
«Agroecología en Décimas», libro del poeta y narrador Víctor Domínguez Rodríguez, obtuvo particular atención del primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, cuando éste sostuvo un encuentro con los residentes de la comunidad rural El Uso, en Velasco, ocasión en la que el autor, al hablar sobre la necesidad de producir alimentos, leyó una de las 35 composiciones de la obra.
Una vez que el creador aclaró, que, además de ser fiel a los rigores técnicos del género, se atiene a lo científico, al recurrir a frecuentes consultas con los especialistas de la Unidad de Extensión, Investigación y Capacitación Agropecuaria, con sede en Velasco, al Jefe de Gobierno le pareció apropiado mirar hacia la obra como una guía para impulsar el desarrollo de la agroecología, porque esta incide en la inocuidad de los alimentos y contribuye a reducir la dependencia de los productos químicos empleados en el tratamiento de los cultivos, razones por la que emprender esfuerzos para tratar de editar la obra en Cuba y distribuirla.
Antes, Víctor le había explicado que el libro fue impreso en México y comercializado allí, así como en Estados Unidos y parte de Europa.
Con el fin de entender las motivaciones del joven poeta, se debe aclarar, que, nacido entre labradores, el embrujo de los olores de la tierra y los cultivos influyó de tal modo en él, que optó por la carrera de agronomía hasta obtener el título de ingeniero en la especialidad y aplicar los conocimientos en la Finca de los Salcedas, en los alrededores de La Nasa.
En la actualidad, a la par de aplicar procedimientos agroecológicos por los provechos que reportan – el año pasado, junto a su padre, logró cultivar y vender una considerable cantidad de viandas, granos y hortalizas–, desarrolla una inteligente labor pedagógica en la que recurre a las décimas, de indiscutible arraigo en los campesinos cubanos.
Trichoderma es un producto/que actúa contra fungosas/enfermedades monstruosas/de un desenlace abrupto/ a raíz, tallo, conducto/puede afectar de año a año /pero ganas en escaño si utilizas Trichoderma/pues la planta que se enferma/ya no sufre más daño, describe en una de esas composiciones.
Su propósito lo refrenda en la Nota de autor que encabeza el libro: «A pesar de todos los esfuerzos de científicos, investigadores y veladores por el bienestar medioambiental, aun dentro de la agricultura, se ha hecho difícil convencer a los productores que la Agroecología es una solución viable y racional para la sostenibilidad alimentaria, también económica».
Asimismo, en la contraportada define: «…expreso las actividades que hago cotidianamente para mantener mi postura ecologista, las cuales van desde las cercas vivas hasta la utilización de medios biológicos, deteniéndome en el cuidado y la preservación del suelo».
Al reflexionar sobre este libro, es acertado recordar a los directivos de las editoriales cubanas y a cualquier otro gestor relacionado con la labor de aquellas, que la integralidad de sus esfuerzos y resultados debe tener en cuenta el pragmatismo de urgencias, en este caso el posible aporte al incremento de la producción agrícola.
Este razonamiento incluye la importancia de tener en cuenta misiones sociales sin que ello implique concesiones estéticas y de otros tipos que afectan a la literatura en general, al tiempo que reconoce las limitaciones objetivas que inciden en el incumplimiento de compromisos contraídos con autores.
Y jamás pondrá a un lado la evaluación constante de las nuevas creaciones literarias que apuntalan a la cultura en su afán de establecer sedimentos espirituales básicos para vivir lo más pleno posible, aun en medio de severos y agotadores embates materiales.
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