ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
«Mantenemos el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, y lo mantendremos», afirmó el Presidente cubano, en diálogo con cineastas. Foto: Juvenal Balán

La 45 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano ha mantenido «la ilusión, la esperanza y, sobre todo, ha ratificado la convicción de que siempre vamos a tener Festival de Cine Latinoamericano», significó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

El Jefe de Estado sostuvo un encuentro con cerca de medio centenar de realizadores, productores, teóricos, promotores y otros artistas e intelectuales vinculados al Séptimo Arte, de la región, del mundo y de Cuba, que participan en la fiesta cultural que es el Festival.

El mandatario quiso tributarles un sentimiento de agradecimiento por la presencia de tantas personalidades en el evento, y reconocer a la dirección y a los trabajadores del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) por su capacidad de organizarlo en medio de las difíciles condiciones por las que atraviesa la nación.

El encuentro estuvo encabezado por Alpidio Alonso, ministro de Cultura, y Alexis Triana, presidente del Icaic, quien agradeció a la dirección del país por todo el apoyo que ha dado al evento.

Según coincidieron los premios nacionales de Cine Manuel Herrera, Mirtha Ibarra y Eslinda Núñez, este ha sido un Festival muy exitoso. A pesar de las tremendas restricciones que hay, como los apagones, los problemas con el transporte y los de la cotidianidad, las salas de cine han estado llenas, comentaron.

La actriz Mirtha Ibarra confesó estar «sorprendida por el entusiasmo, la organización y la masividad»; «no salgo de mi asombro», subrayó. Eslinda Núñez habló de «un público feliz, contento, de salas llenas». Estamos viendo, dijo, «cómo la gente disfruta poder ir al cine, y eso nos llena de satisfacción y orgullo».

El realizador Manuel Herrera recordó el surgimiento del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. Esta edición 45, reflexionó, ha retomado los principios del movimiento, le ha inyectado vitalidad a esta nueva estética, la que siempre ha tenido que trabajar con pocos recursos.

«El Festival, insistió, se ha recuperado con su función inicial, que es mostrar el cine latinoamericano, un cine que es difícil de ver en el mundo, por lo que podemos seguir haciendo mucho y debemos continuar por ese camino».

 

CUBA: PUNTO DE ENCUENTRO

El intercambio entre Díaz-Canel y estas personalidades se inició con los comentarios de la realizadora argentina Paola Becao, quien participa en el Foro de Animación Latinoamericana y Caribeña, una iniciativa que tiene su segunda edición.

Queremos que estos foros se sigan realizando en el Festival, porque Cuba, dijo, «sigue siendo faro y punto de encuentro para los realizadores latinoamericanos y los cineastas de animación».

Esther Hirzel Galarza, directora de los Estudios de Animación del Icaic, comentó sobre los trabajos en esta institución, que desde hace 20 años cuenta con una nueva sede, la que fue impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y que ya acumula más de 1 500 títulos.

Ricardo Cuesta, vicepresidente de la Fundación de Patrimonio Fílmico de Colombia, comentó sobre la restauración de varios materiales fílmicos cubanos, como las Aventuras de Elpidio Valdés y Elpidio Valdés contra el tren blindado. Expresó la voluntad de su institución de ampliar la colaboración, a partir de las tecnologías de última generación de que disponen, así como el empeño por continuar la recuperación de la memoria audiovisual de América Latina y el Caribe, que incluye entre sus ejes los vínculos con la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y con la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.

El cineasta Adrián Carrazco Zenis, codirector de la Cinemateca de Nicaragua, transmitió a Díaz-Canel un saludo del Comandante Daniel Ortega y de la vicepresidenta nicaragüense Rosario Murillo, e informó sobre acuerdos entre la cinemateca de su país y el Icaic, entre ellos la realización de la serie Martí, Gómez y Maceo, en coproducción con varias naciones centroamericanas.

«Cuba, dijo, fue fundamental para que la cinematografía nicaragüense naciera y se desarrollara desde 1979, y ya acumula la distinción de diez de sus obras como Patrimonio Inmaterial de la Unesco».

