José Martí se graduó, en 1874, de Licenciado en Derecho Civil y Canónico, y Licenciado en Filosofía y Letras, con calificación de sobresaliente, en la Universidad Literaria de Zaragoza. Este último título lo mereció un día como hoy, hace 150 años. Por faltarle el dinero (240 reales) para obtener los documentos, marchó a México, dejando detrás su periodo de destierro en España, sin poder llevarse consigo ambas credenciales.
No olvidó jamás Martí sus años zaragozanos, en los que, por la calidez del lugar y de su gente, no se sintió nunca extranjero, y en sus Versos Sencillos dejó escrito que guardaba en su corazón aquel sitio «franco, fiero, fiel, sin saña» que lo cobijó cuando, desde Madrid, decidió trasladarse hacia aquella ciudad aragonesa, «donde rompió su corola / la poca flor de mi vida».
La Universidad de Zaragoza, el mayor centro de educación superior del Valle del Ebro, celebró en 2017 su aniversario 475 de fundada. En ese contexto, se le otorgó, a título póstumo, la Medalla de Oro, la más alta distinción que entrega la Casa de Altos Estudios, a José Martí, considerado por la dirección del centro «egresado ilustre».
En conversación con Granma, a propósito del reconocimiento, que fue aprobado por unanimidad, José Antonio Mayoral Murillo, rector de la Universidad de Zaragoza, explicó, en la ocasión, que la Institución considera a José Martí como una de las figuras de las que tiene que estar orgullosa. «Creo que así hemos pagado esta deuda que teníamos. Es importante que se sepa que estuvo aquí, que se formó aquí, Martí es un poco nuestro».
Francisco Beltrán Lloris, vicerrector de Internacionalización y Cooperación, ofrecía entonces también sus referencias: «Como universidad, haber tenido la oportunidad de formar a un personaje que tuvo y sigue teniendo un peso tan importante en Cuba, haber contribuido a que el carácter, la formación de Martí lo llevara a desempeñar la obra que realizó, es una fuente de orgullo, subrayada por los múltiples guiños que a la figura de Martí se le ha hecho en la Universidad de Zaragoza en los últimos años».
Los títulos universitarios del Apóstol fueron solicitados, por medio de la Universidad de La Habana, a la Universidad de Zaragoza, en 1995, en el centenario de su caída en combate. El centro confeccionó los documentos en ese año, por lo que ambos certificados tienen esa fecha de expedidos.
Posteriormente les fueron entregados al Estado cubano, y recibidos por Armando Hart Dávalos, entonces ministro de Cultura, en el contexto de un evento de pensamiento sobre José Martí. En el Paraninfo de esa Universidad quedó entonces colocado un busto del Héroe, uno de los más preclaros estudiantes graduados en sus predios.












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