Contra el fascismo, trincheras de espiritualidad

La Feria –con solo decirlo así, ya sabemos que se trata de la del Libro de La Habana–, es un despliegue de saberes y una confluencia de presentaciones de títulos, paneles y charlas, y la posibilidad de intercambiar con los autores. Además de los distintos puntos de La Cabaña, que acogen buena parte de las más de sus 2 500 acciones, son 18 las subsedes, en toda la ciudad.   

En la Casa del Alba Cultural se efectuó ayer, por ejemplo, el panel Contra el fascismo, en el que participaron los intelectuales Ernesto Limia Díaz y Abel Prieto Jiménez, conducidos por el escritor José Ernesto Nováez Guerrero, Coordinador del capítulo cubano de la Red internacional Antifascista.

Un detallado recorrido sobre el surgimiento y consolidación del fascismo en Europa, y cómo llegó hasta nuestra región, fue departido por Limia, quien partió de un absurdo escuchado por estos días, que refería que el fascismo de hoy nada tiene que ver con el de entonces. «Sería faltar a la verdad histórica», y se refirió a sus similitudes. «Tiene un componente sicológico importante, y su antídoto fundamental es el humor, la poesía, el arte, el cultivo de la espiritualidad».

Abel habló de la necesidad de sumar gente de buena voluntad, y citó al memorable Juan Marinello, cuando en el histórico Congreso Antifascista, celebrado en España, expresó: «No se puede combatir el fascismo sin atacar a su hermano gemelo: el imperialismo».

En la necesidad de identificar los núcleos de resistencia y levantar, como nunca antes, las trincheras de ideas, de las que hablaba Martí, y en las que Fidel insistió, cuando habló de sembrar ideas y conciencia, insistió el intelectual, quien recordó que el nuevo instrumento que usa el fascismo para reclutar servidores son las redes sociales.