En el mismo sentido se pronunció Manuel Antonio Villa, presidente del Instituto de Cine de Honduras, quien también transmitió saludos a Díaz-Canel de la mandataria Xiomara Castro. Subrayó la firma de un memorando de entendimiento con el Icaic, y solicitó el apoyo para continuar desarrollando el cine de su país, «no en recursos, sino a partir de su experiencia y la formación».

Especial fue la intervención de la estadounidense Carole Rosenberg, presidenta de la American Friends de la Fundación Ludwig, y quien, desde hace 25 años, dirige el Havana Film Festival de Nueva York. Establecido en el año 2000, este festival se dedica a promocionar el cine latinoamericano o sobre América Latina, y es un ejemplo, dijo Rosenberg, de las relaciones que pueden existir entre Cuba y Estados Unidos aun en las peores circunstancias.

Merecido reconocimiento también se le ofreció a la cineasta jordano palestina Darin J. Sella, quien trajo al Festival su obra Farha, que se proyecta en la Sección Cine desde Palestina, introducida como muestra de solidaridad con ese hermano pueblo.

Darin agradeció al presidente Díaz-Canel por estar siempre al lado de Palestina. El cineasta argentino Tristán Bauer, presidente del jurado del Festival, repasó el largo y duro camino emancipador que han seguido los pueblos de América Latina y del Caribe a propósito del bicentenario de la Batalla de Ayacucho, e hizo un «agradecimiento a Cuba desde la memoria y el corazón», porque, dijo, «el triunfo de la Revolución Cubana también fue fundamental para la cultura de nuestros pueblos», porque «Cuba sigue siendo un faro fundacional».

 

DEFENDER EL FESTIVAL ES DEFENDER LA CULTURA

Díaz-Canel reiteró su agradecimiento a las personalidades internacionales que participan en la cita. Si no fuera por el equipo de trabajo del Icaic, los cineastas cubanos y ustedes, les dijo, no hubiera habido Festival.

Aunque hubiera mucho empeño, aunque hubiera mucha voluntad por parte de Cuba, comentó, ustedes forman parte de la concreción de este Festival en estos duros tiempos, agudizados en los últimos meses, aunque ya llevamos cuatro años sometidos a grandes dificultades, debido al recrudecimiento del bloqueo, reflexionó.

Tras comentar que Cuba tiene la experiencia y está preparada para enfrentar los desafíos por venir; la apuesta de nuestro país, dijo, es ser capaces de crear más riqueza material para distribuir con justicia social, y es ahí, explicó, donde está también la defensa que hace la Revolución de la cultura y la defensa de un espacio como el Festival.

Nosotros, argumentó, estamos empeñados, y lo lograremos, en tener una mejor situación económica, «pero si desde ahora, en tiempos de crisis, no trabajamos con la cultura, no trabajamos por desarrollar una vocación humanista en nuestra gente, una espiritualidad que se alimenta desde la cultura, que se alimenta desde el cine, cuando tengamos riqueza material, ¿en qué nos vamos a diferenciar de los que tienen mucho y lo reparten mal?».

En medio de las situaciones más complejas, aseguró, nosotros «tenemos que desarrollar ese humanismo, ese sentimiento de solidaridad, sentimientos emancipadores, de cooperación, de colaboración». Es por todo esto que «mantenemos el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, y lo mantendremos».

Pero no es lo único. Hace un mes tuvimos el Festival Internacional de Ballet, estamos en medio de una Bienal de La Habana, con todas las tendencias de las artes plásticas, y ahora este Festival, en el que coinciden todas las tendencias del audiovisual.

Tras subrayar que este es un Festival que ha sido leal a sus fundadores, como Fidel, García Márquez y Alfredo Guevara, Díaz-Canel aseveró que «ni el bloqueo más fuerte del mundo podrá impedir que sigamos siendo referencia en materia cinematográfica, porque –expresó– en medio de vicisitudes económicas y energéticas, este evento es la prueba de la valía de nuestro pueblo».

En Cuba, reiteró, «siempre va a haber Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, y va a haber Festival porque están ustedes, los que nos visitan, los que comparten también nuestras ideas, y porque está el equipo del Icaic, y el de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, nuestro Ministerio de Cultura, nuestras instituciones trabajando también en este empeño. Entonces, que viva el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano».

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