ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La actriz Yessica Borroto, Yanara, en la telenovela Tú. Foto: Tomada de Facebook

Mientras Calendario, bajo la lógica de la condensación de las series cortas, alcanza su momento climático –se despide el próximo domingo, por lo que habrá oportunidad de valorarla en toda su extensión y complejidad-, Tú, la telenovela cubana de turno, mantiene a buena parte de la teleaudiencia con las antenas alertas.

Es muy pronto para aventurar que la producción dramatizada nacional goza de buena salud, pero sin lugar a duda resalta como síntoma alentador la imantación que ambas propuestas ejercen sobre las audiencias, en tiempos donde estas últimas tienden a conectarse mediáticamente con lo que circula en las redes digitales.

Lo llamativo, a fin de cuentas, pasa por el interés de los públicos por seguir dichas producciones en la pantalla y, a la vez, reflejarlas y debatirlas en el ciberespacio.

Hasta el pasado domingo, en torno a Calendario se estructuraban tres comunidades en Facebook: un grupo público con 302 000 miembros y dos privados con 28 000 y 19 000, respectivamente. En cuanto a la producción dirigida por Léster Hamlet, se halla activo un colectivo público con 48 260 integrantes y al menos tres más con 20 000, 2 900 y el más pequeño, de carácter privado (los administradores de la cuenta se reservan el derecho de admisión) con casi 800 miembros. Esto, independientemente de que existen otras comunidades donde se habla de las telenovelas, series y actuaciones del momento. Si a esto añadimos las expresiones en otras redes populares, como Twitter e Instagram, los números crecen.

En lo que se publica hay de todo: reacciones analíticas, inteligentes, emocionales, de aceptación (la inmensa mayoría) y rechazo (las menos), directas y tangenciales, asertivas y especulativas. Coincidencia, divergencias y polémicas.

Pero en el todo no es posible transigir con la vulgaridad ni el odio ni la indecencia, como lamentablemente ha sucedido con una de las protagonistas de Tú en fechas recientes. Yessica Borroto (Yanara) ha sido objeto de ataques racistas y sexistas. Otro calificativo no cabe ante publicaciones que pretenden descalificar y denigrar al personaje y a la persona, uno inseparable de otra cuando de ofender se trata.

Porque lo que pareciera un cuestionamiento al derrotero dramático del personaje –la trama sentimental que genera y rodea a Yanara, dentro de la lógica argumental trazada por Albertico Luberta, y tejida por Amílcar Salatti y Yoel Infante, con la colaboración de Eduardo Vázquez– apunta a la condición de mujer negra.

El personaje es tan legítimo como cualquier otro en nuestra realidad diversa, socialmente dinámica y culturalmente diferente a la que heredamos medio siglo atrás y que tiene que ser todavía mucho más inclusiva a partir de las singularidades.  La persona es un espejo de talento, capacidad, superación individual, voluntad contra viento y marea, y aprovechamiento de oportunidades. Mucho más soez fue el ataque que hace unos meses una publicación, abiertamente contrarrevolucionaria y financiada por los enemigos de siempre –no faltaba más–, dirigió hacia Argelio Fernández, el hidrólogo, notable hombre de ciencias, que semana tras semana nos pone al corriente en el ntv acerca de las reservas hídricas.

Yessica vale por sí misma y no porque triunfe en pasarelas ni por fichajes en producciones foráneas. Cubana, cubanísima, segura de sí misma. Nunca hablaría de ascensión social, sino de dignificación humana, sin olvidar el peso que aún tiene la persistencia y lamentable reproducción de actitudes discriminatorias y brechas de equidad por el género y el color de la piel. Justamente, la existencia de tales manifestaciones se halla en el fundamento de los programas de Adelanto de las Mujeres y contra el Racismo y la Discriminación Racial, en los que se implican el Estado y la sociedad civil, las instituciones de arriba a abajo y el activismo social.

Cierto que se adoptan acciones para bregar con los factores objetivos que gravitan contra las discriminaciones e inequidades; también es cierto que deben ser mucho más sistemáticas, integrales, participativas y conscientes para que avancen como se debe. Pero no menos cierto es que lo más difícil pasa por cambiar mentalidades, prejuicios, construcciones culturales enraizadas en las subjetividades.

