Santiago de Cuba.–Los resultados de la 31 Feria Internacional del Libro fueron calificados como una muestra concreta, ante el mundo, de la voluntad de Cuba de continuar apostando por su cultura, por su identidad, por la formación de valores en su pueblo, sobre todo en sus niños y jóvenes.
Especial motivación constituyó la presentación, en la jornada, del libro Fidel, que al decir de su autora, la periodista y ensayista Katiuska Blanco Castiñeira, trata de traérnoslo de cuerpo entero y de pensamiento, para que las generaciones más jóvenes puedan conocerlo no solo a través de sus escritos y discursos, sino para que penetren en sus sentimientos y en su intelecto.
A modo de resumen, el presidente del Instituto Cubano del Libro, Juan Rodríguez Cabrera, dijo que, a pesar de la compleja realidad que vive el mundo, y bajo el cruel bloqueo económico, comercial y financiero del imperio, el apoyo del Estado a la producción editorial del país, y la unidad de las instituciones involucradas, posibilitaron este evento de masas.
A pesar de lo que hoy atenta contra el desarrollo de la Feria, se pusieron más de 4 200 títulos y unos 4 200 000 ejemplares a disposición de los lectores, a la vez que 420 invitados de 54 países ratificaron la amistad, la solidaridad y la confianza en nuestro país.
En total se realizaron más de 6 000 presentaciones literarias y científicas, tuvieron lugar más de 450 conferencias, unos 215 paneles y 140 premiaciones y homenajes a creadores.
Junto a las máximas autoridades del Partido y del Gobierno en la provincia, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, respectivamente, y el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, estuvieron presentes premios nacionales relacionados con el mundo editorial y otros destacados autores.
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