«Elpidio Valdés es un personaje emblemático de Cuba, y Juan Padrón, uno de los padres de la animación en América Latina. Ha sido un honor trabajar con estos materiales que muestran cómo se puede narrar nuestra historia a través de los animados», afirmó en conferencia de prensa, Alexandra Falla, directora de la Fundación del Patrimonio Fílmico Colombiano.
En la sala Héctor García Mesa, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), en ocasión de la Muestra de Cine Colombiano –que se desarrolla en la capital desde el martes último y hasta hoy–, Falla se refirió a la entrega y la exhibición en el país de los dos primeros animados del coronel mambí, restaurados digitalmente por la institución que dirige: Aventuras de Elpidio Valdés y Elpidio Valdés contra el tren militar, a tenor de un convenio de trabajo entre ambas entidades.
La Muestra, a la que asiste una delegación de realizadores y actores colombianos, incluyó en su programa –en los cines Charles Chaplin y 23 y 12, y en el patio de la Cinemateca de Cuba– la exhibición de tres clásicos del cine mudo colombiano que cumplen cien años en 2024: Madre, Aura o las Violetas y La tragedia del silencio.
Asimismo, proyectó el documental restaurado de Jorge Fraga, Juegos Panamericanos, resumen del evento deportivo de 1971; y el drama El otro hijo (2023) de Juan Sebastián Quebrada, con la presencia del protagonista del filme, Miguel González, joven de 18 años, galardonado con el premio Macondo al mejor actor.
El conflicto armado, la pérdida de un hijo y el acoso escolar figuran entre los temas de los audiovisuales puestos a disposición del público, en una selección que aúna lo más clásico de la cinematografía de esa nación, junto a la producción contemporánea; la cual vive, según se explicó, «un momento prometedor».
Falla dijo confiar en que este «sea el comienzo de muchas cosas que podamos hacer en conjunto». Nuestras culturas tienen muchas similitudes –resaltó– y son un elemento de cooperación y alianza entre los países, que nos permite ser más fuertes; los del Caribe tenemos una identidad compartida. «No podemos narrar la historia de la televisión colombiana sin los cubanos», ejemplificó.
Entre los visitantes colombianos se encuentra Gustavo Nieto Roa, director de algunas de las películas más taquilleras de su país, reconocidas por reflejar la colombianidad, como El taxista millonario y El inmigrante latino; a la Muestra trajo su filme Mariposas verdes.
La realizadora y directora Carmen Teresa Saldarriaga, también parte de la delegación, elogió la voluntad política, evidenciada en el trabajo del Icaic, para apostar por el audiovisual, que «define este siglo». De igual forma, reflexionó sobre lo vital de tener un circuito de distribución que no esté subordinado a lo comercial: «No es que a los colombianos no les guste su cine, sino que no se lo muestran. La gente prefiere verse en las historias».
La Fundación del Patrimonio Fílmico Colombiano tiene entre sus prioridades la devolución del patrimonio a sus países de origen, la salvaguarda de la memoria audiovisual y el trabajo conjunto entre los archivos latinoamericanos.










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