La décima edición de Mayo Teatral, evento bienal organizado por la Casa de las Américas, ofreció 11 intensas jornadas con una disímil programación que permitió a La Habana y varias provincias cubanas conocer de cerca algo de lo que sucede hoy en la escena latinoamericana y caribeña.
Se presentaron en teatros de la capital, Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Camagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Villa Clara y Matanzas, 15 espectáculos de ocho grupos cubanos y siete de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Martinica, México y Puerto Rico.
Tanto las agrupaciones visitantes como las del patio, mostraron sus montajes más recientes y el espectador pudo apreciar una pluralidad discursiva y disímiles temas de la contemporaneidad de la región.
Al decir de Vivian Martínez Tabares, directora artística de Mayo Teatral, buena parte de las piezas que llegaron esta vez «pulsan temas polémicos y acuciantes, de decidida actualidad. Es teatro por momentos incómodo, siempre revelador».
Precisó la destacada crítica, cómo lograron reunir «una vez más, a un conjunto de grupos con una propuesta artística variada y rigurosa en su elaboración formal, y conectada orgánicamente con las problemáticas sociales de sus respectivos contextos con experiencias probadas en la confrontación con sus espectadores y que, gracias a su rigor artístico, son referentes de alta calidad estética y de la diversidad que resulta de las numerosas tendencias expresivas que caracterizan la escena de la región».
Con respecto a la nómina cubana aseguró se sigue el mismo principio y similar exigencia. «Intentamos recorrer una amplitud de expresiones escénicas, estilos y géneros, y que coexistan agrupaciones de probada experiencia con grupos nuevos, la tradición y la experimentación».
LOS GRUPOS Y LAS PUESTAS
La presencia, luego de más de diez años, del actor y clown Hernán Gené (hijo del prestigioso director argentino Juan Carlos Gené), quien trajo para los cubanos Mutis, espectáculo unipersonal a partir de textos de William Shakespeare, fue uno de los de mayor atractivo.
Otros dos unipersonales llamaron la atención: de Martinica, Histeria, performance vocal de la artista Annabel Guèrèdrat y del colectivo boliviano LATEscena, Animales domésticos, por el actor Piti Campos Villanueva.
Mateluna, del grupo chileno del mismo nombre, con dramaturgia y dirección de Guillermo Calderón, es un montaje, testimonial y autorreferencial sobre la propia vida del grupo. Mostró el proceso de creación de la puesta en escena y se centró en la situación social y judicial relacionada con el encarcelamiento del exguerrillero Jorge Mateluna, víctima de una falsa prueba, que los artistas refutaron y rechazaron.
Con llamativo título y contenido, El Divino Narciso, bajo la dirección de Raquel Araujo, se presentó el grupo mexicano Teatro de La Rendija. Según las notas de mano: «partimos de Sor Juana Inés de la Cruz para llegar a nuestras propias derivas, provocadas por la lectura de El Divino Narciso, recorridos una y otra vez sus versos a partir de nuestras inquietudes como mujeres que viven un México en constante transformación».
El grupo brasileño Ói Nói Aquí Traveiz, trajo el performance ¿Dónde? Acción no. 2, que nació a partir de Viudas, novela del chileno Ariel Dorfman. Encabezado por Tania Farias, actriz y líder del grupo, trajo a debate y reflexión lo que fueron los años de dictadura militar en Brasil, en un acto de resistencia teatral de explosiva belleza.
El performance se inicia con mujeres frente a sillas vacías, quienes se preguntan a sí mismas: ¿dónde están los desaparecidos durante la dictadura? Esta pregunta aún flota en el aire, hasta hoy, sin respuesta.
Hijas de la Bernarda, de Tojunto, Puerto Rico, dirigida por Rosa Luisa Márquez, es una pieza inspirada en La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca y en la obra creativa de la maestra boricua Gilda Navarra. Fue la primera obra de danza/teatro que se presentó en San Juan, en el Museo de Arte Contemporáneo, donde el pago por la entrada era de alimentos y medicinas para entregar a los damnificados del huracán María. La puesta en escena integró teatro y performance, baile flamenco y danza experimental.
A la diversidad que exhiben los montajes visitantes, se suman los grupos cubanos. Argos Teatro repuso Diez millones, escrita y dirigida por el premio nacional de Teatro Carlos Celdrán, y Estudio Teatral Macubá, de Santiago de Cuba, Caballas, dirigida por la también premio nacional Fátima Patterson.
Del matancero Teatro de las Estaciones fueron seleccionadas dos obras, Cuatro y Retablillo de Don Cristóbal y la Señá Rosita, y también de Matanzas, de Teatro el Portazo, CCPC, La República Light, y del holguinero Trébol Teatro, Jacuzzi, texto, puesta en escena y diseño de luces de Yunior García.
Teatro de La Luna repuso la puesta en escena de Raúl Martín del texto de Alberto Pedro, El banquete infinito, y del Centro Promotor del Humor, La Cita, texto de Andrea Doimeadiós y dirección de Osvaldo Doimeadiós, donde dos actrices jóvenes Andrea Doimeadiós y Venecia Feria mostraron «un humor femenino e inteligente… y bastante crítico en esencia».
LOS TALLERES
Junto a la intensa programación en los teatros, el encuentro organizó talleres con el tema de esta décima edición: proceso-resultado. Martínez Tabares explicó que fue seleccionado ese eje temático por la importancia de los procesos y resultados de las piezas teatrales, como reflejo del quehacer de las compañías.
La curadora de Mayo Teatral precisó que el resultado es lo que se ve en escena, pero ahora se invita a los grupos a hacer el desmontaje artístico desde el punto de vista conceptual, la metodología de la cual se valieron, que privilegiaron en términos técnicos, es decir, los problemas de la creación.
Los talleres fueron impartidos por la maestra Rosa Luisa Márquez (Brincos y saltos. El juego como disciplina teatral; la maestra Raquel Araujo y actrices del Teatro de La Rendija (Palabra y sentido. Sobre el trabajo del actor y el verso en escena) y por el colectivo brasileño Ói Nóis Aquí Traveiz, (a cargo de Teatro Calle, Vivencia con la Tribu de Atuadores).
A lo largo de diez temporadas, Mayo Teatral ha sido ocasión para el diálogo entre los grupos latinoamericanos y caribeños, y una fiesta para el público cubano que ha podido disfrutar del arte, no solo de los principales exponentes del teatro en América Latina como es La Candelaria, Yuyachkani, Teatro de los Andes, Matacandelas y Malayerba, sino de las propuestas más novedosas y alta calidad.
Mayo Teatral continúa esa historia con las atrayentes puestas en escena de este 2018, organizadas por demás, de tal modo que el espectador interesado pudo verlas todas en esos 11 instantes de una primavera.
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