ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Joseíto Fernández, gloria de nuestra cultura. Foto: Osvaldo Salas

Fue el escritor, periodista y profesor Argelio Roberto Santiesteban Pupo, autor del libro El habla popular cubana de hoy, quien publicó en su blog personal Flashazos, que alguna vez Joseíto se definió como un «cubano hasta los tuétanos». Se afirmaba, además, que jamás aceptó salir del territorio nacional. «Quizás el corazón cubiche se le hubiese marchitado por pasar unos días a miles de millas de su casita de Gervasio número 658, entre Estrella y Maloja», se lee en el texto.

Este 5 de septiembre, cuando se cumple el aniversario 115 de su nacimiento, difícil es no recordar la figura de quien se ganó el nombre de El Rey de la melodía, además de ser el autor, quizá, de la canción cubana más internacional que exista en la historia de la música cubana, en especial, entre las guajira-son que atesora nuestro patrimonio musical.

«Será vendedor de periódicos o de billetes de la lotería, o zapatero remendón», cuenta el autor, pero fue la música la que definitivamente marcó su vida humilde y trabajadora, y sobre todo, de apego y amor por Cuba, y su ciudad natal, La Habana.

Bautizado como José Fernández Díaz, ya en 1940 era artista exclusivo de la rca Víctor. Tres años después, participando en el circuito cmq de un programa radial llamado El suceso del día, con Guantanamera narraba, como un cronista, los hechos de la página roja.

Durante 14 años, a la una de la tarde, cotidianamente, la nación se paralizaba para escuchar el programa de aquel hombre delgado, recto y serio, que llevaba siempre en su cuerpo una de nuestras más típicas confecciones, signo de patriotismo y cubanía: la guayabera. Quien lo haya visto y oído cantar, puede, al cerrar sus ojos, presenciar su delgada e impecable imagen.

Joseíto, que ya era querido por todo el público cubano, se hizo, a partir de 1963, más querido aún, y fue cuando su nombre y su obra trascendieron universalmente. Sucedió que el cantante estadounidense Pete Seeger, durante un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, unió a la música de Guantanamera los versos martianos.

Aunque escribió e interpretó otras canciones, entre ellas Homenaje a la Virgen de Guadalupe, junto a Celina y Reutilio, Tu tierra y libertad, Amor de madre y El canto de mi sinsonte, ninguna llegó a ser tan popular como Guantanamera o su versión Guajira Guantanamera, que es como más se le conoce.

Interpretada también por Benny Moré, Demis Roussos, Libertad Lamarque, Paul Muriat, Luciano Pavarotti, entre sus cientos de versiones, nunca dejará de tener esa gran fuerza que su autor le impregnó sin saber todas las vueltas que daría fuera y dentro del país. Estar lejos de la Isla y escucharla es percibir un estremecimiento que se traduce en un profundo sentimiento de amor por nuestra tierra y cultura cubanas. 

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Raiza dijo:

1

4 de septiembre de 2023

10:39:44


El Rey de la melodía una voz insustituíble, que hoy la escuchas te emocionas y no te cansas de oir la Guantanamera porque es un regalo muy especial al oído. Que no quepa la menor duda.

Juan Carlos Subiaut Suárez dijo:

2

4 de septiembre de 2023

14:22:08


Otro aspecto a destacar de la figura de Joseíto Fernández es su humildad extrema, aquella que le hacía compartir con cualquiera, incluso en medio de una atestada guagua en plena Reina en los años 70, y hacerle sentir cómodo ante su presencia. Tengo una experiencia personal, yo niño, azorado ante su presencia, él magnánimo, se inclinó, agarrándose de un extremo del pasamanos de aquella Leyland, y me estrechó la mano con afecto.