En el caso que nos ocupa, la necesaria deconstrucción de un modelo hegemónico de la belleza, donde esta se asocia a patrones estrechos y excluyentes, reforzados por imágenes impuestas por el mercado para el consumo masivo. Se me dirá que hoy no es como ayer, que la diversidad se va abriendo paso, que en la moda vale tanto Naomi Campbell como Claudia Schiffer, por citar dos símbolos. En una zona del imaginario popular, que urge revertir y reeducar, todavía persisten las nociones pigmentocráticas de «adelanto» y «atraso», de «pelo bueno» y «pelo malo», de «facciones finas» y «facciones toscas», de «labios» y «bembas».

¿Cómo deconstruir semejantes prejuicios? A una de las que profirió un juicio denigrante, la joven escritora Maielis González Fernández, formada en la Universidad de La Habana y como escritora en el Centro Onelio Jorge Cardoso, y citada por la agencia IPS, respondió:

«Que tú no encuentres en tu opinión personal hermosa a una mujer así, habla de cómo toda la vida te enseñaron que la piel oscura, el pelo afro, los rasgos de la nariz y los labios gruesos son feos y poco deseables. Te doy la noticia, eso es racismo y tú no naciste racista así, te lo inculcaron. Pero es tu responsabilidad deconstruirte, aprender otros referentes y dejar de estar haciendo bullying por las redes».    

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juan ricardo mesa hernández dijo:

1

29 de marzo de 2022

07:29:20


Mucha culpa tienen los medios, en el mismo NTV a las presentadoras de tez negra las van cambiando hasta conventirlas en otra cosa de lo que son. Ejemplos: Mariuska y ahora Yisel Feliu.

Martín Cárcenas dijo:

2

29 de marzo de 2022

07:56:05


Mi televisor está roto, pero si la.joven criticada es la de la foto, les digo que es muy atractiva. En los medios se hace muy poco para destruir los prejuicios racistas construidos desde la época de la colonia. Por ejemplo, en la propaganda gráfica de todo tipo, la familia feliz, la pareja o el grupo de jóvenes lozanos y alegres, los niños felices, rara vez son negros prietos, "bombones" y con el pelo bien rizo. Si se presenta alguien con la piel algo más oscura en las imágenes, son generalmente mestizas con rasgos caucásicos.

José Luis Luna dijo:

3

29 de marzo de 2022

09:41:34


Muy buen artículo

Luis dijo:

4

29 de marzo de 2022

20:55:17


Siertamente tenemo todavía en nuestra sociedad personas racistas de malos sentimientos , porque el color de la piel no diferencia a ninguna persona.

Arlindo Dgedge dijo:

5

30 de marzo de 2022

07:07:14


Soy un ex-estudiante Moçambicano en la Isla de la Juventud. Mi solicitud es recibir el periodico Granma

ADOLFO dijo:

6

30 de marzo de 2022

13:10:59


Me encanto el ultimo parrafo

rosa dijo:

7

30 de marzo de 2022

13:38:43


De la forma en que se enfocan los comentorios si es racismo y además llenos de envidia ante tan notable actuación siiii de una joven de un color que muchos desean y de ojos que son iguales a los otras personas. Ella es espectacular en su actuación, carismatica y con unos deseos de trabajar en su actuación que muchos quisieran ser como ella.BASTA DE DIFAMAR, DISCRIMINAR Y QUERER HUMILLAR A LOS ACTURES Y HUMANOS EN SENTIDO GENERAL.

rolo dijo:

8

30 de marzo de 2022

14:02:18


recuerdo el color purpura, si eres pobre, negra, mujer, homosexual, cubana, para colmo orgullosa y revolucionaria, que más esperar de los amos del mundo y sus servidores, odio, odio, y odio. pero lo dicen porque les pica que tenga que ser en este odiado lugar donde una negrita tenga a todos a sus pies, blanquitos y todos, a base de talento y belleza.