ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
F. Mond. Foto: tomada del perfil de Facebook del escritor

Cuando muere un artista o un autor, si es de los que ha dejado su huella en mí, busco de inmediato su obra. Volver a su música, o a su escritura, es la mejor manera de decirle a la muerte que no se lo lleva del todo, porque queda viva en los otros la gracia de su creación.

Justo eso hice al saber del fallecimiento este martes, a los 82 años, de Félix Mondéjar Pérez, el escritor que firmó con el seudónimo F. Mond títulos memorables, como Con perdón de los terrícolas (1979), ¿Dónde está mi Habana? (1985), Cecilia después o ¿por qué la Tierra? (1987), Krónicas Koradianas (1988), y Hasta que la muerte nos una (2017).

Pronto hallé entre los libros la última de sus novelas publicadas, Recuérdame, una obra que trata el tema de los universos paralelos, y vuelve a situar la trama en La Habana, tal como sucede en Hasta que la muerte... Al tomarlo en mis manos, sentí que me hablaba su título, un mensaje suplicante y cálido, cuya respuesta personal, estoy segura, es una opinión colectiva.

Habrá muchas razones para recordar a este autor, una de las firmas más conocidas en nuestro país en el género de ciencia ficción, pero también como un fino humorista, lo cual quedó plasmado, tanto en sus novelas como en estampas que acogieron por largo tiempo las publicaciones Opina, Palante y Dedeté.

A propósito de su novela Hasta que la muerte..., F. Mond conversó hace unos años con Granma. En la entrevista expresó:

«Creo que nuestro acontecer histórico es rico en situaciones importantes e interesantes. Me gusta recrear el hecho histórico. El tiempo que le dedico a informarme sobre el asunto, a investigar acerca del tema, resulta para mí la mitad del placer de escribir. La otra mitad radica en el grado de aceptación de los lectores».

Un «buen viaje» al profe Mond le deseó el colectivo de trabajadores de Dedeté. Así comienzan las líneas de homenaje: «Hoy 22 de agosto del 2023, a las seis de la mañana, el escritor F. Mond fue reclamado por los koradianos a viajar al infinito. Nadie vio la nave espacial. Irse no le debió ser fácil, fueron ochenta y dos años terrícolas después de todo.

«El adiós de Mond duele, sobre todo para sus lectores, pero es solo a medias. Larx e Iílef aún rondan las calles de Marianao y nos hacen reír desde las páginas que él dejó», concluye el texto. Nada más parecido a lo que experimenté al tomar el libro, cuando supe de su muerte, burlada desde la obra y la grandeza de este hombre cabal que engrosa, honrosamente, el catálogo de nuestra cultura.

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Adonis dijo:

1

7 de septiembre de 2023

11:32:28


Excelente escritor disfruto mucho releer sus libros los cuales atesoro ,ojalá la juventud lea sus libros y los disfrute como hemos hecho mucho