Caracas, Venezuela.–En sus bolsillos lleva siempre un paquete de cartas o un pañuelo. «Por si alguien me identifica en la calle y me pide un truco», dice. De Cuba trajo en su maleta los utensilios para hacer magia, el uniforme de enfermero y esa forma tan nuestra de salvar vidas y almas.
Héctor Eduardo Carmona, del municipio especial Isla de la Juventud, trabaja hace casi dos años en el estado de Barinas, y junto a un centenar de cooperantes protagonizó el Tercer Festival Nacional de Artistas Aficionados de las Misiones Sociales en esta nación.
Durante dos jornadas, los internacionalistas que resultaron ganadores a distintos niveles, ofrecieron un espectáculo cubanísimo en la Universidad Simón Rodríguez y en la Casa del Artista. A través de la literatura, las artes plásticas, la música, la danza y el teatro, llegó hasta esta nación un aire proveniente de la Patria de Martí y de Fidel.
Quienes «se robaron el show» no son artistas profesionales, sino que, a sabiendas de su talento en algunas manifestaciones, hacen más feliz la estancia de sus compañeros, entre el trabajo y la nostalgia.
El mago Héctor asegura que los días que tiene franco, y se convoca alguna actividad dentro de la Misión, se presenta entre sus coterráneos. La magia también lo ha ayudado a curar personas. «A los pacientes les llevo mis cartas y algunos de mis utensilios, para que se sientan cómodos, se despreocupen un poco de su patología, se distraigan. Con eso les transmito energía positiva», cuenta.
Para los aficionados que participaron en esta cita, tener la oportunidad de presentarse en un escenario venezolano es una de las mejores cosas que les han sucedido. Ellos comparten, como el mago, su profesión con el amor por el arte.
En la primera jornada del certamen, Yohana Naranjo, directora del Sistema Nacional de las Culturas Populares, pidió un aplauso para los de la Mayor de las Antillas. «Estar cerca suyo es un aprendizaje constante», dijo.
La especialista, quien fungió como jurado en la manifestación de teatro, aseguró, además, que «hay mucho talento dentro de nuestros compañeros cubanos. En este escenario hicieron gala también del arraigo que tienen con su país, la dedicación, la organización y el trabajo en equipo. Eso nos han enseñado».
Durante el encuentro, se celebraron los 19 años de la creación de la Brigada de Instructores de Arte José Martí. Y son ellos, precisamente, los que en distintos estados de esta tierra, van corazón adentro llevando el arte y la cultura a cada comunidad.
De ahí que en la gala de clausura se les entregase el Sello Conmemorativo 26 de Julio, y la Distinción por la Cultura y el Humanismo.












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