El narrador Eldys Baratute presentará en el Tercer Congreso de la Asociación Hermanos Saíz una serie de preocupaciones vinculadas especialmente con la visibilidad del arte joven en Cuba. El escritor tiene previsto además pronunciarse sobre la necesidad de «la participación de los jóvenes artistas en todos los cambios que está teniendo el país hoy día», explicó en entrevista con Granma.
–¿Cuál es la diferencia que percibes entre la organización que llega a este Congreso en relación con su anterior cita hace ya 5 años?
–El segundo Congreso nos dejó una plataforma cómoda para el trabajo de la etapa que comenzamos en el 2013. Primero, porque se estrecharon los vínculos con las instituciones del sistema de la cultura, tanto los centros y consejos provinciales, como los centros e institutos nacionales. Gracias a aquellos debates, la insistencia de los creadores y el apoyo del Ministerio de Cultura, se solidificó nuestro sistema de becas y premios, el sistema de giras de la organización y, en algunos territorios más que en otros, se concientizó la importancia de incluir las jornadas y eventos de la ahs en el Programa de Desarrollo Cultural de cada uno, lo cual, por supuesto, contribuye a tener una mayor responsabilidad con lo que hacen los artistas jóvenes en las provincias. Que se aprobara la política de entrega de financiamiento directo a los creadores, a partir de los reclamos de aquel Congreso, también nos permitió producir una serie de materiales audiovisuales, discos, puestas en escena, exposiciones personales, con más comodidad, sin las trabas que generaba el mecanismo anterior.
«Por otro lado, te aseguro que en estos años la Asociación ha seguido siendo la misma, pero también ha cambiado un poco. Otros creadores, mucho más jóvenes que yo, se han acercado a la organización con miradas frescas, novedosas, más alternativas; a esto se incorporan los diversos criterios que se tienen del uso de las nuevas tecnologías (algunos las ponderan y otros las satanizan), lo que ha llevado a que la Asociación se atempere, cambie de piel sin olvidar su esencia».
–¿Qué propuestas o preocupaciones llevarás al Congreso?
–En el Congreso vamos a hablar del vínculo de nuestros creadores con la institución correspondiente, del trabajo en las comunidades, del respeto en los espacios públicos; vamos a hacer propuestas parafortalecer la promoción de nuestros creadores, y los espacios de crítica y pensamiento, para seguir brindando apoyo a la enseñanza artística y buscar vías para aprovechar mucho más las nuevas tecnologías en función de la promoción. Hablaremos del papel de las Casas del Joven Creador como espacio de visibilización de los jóvenes artistas, pero sobre todo, el Congreso es para hacer propuestas que permitan la participación de los jóvenes artistas en todos los cambios que está teniendo el país hoy día.
–¿Qué problemas vinculados a la promoción del arte joven permanecen después del último Congreso y cuáles han sido resueltos?
–Lo primero y más urgente es hacer conciencia de la importancia de la promoción. Si nuestros ejecutivos y las instituciones no hacen conciencia de que la promoción es importante para que la obra de un artista llegue al público, de nada valdrá que nos desgastemos haciendo jornadas de programación. Y para organizar cualquier estrategia promocional, lo primero que se debe tener claro son las jerarquías y los niveles de promoción que merece cada artista. Lamentablemente, aún existe confusión entre lo que realmente tiene valor estético y lo que no lo tiene, y la Asociación, que de cierta manera funciona junto a la Uneac como asesora del sistema institucional de la cultura, no tiene derecho a confundirse. Tenemos que ser muy atinados sobre lo que promocionamos y lo que no, y el nivel de jerarquía que se le da a cada quien. Al que no merece este, o aquel espacio, por más que lo reclame, debemos tener la suficiente fuerza moral para decírselo. ¿Problemas? Muchos, pero todos nacen del hacer, del construir. Cada obra que se produce, cada espacio de promoción que se crea, se enfrenta a un nuevo problema, pero como somos la ahs que decimos ser, saltamos el problema o le damos la vuelta y seguimos haciendo.
–¿Cuáles son los escenarios que impiden un mayor alcance social de los jóvenes creadores?
–En la medida que tengamos una recepcionista, una veladora de sala, una secretaria, un productor, un sonidista, un administrador, un promotor, un instructor de arte, una pantrista o un director que no conozca la historia del arte y la cultura cubana, que no tenga sensibilidad o que, innecesariamente, burocratice procesos, estamos creando esos escenarios a los que te refieres. La política cultural está diseñada para proteger a los artistas, el arte y la cultura nacional, pero los que la aplicamos, y eso incluye a todas las personas que te acabo de mencionar y a otras, debemos tener la suficiente sensibilidad para hacerlo.


 
                        
                        
                        
                    







 
         
         
         
         
        

COMENTAR
Lugo87 dijo:
1
16 de octubre de 2018
14:38:33
Responder comentario