«Tengo la fe y la esperanza de que para el año próximo tendremos otras condiciones, y celebraremos esta gran fiesta como se soñó en un principio, a lo largo y ancho de nuestra Isla, con todo el mundo en las calles, bailando el son», dijo el maestro Adalberto Álvarez, una vez concluida la primera celebración del Día del Son Cubano, el 8 de mayo de 2021, que se dedicó a Miguel Matamoros y a Miguelito Cuní, una vez declarado el género como Patrimonio Inmaterial de la Nación.
Entonces, el maestro anunció que la segunda celebración se dedicaría a Ignacio Piñeiro, puntal fundamental en la historia del son cubano y en el mundo, sin imaginar que él, principal inspirador de esta fiesta de la música cubana, no estaría presente físicamente.
Por eso para él es también esta fiesta del pueblo cubano, que no lo olvidará jamás. Y también se dedica a los 95 años de la fundación, por Piñeiro, del Septeto Nacional, y a los 90 años de la orquesta femenina Anacaona.
Como lema, los organizadores de este nuevo homenaje al son han escogido el verso …para el alma divertir, del tema Suavecito, escrito por Ignacio Piñeiro.
En La Habana, como en el resto del país, se ha programado un sinnúmero de actividades que van desde eventos teóricos y presentaciones de libros, hasta conciertos y espectáculos como el que se llevará a cabo en el Teatro América, el sábado 7, a las 8:30 p.m., y el domingo 8, a las 5:00 p.m., titulado Tributo a Ignacio Piñeiro y a Adalberto Álvarez.
Un gran concierto ocurrirá en el Club 500, el sábado 7 de mayo, a partir de las 5:00 p.m., y será transmitido por Cubavisión, una vez finalizado el espacio de la novela.
Por su parte, el canal Clave, durante el fin de semana, transmitiráiiconciertos, documentales y programas que reflejan el quehacer musical y audiovisual sonero en Cuba, y estrenará el domingo en la noche, el programa especial Te cuento y te canto, con Eduardo Sosa y Pancho Amat, dedicado a Miguel Matamoros.
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