ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Fotograma del thriller sicológico La ruina.

Tras caer el telón de La ruina, no pocos hemos pensado que a Nicole Kidman, en su calidad de coproductora, solo le interesaba confirmar sus reconocidas facultades interpretativas: el rostro en primer plano, sutiles variaciones del estado de ánimo, comunicar con un mínimo de recursos gestuales la intensidad de una gama de sentimientos que van desde el estupor a la duda, y de la duda a la certeza de haber sido engañada, estafada, manipulada por un marido desconocido para ella, a pesar de década y media de matrimonio. Una actriz que se propuso reescalar las alturas conquistadas en filmes como Ojos bien cerrados, Las horas y Los otros, o la serie Pequeñas grandes mentiras.

También, sin proponérselo en un principio, la Kidman cantante volvió a relucir en la presentación de los créditos iniciales. Ya lo había hecho en Moulin Rouge y aquí, a insistencia de la directora Susanne Bier, una dama danesa que, tras su paso por el grupo Dogma 95, le ha tomado el gusto a la industria de las producciones seriales estadounidenses, y a quien le pareció pertinente que la actriz interpretara la canción Dream a little dream of me, que en los años 50 fuera popular en la voz de Doris Day y el fabuloso dueto de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.

La Kidman cruza sables histriónicos con el británico Hugh Grant, quien se ha ido zafando de las poses estereotipadas de muchacho tímido y galán romántico que vimos en Un lugar llamado Notting Hill, y aunque no llega a soltarse como en el impresionante compañero de Meryl Streep en Florence, convence al moverse en la cuerda floja de una personalidad de turbiedades enmascaradas.

Ellos le dan vida al matrimonio Fraser, oncólogo infantil exitoso y sicóloga de elevados estándares que, a partir del asesinato de la amante del esposo, se derrumba; él, porque no puede ocultar más su monstruoso perfil; ella, por saber su existencia partida en dos.

Esta es una historia de crimen y misterio que se aferra a los resortes del thriller sicológico. Un crimen brutal, eso sí, con muy poco misterio. El sospechoso es el criminal desde el final del mismo primer capítulo, de modo que todo gira en torno a la pesquisa unidireccional del detective (el venezolano Edgar Ramírez, a quien vimos en Red Avispa en la piel del héroe René González), las argucias profesionales de la abogada defensora (Noma Dumezweni), la mala conciencia del multimillonario padre de la doctora (Donald Sutherland), adúltero pero no criminal, y al dilema traumático que se le plantea al hijo de la pareja (Noah Jupe), un muchacho que desearía que su padre no fuera asesino. Antes de desatarse el nudo, la serie explota la energía sexual, algo enfermiza, de la víctima (Matilda de Angelis)

El experimentado guionista David. E. Kelley nada esconde y va al grano en cuanto a la solución del enigma, apenas con falsas pistas, con algún dato tramposo, como el arma del crimen oculta por el pequeño Henry, el desaprovechamiento legal (¿olvido involuntario del escritor?) de la reacción violenta del doctor, mientras se halla en prisión preventiva, cuando muerde a un reo, o la intervención de la amiga de la doctora (Lily Rabe), que transita a lo largo de la serie como un personaje decorativo hasta que aporta a la fiscalía el dato decisivo, para hundir al culpable.

Bajo la manga, en arte de birlibirloque, se nos presenta el testimonio de la esposa en el juicio, hábil, tendenciosamente orientada, y la truculenta y frustrada fuga del doctor Fraser a la hora del veredicto condenatorio. Nunca el título en español de la serie se ajustó mejor a la realidad que en ese último capítulo: una verdadera ruina dramatúrgica.

Pero salvo estos momentos fatídicos, la serie seduce por el tono y el ritmo. La Bier introduce pequeños flash backs que, como representaciones mentales, aderezan la atmósfera de los sucesos. El trabajo fotográfico impecable apuntala la arquitectura visual. La televisión compite, en buena lid, con el cine.

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Me encanta Barbara Eden dijo:

1

30 de marzo de 2021

12:42:42


Recientemente vi la serie. Muy intensa. Mencionó Pequeñas grandes mentiras. Cuando vi esa serie, me gustó ver unas lugares a cuales iba durante mi tiempo en el instituto de idiomas en Monterey.

Ingrid dijo:

2

30 de marzo de 2021

15:17:54


Me gustó mucho la serie, no me perdí un capítulo, bien actuada, bien ambientada, muy buena.