ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Obra de Ernesto Rancaño.

Conmemoramos hace unos días, en medio de la emergencia energética y la amenaza del huracán Oscar, el 20 de octubre, y en nuestra historia es un día de consagración patria; parte de una trascendental lista de días llenos de mística espiritual y de épica revolucionaria.

Montado en su caballo, el bayamés Perucho Figueredo hacía vibrar de una emoción inigualable el camino de la libertad. Un himno devendría llamado permanente a la lucha por Cuba y para Cuba. Y ahí, el 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, se reafirmó una de las esencias patrias: nuestra cultura de resistencia.

Hay raíces muy sólidas que, sin darnos cuenta, quizá por el convulso y desequilibrado presente, nos arman de una fuerza natural y muy propia de los cubanos, que misteriosamente nos hace resistir; que no significa resignarse a vivir una dura realidad, mucho menos conformarse con la situación que vivimos sin hacer lo necesario por cambiarla para el bien de todos los cubanos, ni asumir una actitud contemplativa de lo mal hecho.

Es una resistencia que se eleva por encima de los obstáculos, dificultades, ataques despiadados, desvaríos cometidos. La que hizo posible nuestras gestas heroicas por la independencia de la Patria, que mucho antes abrazó a nuestros aborígenes y a los esclavos, que bajo el yugo opresor levantaron también su mano redentora.

Resistir, para nosotros los cubanos, es un acto de heroicidad, de sentido común (cuánta falta les hace a muchos tenerlo), de coherencia discursiva en la continua arenga revolucionaria, para salir al camino con la adarga al brazo. Resistir, para nosotros los cubanos, es dignidad plena; es coraje y firmeza en las ideas, en las doctrinas, en los postulados éticos que nos han definido siempre.

Se resiste el embate enemigo, ese que pretende asfixiarnos desde mucho antes del triunfo de la Revolución; y no es fácil, todo lo contrario; ante el recrudecimiento de una guerra preñada de terror contra el pueblo cubano, bajo el asedio permanente del peor de los monstruos, ese que nos desdeña, que nos pone su bota encima, que envenena las mentes y conquista, como clásico dominador, para manejar a su antojo el pensar y el sentir de quienes caen o sucumben ante ese veneno mortal.

Es el no rotundo al imperialismo cuyo rostro principal está allí, en Estados Unidos, en ese sistema avasallador, en esa política criminal de bloqueos y ataques cognitivos, sicológicos, de proporciones incalculables. Es el No firme a la guerra mediática y cultural que se nos hace.

Volvamos a Martí, al guía espiritual de la nación cubana: «De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace, ganémosla a pensamiento». Y es también una guerra de sentimientos; por eso sentipensemos la Patria con nuestra historia como escudo, el orgullo de ser cubanos dondequiera que estemos, aun en las peores circunstancias.

Resistir es un llamado a la unidad como garantía de supervivencia. Unidos somos más fuertes, se consagra mejor la resistencia. No olvidemos nuestras esencias, como aquel concepto de Patria: «Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas». El Apóstol de la Independencia así lo definió porque estaba convencido de que teníamos un sentimiento común, una nube de ideas que nos mantendría siempre con el remo de proa, una identidad que nos hace cubanos, una cultura que expresa nuestra forma de hacer y de ser.

Nuestra cultura de resistencia ha de hacernos cómplices de la virtud, dignos herederos de toda una pléyade de mujeres y hombres que derramaron su sangre por nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Y esto nos convida, con todas las fuerzas, a mantener incólumes los principios que han marcado la resistencia de los cubanos. Es la expresión ética de un pueblo que ha sabido superar cada drama vivido.

No podemos olvidar aquello que nos fortalece, que nos abraza en medio de la cruenta realidad, que nos ha de recordar todo el tiempo que nuestra Revolución es de los humildes, por los humildes y para los humildes. Es la presencia permanente de Fidel, su definición de Revolución.

Nuestra cultura de resistencia nos llama a vivir la Revolución, no a vivir de ella; nos llama a sembrar ideas y conciencia, no a albergar sentimientos egoístas y de exaltación de lo material; nos llama a salvaguardar el tejido espiritual de la nación, jamás a dividirnos, a destruirnos nosotros mismos.

Hay una osamenta, una raíz muy profunda, un carácter emancipador y liberador de las cubanas y los cubanos. Hay humanismo y cultura de paz, hay amor por encima de todo, hay solidaridad manifiesta. Hay valores identitarios que tenemos que defender, hay una historia que nos protege, un presente desafiante que nos pone en tensión, pero del que sabremos vencer para el porvenir mejor que necesitamos y que está en nuestras manos crear.

La Patria nuestra ha sido soñada, pensada y cantada. Es el sueño, el pensamiento y el canto de un pueblo que no se rinde, que no es blandengue, que se levanta, que ama y funda.

Con todos los dignos, y para el bien de todos, porque ser patriotas es no ser egoístas, porque pinos nuevos son aquellos que defienden un mismo ideal (el amor a la Patria y su defensa bañada de sacrificios, sin importar la edad biológica), porque hacer es la mejor manera de decir; y decir es hacer si se dice a tiempo; cantemos hoy, con más fuerza, sentimiento y orgullo que ayer, nuestro himno nacional. En sus versos está la esencia de la Patria.

