ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El Quinteto Rebelde durante una velada en homenaje a Fidel, en Santiago de Cuba. Foto: Juvenal Balán

Cuentan que en una ocasión, en plena ofensiva del Ejército de Batista, los integrantes del Quinteto Rebelde le pidieron armas a Fidel y por mediación de Celia el Comandante les respondió: «Dígale a los muchachos que la mejor arma que hay en la Sierra la tienen ellos, el arma ideológica».

Si en un principio los músicos no entendieron la respuesta que Fidel les dio, ellos mismos explicaron después que, tras haber estudiado un poco, pudieron comprender lo que el máximo líder del Ejército Rebelde quiso decirles. Incluso, reconocieron que de verdad, con lo que hacían, llegaron a aterrar al enemigo. Eso fue en 1958.

Cuentan también que fue en ese año cuando los locutores de la planta (Radio Rebelde) le plantearon a Fidel que entre las noticias había que poner un programa musical. El Comandante en Jefe estuvo de acuerdo, pero puso como condición que no fueran los discos que se escuchaban en La Habana. Orientó que buscaran entre los combatientes, entre los cuales había algunos músicos.

A las cinco de la tarde, del domingo 14 de mayo, el Día de las Madres de 1958, los muchachos que dirigía el campesino músico Osvaldo Medina, se pararon –por primera vez– frente al micrófono en la Comandancia de La Plata y Cuba entera pudo escuchar los acordes del Quinteto Rebelde, quienes iniciaban así su camino de dar pelea contra el ejército de Batista.

Nacidos en el mismo corazón de la Sierra Maestra hace hoy 63 años, el Quinteto Rebelde es toda una institución cultural y atesora una historia que no se debe olvidar jamás, historia que honran sus integrantes.

De ellos se ha escrito que durante la ofensiva del ejército de Batista, el Comandante en Jefe les informó: «Vamos a llevarlos al frente de batalla, vamos a tirarles con toda la carga. Van a ir para allá, y vamos a llevar la planta para que ustedes les toquen a los guardias y ellos se rindan».Y así fue.

Según narraron ellos mismos, «los tiros estaban sonando y nosotros tocando. El locutor decía: "A toda la tropa rebelde, una descarga cerrada si están escuchando la emisora" (…) Y entonces se sentía un silencio, y luego, la tormenta de disparos (...). Durante la Batalla de El Jigüe, estuvimos cinco días allí. No dejamos dormir a los guardias de Batista, les pusimos música día y noche, para acompañar los tiros».

El primer número que tocaron aquel día fue Madrecita del alma, pero luego Fidel les pidió hacer números que le «echaran» a Batista, a los guardias. Como eran semianalfabetos y lo más que sabían era hacer parodias de la situación por la que cada uno atravesaba por entonces, los locutores de la planta (Radio Rebelde) los ayudaron a cambiar las letras de los temas más famosos de la época. Así surgieron canciones como Que venga la ofensiva; Batista, tú ten cuidado y Hay que cuidar a Fidel.

Hoy los seis miembros del Quinteto Rebelde, entre los que aún quedan algunos fundadores, son otros y a la vez los mismos que siguen cantándole a la Revolución y alzando su voz, en el mismo escenario en el que se hicieron célebres, para denunciar la guerra mediática del imperialismo yanqui contra Cuba. 

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