
La maestra Alicia Bustamante, fallecida el pasado jueves, es de esas actrices cuyo trabajo es la más fehaciente de las clases. No podrá dejar de pensarse cuando se pase revista a los profesionales de la actuación que han dejado hondas huellas en el cine, el teatro y la televisión.
El más reciente de sus trabajos, en la telenovela Cuando el amor no alcanza, con el personaje de Manina, nos la ofreció en el esplendor de una actuación que el televidente disfrutó tres veces por semana, reconociendo en ella a la actriz que brilló con personalísima luz en otras propuestas televisivas como Los domingos no están contados, SOS divorcio y La Rebambaramba, y en obras teatrales inolvidables, como Aire frío y Sábado corto. Cintas como La muerte de un burócrata, Cecilia, Adorables mentiras y Plaff, llevan el sello de su desempeño.
En toda su vida no pudo Alicia desprenderse de su vocación pedagógica. No le bastó ser maestra de Kindergarten y estudió Pedagogía en la Universidad de La Habana; no conformándose con lo aprendido estudia Arte dramático en la Facultad de Artes y Letras y se titula de Actuación y Dirección de Teatro.
No solo las tablas apasionaron a La Bustamante. El actual Conservatorio de Música Amadeo Roldán le abrió las puertas para que la estudiara. El Teatro Estudio y el Teatro Musical de La Habana supieron de sus dotes histriónicas y vocales.
Sus dominios didácticos la condujeron a compartir su sapiencia en centros como la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y la Escuela de Instructores de Arte.
Alicia Bustamante se ha ido el pasado jueves, con 83 juveniles años, bien ligados al arte y sus señoríos. Pero hay muchos modos de quedarse. Haber deleitado con la calidad de su entrega, y haber calado en aquellos para los que trabajó le ofrece la tan distinguida garantía.
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R.F.Castillo dijo:
1
16 de marzo de 2018
17:41:51
Angel dijo:
2
17 de marzo de 2018
02:57:41
Meilyn Gonzalez dijo:
3
19 de marzo de 2018
12:19:56
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