El disco Mi rumba no va a parar, cuarta producción musical de la agrupación Rumbatá, se presentó recientemente en Camagüey como parte de su Semana de la Cultura.
Según publicó el sitio digital del periódico Adelante, el CD es el primer fonograma con el sello Bis Music grabado en el Estudio Caonao en esta ciudad, perteneciente a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), el que se trabajó en sesiones cuidadosas a inicios de la pandemia.
Ya Rumbatá interpretó varios de los temas en el concierto de promoción programado en la Casa de la Trova Patricio Ballagas, como parte de la Semana de la Cultura Camagüeyana.
Mi rumba no va a parar está dedicado a la memoria de los cantantes Reinaldo Betancourt y Nerina Calderón, y del percusionista Idael Soler, quien llegó a grabar tocando el quinto, el cajón y el tambor batá.
Para esa producción encauzada por Manolito Simonet, su productor musical estrella, registraron dos canciones habituales en el repertorio de la agrupación, pero que no habían quedado en ninguno de los fonogramas anteriores. Se trata de Ventolera, de la autoría de José Luis Estremera, y La masa, del cantautor Silvio Rodríguez, quien accedió a participar de una versión al estilo batá-rumba, con cambios de métrica y una representación desde la columbia.
La musicóloga Heidy Cepero Recoder, encargada de las notas discográficas, califica esta nueva producción de Rumbatá como «un tesoro dentro de la fonografía cubana», al saber agrupar rumbas antiguas y recientes con elegancia y conocimiento profundo, y lograr una pluralidad en la mezcla con la trova, el rap, la conga y ritmos caribeños.
Crece la huella de músicos folclóricos con inigualable gestión discográfica desde Camagüey al mundo: Rumbatá (Egrem, 2008), y con Bis Music La rumba del siglo (2010), Gracias a la rumba (2016) y Mi rumba no va a parar (2022).
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