ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Pedro Beruvides

Cada cubano tiene una versión de Juana Bacallao. A base de historias apócrifas y reales, exageradas o improbables, ingeniosas y chispeantes. Una Juana que se ha ido reinventando con el tiempo, hasta estallar como estrella rutilante a la hora de marcharse, como lo hizo el sábado 24 de febrero en La Habana, a los 98 años, en medio de rumores de una muerte anunciada.

Sea cual sea la versión de Juana, desde que adoptó como nomwbre artístico el de la guaracha compuesta por su mentor y guía inicial, el maestro Obdulio Morales, nadie podrá pasar por alto la absoluta originalidad de su desempeño, el histrionismo desbordado en sus interpretaciones y la fidelidad hacia la música cubana.

Se ha dicho que fue y es única e irrepetible, jerarquía que comparte con unos cuantos pocos elegidos en el panteón de la cultura insular. Pienso en estos momentos en Bola de Nieve y Luis Carbonell, únicos e irrepetibles, también a base de talento, estudio, consagración. Juana era otra cosa, espontánea e inclasificable, en apariencias imprevisible y caótica, pero con un sentido muy bien organizado de lo que quería y esperaba de la escena. Santísima trinidad en la que se da la mano, cada quien con estilo y proyección propios, con Celeste Mendoza y Celia Cruz.

Si una palabra encaja a plenitud en ese ejercicio suyo que fundió genio y figura en una sola pieza, es delirio. Juana fue delirante de principio a fin. Me contó el polifacético artista villaclareño, Alberto Anido, que una noche, en los años 80, convenció al inefable Samuel Feijóo para que lo acompañara al cabaret Venecia. Feijóo puso mala cara, hasta que apareció en proscenio una negra de baja estatura y raigal sentido rítmico, con sus ocurrencias. El escritor dio un brinco: «De dónde salió esta mujer. Es un güije, un relámpago. Puro delirio. Nunca había visto aquí a una criatura tan loca como yo».

Por esa época aprendí a calibrar lo que representaba Juana para el mundo del espectáculo. Mucho antes la había descubierto en el salón Guanaroca del hotel Jagua, de Cienfuegos, cuando La Caperucita se divierte salió de los predios del Capri a conquistar parte de la Isla. Los Memes, Dandy Crawford, Maggie Prior y Juana causaron furor. Juana regresó al Guanaroca en los años 80. La llevé a la redacción del diario cienfueguero 5 de Septiembre para entrevistarla. Fue una entrevista colectiva, pues ningún colega permaneció al margen. Al responder a la obligada pregunta sobre sus inicios, nos sobrecogió; la Juana de respuestas rápidas y humor trepidante, desapareció. «Yo era pobre, muy pobre, huérfana y sin recursos. Me costó muchísimo que no me vieran así, no sentirme así». Y se le humedecieron los ojos.

De entonces a acá, muchas otras capas sumó Juana a su personalidad. Pelucas y más pelucas, lentejuelas y más lentejuelas, tacones y más tacones, dicharachos y más dicharachos, decidiendo cómo hacerse sentir con el grupo Tiembla Tierra, y renuente a dejarse ver de día, pues las estrellas solo salen de noche.

En una estampa sobre la artista, el poeta Miguel Barnet escribió: «Ella rompió los moldes atávicos del racismo y sanó sus heridas con un grito de ironía cáustica que a todos nos hechizó. Ella es Juana y su espejo, Juana y su doble…».

Hay que estar de acuerdo con su biógrafo, Lázaro Caballero Aranzola: «Juana no ha sido más cubana porque no le fue posible; vivió muchas vidas, fue un complemento del sentir de Cuba».

 

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Hussain Al-Hadithy dijo:

1

26 de febrero de 2024

13:31:47


Juana Bacallao fue muy querida por todos, dentro y fuera de su querida patria Cuba, que tanto amó. Hemos perdido a la más popular del arte cubano. Juanita, como cariñosamente la llamamos, fue única y seguirá siendo única,..

Telesforo (Deutschland) dijo:

2

27 de febrero de 2024

05:26:53


Excelente comentario,solo que le agrego algo : estará en el olimpo con nuestra primerísima Rosita fornés , artista a la que Juana admiró siempre y decia : " yo quisiera ser como Rosita fornés ", aunque ya nuestra Juana estaba emparejada con nuestra Fornés. Se le recuerda en los años 80 del siglo pasado en los "inolvidables " Premios del Girasol de Opina,, como una de las grandes ,junto a las y los grandes de aquella época , (algunos ,por supuesto ) como La Fornés, Annia Linares, Mirta Medina, Beatriz Marquez, Farah María, Alfredo Rodríguez, Rebeca Martínez, Amaury Perez Vidal. También la recordamos en el programa de esos años de Hilda Rabilero "Contacto ", a la que asistió varias veces . En fin que Juana, siempre fue Juana y será Juana La cubana. Que en paz descanse.

Juan dijo:

3

27 de febrero de 2024

15:30:26


Duele mucho perder a una artista Única e Irrepetible de la Cultura universal cubana como lo fue Juana Bacallao, y también dolió ver la falta de empatía en su velatorio, en su entierro y despedida, y eso menos mal que el mundo entero lo vio...