mafiosa se
confirmó más que nunca como paraíso del juego ilegal, de la
extorsión, del fraude y de la prostitución.
Esta vez, Menéndez intentó salvar ilegalmente a sus socios
banqueros de una inevitable bancarrota al pedir la aprobación de la
venta de esta institución, la First American Bank, de Elizabeth,
Nueva Jersey. Si la adquisición hubiese sido aprobada, sus amigos
salvaban su inversión, cuando al banco en crisis se le daban tres
días para encontrarse en la quiebra.
En una carta obtenida y publicada por The Wall Street Journal (WSJ),
Menéndez presiona al presidente del Banco Federal de la Reserva, Ben
Bernanke, para que apruebe la venta de la institución en crisis de
Union City al JJR Bank Holding Co., de Brick, de Nueva Jersey.
Bernanke no siguió la recomendación del senador corrupto y el
First American Bank quebró el 31 de julio.
Observadores en Washington califican de "escandaloso" y
"grotesco" el gesto oportunista de Menéndez para influir en un
proceso administrativo por motivos políticos, mientras el país se
encuentra en medio de una profunda crisis económica marcada por un
desempleo récord.
En su reporte, el Wall Street Journal identifica a los dos socios
de Menéndez como el presidente del First American Bank, Joseph
Ginarte, un abogado que contribuyó con 30 000 dólares al fondo de
campaña del senador, y Raymond Lesniak, un senador del estado de
Nueva Jersey, cuya generosidad hacia Menéndez es bien conocida.
En el 2006, señala el rotativo, organizó en su propio domicilio
una reunión de recolección de fondos, con la presencia del ex
presidente Bill Clinton.
Lo que no mejora su situación es que Menéndez es miembro del
Comité Bancario del Senado y encabeza la campaña demócrata para las
elecciones de este año.
Cuando dirigía Union City, se comparó a Menéndez con el capo
mafioso Meyer Lansky. Ahí constituyó a su manera un enclave del
crimen donde cualquier funcionario e incluso cualquier oficial de la
policía tenían su precio.
En abril del 2006, Menéndez se apareció en Ginebra para atacar a
Cuba ante la Comisión de los Derechos Humanos con su ayudante
personal José Manuel Álvarez, cuya pertenencia a la organización
terrorista Abdala —de la cual fue fundador— es conocida, tal como su
papel en la preparación y la realización del asesinato del
diplomático cubano Félix García, baleado en Nueva York por el
sicario de Omega 7, Pedro Remón.
La historia mafiosa de Menéndez se pega a la de su colega Albio
Sires quien fue alcalde de la ciudad de West New York, vecina de
Union City. Sires también fue conocido por sus relaciones con el
hampa cubanoamericana que desarrolló ahí una extensa red de juego
ilegal y de prostitución.