Como lo enseñara su mamá, se pone los ojos en las rodillas para conversar con los niños, «para mirar a su altura», porque si lo ven como adulto no van a confiar ciento por ciento en él. Y es que, como decía el Principito, los adultos son personas muy extrañas.
Carlos Alberto (Tin) Cremata cree que unir la cultura y la infancia es «muy provechoso», pues vive convencido de que «el mensaje cultural de alegría, optimismo martiano, artístico, lo llevan los pequeños», y que «esa química que crea el niño cuando actúa para otro niño, es extraordinaria». Ese ha sido su leitmotiv desde que hace tres décadas fundara, junto a su madre Iraida Malberti, la compañía que les deja a los infantes la posibilidad de creer que ellos también pueden hacer lo que están observando en el escenario: La Colmenita.
Tin defiende la idea de que los niños pueden hacer, «con mucho decoro», el arte. «Todos tienen un lugar en el teatro: más adelante, porque afinan mejor, más atrás porque no bailan con la misma pericia, entre las patas del teatro dando ánimos, e incluso en los ensayos proponiendo ideas de escenografía».

«La Colmenita no es una escuela de arte –insiste Tin–. Es un espacio adonde vienen los niños después de la escuela a las 4:30 p.m., a jugar al teatro, la danza, la música. Lo que sí tienen que alternar es ese juego teatral con las tareas de la escuela, eso sí es un sacrificio».
Precisamente, aunque los niños colmeneros llegan a amar de una forma visceral el juego del teatro, tienen que lograr un equilibrio entre la escena y la vida escolar, pues de ello depende su permanencia en la compañía. Para lograrlo, asegura, el equipo estableció «una alianza muy fuerte con el Ministerio de Educación; así, los niños de La Colmenita central están en las escuelas aledañas a la sede, aunque sean de otros municipios». También «tenemos una relación muy estrecha con los maestros, de forma tal que, si nos dan quejas de algún integrante, le aplicamos una técnica “colmenera” que provoca pánico, el castigo que nadie quiere: las vacaciones de La Colmenita, una semana, 15 días. Para ser colmenero, primero hay que ser uno de los mejores en el aula y un buen niño en la familia». Otra de las vías que garantizan el aprendizaje de los pequeños, es que en la sede de la compañía laboran trabajadores con formación pedagógica. «Tenemos excelentes profesores de Matemática, Historia y Español que, constantemente, entre ensayo y ensayo, están dando repasos gratis a los niños. Además, nos vamos de gira y nos los llevamos». Por otra parte, aunque la agrupación «no forme artistas», sí insiste en forjar mejores seres humanos, para lo cual, los colmeneros estudian a fondo la obra del más universal de los cubanos. Tin lo llama «entrenamiento en Martí», porque para él, el Apóstol es «el maestro para vivir a tiempo real».
La familia es otro punto de apoyo que hace posible la supervivencia de La Colmenita. Es tan fuerte el trabajo con ella, que «constantemente tenemos funciones secretas y privadas, donde los padres hacen los papeles que representan sus hijos. Así comprenden el sacrificio de los niños». «Los padres son el centro de todo, a tal punto que no hay un trabajador de la compañía que no haya entrado por los niños de su casa. Primero llegan los hijos y después vamos descubriendo a un padre que sabe pintar, una abuelita que cose, y los captamos. Lo común es que los hijos sigan la tradición de los padres, y en La Colmenita es al revés, primero entran los hijos y les legan a sus padres esta maravilla de crear en familia».
Aun cuando realizadores audiovisuales, artistas de teatro, cine y televisión, han salido de esta compañía, Tin asevera que allí «no se forman artistas. La Colmenita lo que hace es darles herramientas durante la infancia para que, cuando sean grandes, en sus profesiones puedan apreciar mejor el arte y, de alguna manera, transformar culturalmente sus entornos laborales».
Tin Cremata dirige una compañía que tras hacer exitosos espectáculos en los teatros más reconocidos de Cuba y el mundo, asumen sus «montajes de campaña» para acometer lo que él llama «aventura en pandilla» y «con el mismo entusiasmo y amor» ofrecen sus funciones en los más recónditos parajes de nuestra geografía, porque ellos utilizan «el arte como pretexto para intentar formar mejores seres humanos, patriotas y ciudadanos, bajo la piedra filosofal nuestra que es la obra de José Martí, ese es verdaderamente el principio de La Colmenita».
Que la compañía haya esparcido su miel alrededor del caimán y fuera de él, es, en palabras de su director, «uno de los aportes más grandes que hemos hecho». «La agrupación se nacionalizó a partir de la creación de otras colmenitas en varias provincias, y después se internacionalizó. Hoy existen colmenitas en España, México, Panamá, República Dominicana, Colombia, Argentina, El Salvador y Venezuela, en esa última hay 50 réplicas nuestras».
Otra de las experiencias que han permitido contagiar a las familias cubanas con la alegría de este panal gigante, fue La Colmena tv. «A partir del 90 cumpleaños que le celebramos a Fidel en el Teatro Carlos Marx, el entonces Primer Vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, nos pidió que hiciéramos un programa de televisión para multiplicar la eficacia y el mensaje colmenero. Aunque siempre me he resistido a ello, porque en pantalla hay más truco y en el teatro todo es al desnudo, aceptamos, y nos permitió descubrir niños muy talentosos, pero no volveré a poner a los niños a competir, porque ellos nacieron para la alegría y no para la tristeza que dejan las competencias».
Este creador de sonrisas y esperanzas afirma que «el arte hecho por niños no puede tener las cosas de los adultos, tiene que darse por el placer martiano de compartir infancia, como si esta fuera una sola en el mundo y no hubiera fronteras. Eso, por suerte, lo hemos logrado completamente gratis, y creo que le da respuesta a la utopía de la estirpe humana, porque es como dijo Silvio (Rodríguez) la primera vez que vino a La Colmenita: “Me encanta este espacio porque aquí un ser humano se entrega a otro, ciento por ciento, sin prejuzgarlo”».










COMENTAR
magdalena ruiz padilla dijo:
1
18 de marzo de 2020
08:27:21
mayra dijo:
2
18 de marzo de 2020
09:45:53
yuri dijo:
3
18 de marzo de 2020
13:13:11
Wilfredo Garcia dijo:
4
18 de marzo de 2020
19:35:13
NIDIA GONZÁLEZ GONZÁLEZ dijo:
5
11 de agosto de 2020
11:25:30
Rayners Guerra dijo:
6
21 de agosto de 2020
16:58:31
Beatriz Vidal López dijo:
7
23 de noviembre de 2020
14:25:22
Patricia dijo:
8
15 de mayo de 2021
08:07:58
Yarisleidys Briñas Fernández dijo:
9
2 de julio de 2021
20:17:07
Responder comentario