Ramona de Saá, uno de los pilares fundamentales en el ámbito de la enseñanza del ballet en Cuba e Iberoamérica, que contribuyó a la formación de casi todos los bailarines cubanos y extranjeros que se graduaron en la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, desde su inauguración hasta la actualidad, partió a la inmortalidad este 17 de abril, en La Habana, a la edad de 84 años.
Su adiós nos hace recordar su inagotable abnegación al trabajo, expresado por ella misma en una entrevista publicada en estas páginas, en 2018, cuando se hallaba al frente de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso: «Hoy me gustaría no descansar porque jamás dejaría de venir a la escuela a dar clases, tener más tiempo para escribir la historia de esta escuela que también es mi vida, donde he tenido buenos y malos momentos que han sido compensados con creces cada vez que un estudiante se gradúa, ya sea del país o extranjero, y luego ves sus nombres entre los mejores solistas de casa o del mundo».
Paralelamente a su desempeño como bailarina del Ballet Nacional de Cuba, De Saá desarrolló una trascendental labor pedagógica que inició en la década del 50, cuando aún era alumna de la Academia de Ballet Alicia Alonso. Fue una de los profesores fundadores de la Escuela Nacional de Arte; Metodóloga Nacional de la Dirección de Enseñanza Artística (actual Centro Nacional de Escuelas de Arte, Cneart), y Directora de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso.
Asimismo, fue promotora y organizadora de los Festivales de Escuelas de Ballet y Danza que se celebraron durante varios años en distintas provincias cubanas y, posteriormente, fungió como directora de los Encuentros Internacionales de Academias de Ballet y de los concursos internacionales para estudiantes de ballet que, desde 1994, se desarrollan en La Habana.
La ensayadora, conferencista, repertorista, considerada como una de las maestras de ballet más sobresalientes de Latinoamérica, impartió seminarios, cursos, talleres y clases magistrales para alumnos y profesores de otras partes del mundo.
La maestra ostentó el rango de Profesora titular adjunta de la Facultad de Arte Danzario del Instituto Superior de Arte de Cuba, institución que en el año 2000 le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en Arte Danzario. Por su notable trayectoria, fue Premio Nacional de Enseñanza Artística 2002, y de Danza en el año 2006.
Dedicación, amor, entrega absoluta, rigor profesional dentro de la especialidad, inteligencia, abnegación, talento y una extraordinaria capacidad para el magisterio, siempre distinguieron a Cheri, como cariñosamente la llamaban.
Grande es el dolor por su deceso. El Presidente Díaz-Canel, en su cuenta de X, expresó que «su obra se multiplica hoy en cada uno de sus alumnos». Muchos de sus discípulos que se desempeñan como bailarines y coreógrafos en compañías de danza de todo el mundo, también han expresado a través de sus redes sociales el amor, la admiración y la gratitud infinita a su querida maestra Cheri.
Triste noticia el fallecimiento de la gran bailarina cubana, Ramona de Saá, quien dedicó buena parte de su vida al magisterio y su obra se multiplica hoy en cada uno de sus alumnos. Enviamos un fuerte abrazo a su familia, amigos, compañeros y discípulos. pic.twitter.com/xrUm0aFZOC
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) April 17, 2024










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