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Olga González dijo:

1

11 de noviembre de 2024

06:34:16


Esas raíces nuestras sin dudas salen a la luz mucho más fuertes en momentos tan difíciles como estos que estamos viviendo los cubanos y que son prueba de la solidaridad que siempre nos ha caracterizado

Basilio Garcia dijo:

2

11 de noviembre de 2024

08:33:33


Es extraordinario como Rancaño ha logrado una fotografía en prosa de " David" y " Goliat" Felicidades.

Merkis Méndez dijo:

3

11 de noviembre de 2024

12:55:00


Fe y Patriotismo... Con Dios delante y esfuerzo de todos, renacerá la Patria de Martí y Fidel. Ahora es que se sabe quién es de verdad revolucionario y quién sólo lo es de apariencia. Ahora se separan los niños de los Hombres y Mujeres...

Alicia Conde Rodríguez dijo:

4

11 de noviembre de 2024

14:15:08


Gracias querido amigo. El país no se entregará a nadie. Trabajar es lo único que nos salvará en todos los órdenes. Cuba es y será nuestra.

Aída Saúco Méndez dijo:

5

11 de noviembre de 2024

22:14:20


Los jubilados antes del Ordenamiento necesitamos que se equiparen las pensiones con los de los jubilados después. Al momento de jubilarme recibi una pensión que consideré justa, acorde con mi trayectoria laboral y los salarios devengados. Esa pensión de 495 pesos, representaba más de dos veces el salario mínimo de entonces, en correspondencia con mi aporte. Para otros podía ser menor que el salario mínimo de entonces o más, pero acorde a la trayectoria, fruto de la conquista de los trabajadores en su devenir histórico, hecha realidad con la Revolución. Con el Ordenamiento, por criterios economicistas (en mi opinión, superficiales) y sin respeto alguno a la proporcionalidad, se hicieron agrupaciones arbitrarias y se establecieron pensiones que ni siquiera llegan al límite inferior salarial establecido en el nuevo contexto legislativo. Esa medida, muy injusta, desbarató cualquier concepción de jubilación digna para mí y para muchas personas. Esta situación se hizo aún más humillante con la deplorable conducción de la economía, la conocida inflación y subida de precios que enfrentamos todos los cubanos. De este modo, los ahora ancianos, otrora protagonistas de la épica revolucionaria, quedamos DESCALIFICADOS, SUBVALORADOS y DISCRIMINADOS: somos los jubilados ANTES del Ordenamiento. Olvidaron sin dudas los que tomaron esa decisión el precepto martiano: "Todo el que sirvió es sagrado". Se entendió de inmediato que era injusto para los militares y ágilmente se solucionó pero para el resto: nada. Si un trabajador cuando se jubiló recibió una pensión equivalente a tres veces el salario mínimo de ese momento, debe recibir hoy tres veces el salario mínimo actual. Hay que restablecer la proporcionalidad. ¡Necesitamos proporcionalidad! Sin eso no hay justicia social. Otra forma de buscar esa adecuación pudiera ser equiparando la pensión a la que correspondería por el salario actual de la plaza en la que se jubiló ese trabajador. Quizás puedan ser otras las alternativas pero no puede ser opción que este asunto pareciera no existir, mientras se está atropellando la dignidad de toda una generación. No son simples palabras: dignidad es decoro, honor, merecimiento, respeto, honra. Se arrebató lo que se merecía. Se atienden de alguna manera los sumidos en extrema pobreza que para eso existe la asistencia social, pero no se reconoce con justeza el aporte individual de cada cual. En mi mente: Martí, "...el que intenta rebajar el decoro de otro hombre, lo que rebaja es el propio suyo..." En nuestro espejo se miran hoy nuestros hijos que hoy emigran y que juzgan, como lo hacemos nosotros mismos, el actuar de los que no hacen nada por revertir este sinsentido. " En la justicia no cabe demora: el que dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí", dijo también Martí y esto ya se ha demorado mucho, demasiado. Ya son muchos los que han muerto quizás pensando que "esto, con Fidel, no hubiera pasado". Este asunto que habla muy mal de la justicia social en un país que se supone, por el sistema social que escogimos, sea ejemplo para otros y que hoy, por la atención a sus ancianos, avergüenza. Que nadie me de como explicación que "No hay presupuesto para respaldar el incremento de las pensiones a los jubilados antes del Ordenamiento", pues año tras años veo como aparecen nuevas estructuras y no decrecen las plantillas en la administración pública, al tiempo que no se concreta la planificada, desde los Lineamientos, revisión a ese abultado aparato y al sector presupuestado en general. Esto demanda de prioridad política. Se trata de entender que este asunto es importante pues se ha traicionado a los que trajeron la Revolución hasta aquí. Eso no es cualquier cosa.

Dimitrios Kantartzopoulos [Grecia] dijo:

6

12 de noviembre de 2024

02:25:56


Por todas estas razones, mi alma estara siempre en Cuba contra a los imperialistas.

Sobeida Padilla Proenza dijo:

7

13 de noviembre de 2024

21:42:23


#TenemosMemoria. #LoPrimeroQueHayQueSalvarEsLaCultura Seamos culto y seremos mas libres. Excelente articulo. Andamos de las manos como cuadros bien apretados los pinos nuevos de los pinos viejos para salvar la Revolución