
Con la muerte el pasado fin de semana de Abel Ponce, la televisión cubana perdió a uno de los realizadores de mayor oficio, esos que se requieren como sostén de una calidad sostenida que muchas veces se echa de menos en nuestro medio.
No era un hombre que gustase de hablar de sí mismo. Prefería mostrarse a partir de su trabajo, aglutinador de voluntades, exigente, colaborador y propositivo. Conoció los estudios desde adentro, al iniciarse en 1959 como camarógrafo hasta ascender al filo de los 70 a la dirección de programas, aunque ya en 1967 lo había hecho en las transmisiones en vivo del Festival Internacional de la Canción de Varadero.
Fue en las producciones de ficción donde mostró su eficacia y dio continuidad a una saga de nombres –pienso en Antonio Vázquez Gallo, Roberto Garriga, Cuqui Ponce de León y está aún entre nosotros el notabilísimo Chucho Cabrera– a los que se debe regresar en aras de levantar el listón cualitativo de nuestros dramatizados.
Comparto la apreciación de Julio Cid al señalar los aportes del artista que se nos fue: «La intuición, la inteligencia, la capacidad innata de este hombre, su competitividad forjada en el fragor de la transmisión en vivo, en el estudio, enriquecieron al acertado y brillante director de programas que fuera después Abel Ponce. Creo que no me equivoco al afirmar que pocos directores de su generación han exhibido una capacidad para la dirección de actores, delicada, exacta y, muchas veces, impecable, como la que cultivó Ponce».
Entre sus muchas realizaciones, que le merecieron el Premio Nacional de la Televisión 2006 por la obra de la vida, destacan las series policiacas Su propia guerra y Día y noche, la aventura El Mayor y la telenovela Rosas a crédito.
ALFREDO MONTOTO: MAESTRO DEL DISEÑO DEL LIBRO

Del arte de presentar visualmente un libro no podrá hablarse en Cuba sin recordar al diseñador, ilustrador y realizador gráfico Alfredo Montoto, Premio Nacional de Diseño del Libro 2004, fallecido este domingo a los 69 años, víctima de cáncer.
Casi 5 décadas de trabajo unen a este creador con el Instituto Cubano del Libro, maestro de generaciones de diseñadores, habiendo dejado su huella mayor en la Editorial Letras Cubanas donde fue su director artístico. Junto a muchos otros reconocimientos, Montoto mereció el Premio en diseño a la Mejor Colección por el perfil de la Colección Premio Alejo Carpentier, de la propia Editorial Letras Cubanas.
Graduado de la Escuela Poligráfica Alfredo López, Montoto vivió agradecido de los conocimientos aprehendidos en el centro, los cuales –solía expresar– le resultaron muy provechosos en su vida profesional.
En una entrevista que se le hiciera hace varios años, citó, entre los artistas que más le habían aportado, a Raúl Martínez, Eladio Rivadulla, Roberto Artemio, Roberto Casanueva y Esteban Ayala.
En ese texto, al preguntársele por sus proyectos inmediatos, respondió: «Continuar diseñando libros hasta que mis capacidades lo permitan, y trasmitirles a los jóvenes que vienen a mí las experiencias acumuladas en estos años. Ayudar en todo lo que sea capaz no importa a quien», con toda seguridad lo que estuvo haciendo hasta el fin de sus días.










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Andrachi dijo:
1
16 de julio de 2019
16:54:23
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