Análisis de la 45 Serie (2)

Mejores uniformes; mayor atención a la afición

SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu 

Pocos días de comenzar la 45 Serie, los diferentes medios de prensa se hicieron eco de la protesta de los jugadores del equipo Industriales por el arbitrario cambio de color de sus camisetas: del tradicional azul utilizado durante más de cuatro décadas habían sido ataviados esta vez con un gris apagado.

Uniformes atractivos y bien diseñados contribuyen a un mejor espectáculo.

El incidente se resolvió en pocas horas, pero sirvió para llamar la atención sobre la vestimenta del resto de los 15 equipos. Dejaron mucho que desear el diseño —el mismo para todos—, la combinación de colores, la falta de creatividad y de contraste entre pantalón, camisa, gorra y medias, además de los necesarios números en la espalda, en ocasiones poco visibles.

A esto se suma la escasez de tallas diferentes. A muy pocos peloteros les quedó bien el traje —o muy largo, o muy ancho—, como tampoco las gorras. Y ni hablar de los cascos. Conclusión: la 45 Serie Nacional recién finalizada se caracterizó por una deficiencia más que visible en la confección y la calidad de los uniformes, una parte sumamente importante del espectáculo.

No somos incapaces de resolver esta situación porque en años anteriores, incluso en los peores momentos del periodo especial, se confeccionaron trajes de peloteros atractivos, como los de varias Series Selectivas.

Conocidos por todo nuestro pueblo son el esfuerzo y la dedicación de los trabajadores de la Industria Deportiva en la confección no solo de uniformes para el béisbol y los demás deportes, sino también de pelotas y otros implementos.

Pero no basta con el esfuerzo. No se trata solo de la necesidad de recursos, sino también de consenso entre todas las provincias para resolver las dificultades con los colores (Sancti Spíritus e Industriales no pueden vestir ambos de azul, por citar un ejemplo), y la entrega del tallaje de cada uno de los peloteros integrantes del equipo, sin premura, con tiempo suficiente, pues a pocas semanas del inicio de la contienda es imposible entregar un producto de calidad.

Si jugar en terrenos inapropiados constituye un atentado al espectáculo, también lo es ver a nuestros jugadores mal ataviados, con uniformes poco atractivos, mal confeccionados, colores repetidos en más de un equipo (todo el mundo no puede vestir trajes con el blanco, el azul y el rojo en primer lugar), sin elásticos en los tobillos y con gorras de pésima hechura.

El colorido, la elegancia en el vestir, el espectáculo de nivel, contribuyen a crear un ambiente de gusto, incitan a la disciplina y alientan la atracción de asistir a los parques, de la misma manera que hacen trascender una imagen superior de nuestro deporte si tenemos en cuenta que la magia de la televisión no solamente penetra en el ámbito nacional, sino que se aprecia en muchas partes del mundo, gracias a Cubavisión Internacional.

LA AFICIÓN MERECE ATENCIÓN

Si queremos una mayor asistencia al espectáculo deportivo, cambiar esa imagen de estadios vacíos que prevalece una gran parte de la Serie Nacional, hay que prestar una mayor atención a la afición.

La afición merece una atención superior. 

El propio acceso al estadio se convierte, en ocasiones, en una odisea, pues no se abren todas las puertas y la multitud se ve obligada a entrar por algunas que, además, no están del todo abiertas, muchas veces oscuras por falta de una iluminación adecuada en los exteriores y, como se vio por lo menos en un caso, con algunas irregularidades en el pago de la entrada.

Un juego de pelota es una fiesta a la cual acude la familia para pasar un rato agradable observando al equipo de su preferencia y dándole su apoyo en la competencia.

Aun cuando hay dificultades reconocidas por la afición, no cabe duda de que es muy deficiente la facilidad de que la gente pueda pasar un buen rato y satisfacer necesidades como adquirir productos comestibles durante la larga permanencia en los estadios.

Nuestros parques beisboleros, construidos casi todos entre las décadas del sesenta y el setenta como parte de la política revolucionaria de llevar el deporte "tan lejos como se pueda", cuentan con locales apropiados para el expendio de comestibles y bebidas ligeras. Pero, en la mayoría de los casos, esas cafeterías han sido muy desatendidas.

Hay por supuesto excepciones y particularidades en algunos sitios, pero no son pocas las quejas de los aficionados al respecto. En el Latinoamericano —el más espacioso de todos—, la oferta es paupérrima y no satisface a miles de personas que acuden día a día a la instalación. Los aficionados de mayor edad recuerdan los días, no tan lejanos, donde en el Coloso del Cerro se ofertaban pizzas, maltas y un sabroso café criollo, todo con la calidad requerida.

Existe una dualidad. Los estadios son atendidos por el INDER, pero los lugares de expendio de comestibles pertenecen a las empresas gastronómicas municipales del Poder Popular. Son ellas las encargadas de abastecerlos. Lamentablemente esto no funciona. Un ejemplo: en el coloso del Cerro existe un local donde, años atrás, había un restaurante; luego se convirtió en una pizzería, más tarde en una dependencia de la cadena Rumbos y ahora permanece inutilizado.

No sabemos si sería totalmente posible, pero al discutir sobre estos asuntos algunos compañeros recomiendan que se analice por los gobiernos provinciales si no sería conveniente crear alguna estructura administrativa que de manera centralizada asumiera la prestación del servicio en las instalaciones deportivas de mayor nivel.

A pesar de todos estos inconvenientes, nuestra afición es fiel a su deporte nacional y, como apreciamos en los play off, acude en masa a respaldar a sus jugadores.

Es por eso que creemos que amerita un análisis territorial sobre qué pudiera hacerse para ofrecer una mejor atención, un tratamiento acorde con el amor que le profesa al béisbol, esa pasión de millones de cubanos que no dejan de discutir en cualquier esquina o centro de trabajo.

Mejores uniformes y mayor dedicación a la satisfacción de los aficionados son otros aspectos prioritarios que se esperan de la venidera 46 Serie Nacional.

Análisis de la 45 Serie (1)

Análisis de la 45 Serie (3)

Análisis de la 45 Serie (4 y final)

 

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