ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Isabel Santos y Luis Alberto García, bajo la dirección de Lester Hamlet, logran tal actuación que una película de hora y media, con solo dos personajes en una única locación es aceptada, agradecida, aplaudida. Foto: cubacine
Foto: cubacine

El cineasta Lester Hamlet (La Habana, 1971) presentó en el 38 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano su cuarto largometraje, «Ya no es antes», que ahora pasa por el circuito de estreno de la Isla.

Graduado de Dirección Teatral, su filmografía incluye desde los 90 obras de teatro de grupos como «Okantomí», «Almacén de los Mundos», y «El Público», pasando con mucha fuerza por videos clip (entre ellos «Transparencias», Sergio Vitier; «Leo Brouwer y la Orquesta Sinfónica Nacional»; «Santa Bárbara», Celina González y Lázaro Reutilio Jr., y «Una decepción», Chucho Valdés y Anaís Abreu) hasta que en 2004 hace su opera prima en largometraje de ficción: la historia de Lila en «Tres veces dos».

Seis años más tarde vuelve con «Casa vieja» y, con Mijaíl Rodríguez, asume la tremenda responsabilidad de llevar al cine el clásico teatral de Abelardo Estorino, «La casa vieja». Con este título recibe Mención del Jurado del 32 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

Transcurre menos tiempo para lograr su tercer largo. En 2011 estrena «Fábula», basada en el cuento «Fábula de un amor feliz», del narrador y ensayista Alberto Garrandés, esta vez el guión a dos manos es con Alejandro Brugués. El palmarés es mayor: Tercer Premio Coral del 33 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

El realizador cubano Lester Hamlet mereció el Premio del Público por la película Ya no es antes, en el 38 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. A su lado la destacada actriz cubana Mirta Ibarra. Foto: Yander Zamora

Ahora llega su cuarto largometraje, «Ya no es antes», inspirado en la pieza teatral «Weekend en Bahía», un éxito en los 80 del dramaturgo Alberto Pedro (La Habana, 1954 – 2005), que aborda la separación familiar, la imposibilidad del amor en una relación de pareja que vive un limbo de emociones a partir de la emigración. En la pieza, y en el filme, el desnudo físico es mero divertimiento, el verdadero desnudo es el reconocerse, con la evocación del pasado, confesarse uno a otro, desentrañar los recuerdos de tiempos vividos se convierte en un amargo ritual de la memoria, en un descubrimiento mutuo.

Al cineasta lo entrevistamos en la habanera Sala Chaplin, minutos después que finalizara la première de la película en el Festival, que fue muy bien acogida por el público, y la publicamos ahora a propósito de su llegada a las salas de estreno.

—¿Cómo te ha parecido la reacción del público?

Kelvis Ochoa compuso un tema precioso para la película «Ya no es antes», lleno de cubanía, amor, esperanza y frases de amor, que además la hace a dúo con la popular sonera Haila Maria Monpie. Foto: Cubadebate

—Muy bien. El público es maravilloso. Me gusta como se entrega y transita por las emociones que planifiqué para ellos. Yo he creado un camino por donde quería que los espectadores transitaran y hacerlos reír, hacerlos pensar, hacerlos llorar, hacerlos esperar, sorprenderse y todo ocurrió. Es decir me gustó como fueron tan vírgenes y cayeron en mis trampas, eso me dio mucho placer. A veces he caído en mis trampas yo mismo, pero hoy he sentido que ellos cayeron en las que les tendí para contarles la historia que les quería contar.

—¿Cómo te adentraste en esa historia ya conocida para lograr esa sorpresa que tu dices?

—Primero trayendo mucho los textos a nuestros días, segundo esta era una pieza que ocurría en un espacio único según describe el autor, una sala con una ventana al fondo y todo ocurría en un sofá. Esa es una perspectiva demasiado teatral, entonces la decisión fue hacerla más cinética moverla más dentro del espacio del apartamento, dinamitarlo y poder encontrar dentro de él muchos espacios: la cocina, el cuarto, el cuarto de trastos, el cuarto de la hija, el patio, la sala, el sofá, el balcón, para que la gente pudiera tener una experiencia mas dinámica que lo que ofrecía la teatralidad misma del texto. Resultó una película llena de movimientos de cámara y para eso fue vital el trabajo de un director de fotografía como Raúl Pérez Ureta (Premio Nacional de Cine).

«También a mi juicio otra sorpresa es hacer un poco mas grave el conflicto envejeciendo a los personajes. En el original de Alberto Pedro eran personas de 38 años y uno de los conflictos mayores para mí fue algo de lo que habla uno de los personajes, el miedo a envejecer en soledad, y yo pensaba: a los 38 años eso no da tanto miedo. Fueron recursos que busqué para agravar los conflictos principales. Si en el original había una niña que iba a la escuela aquí hay una universitaria, y su rechazo al padre es mas consiente más determinado por ella misma. Sobre todo eso, agudizar los conflictos y hacerlos más en correspondencia con los actores que tuve. También demostrar que la literatura teatral cubana es importante, es vital y para resguardarla hay que llevarla a la pantalla».

—¿Por eso vuelves siempre al teatro?

—Yo creo que voy siempre al teatro, porque en mi vida voy saldando deudas. Yo no vi «Weekend en Bahía», ni «La Casa Vieja». Son obras que conocí cuando fui a estudiar teatro con 17 o 18 años. Siempre fueron cosas que quise hacer, textos que me interesaban y nunca hice en teatro y a la vez me parecía que es bueno llevarlos al cine, porque el teatro es muy efímero, el espectador ve la función y terminó, y yo siento que hay textos del teatro y la literatura cubana que tienen que ganar la trascendencia que otorga el cine. Creo que de las artes, como la pintura o la música, el cine es el que más forma parte de la historia, porque el teatro deja vagos recuerdos, nadie puede volver a ver la misma función, pero todos podemos volver a ver una película.

La obra se sitúa en los 80 y estamos en otro siglo, ¿algún cambio?

—Yo creo que la realidad que aborda este guión es de esa zona de nuestra sociedad que permanece más estática, la distancia, esa añoranza eterna por regresar. La obra y el filme hablan de una mujer que quiere saber si le cumplieron la promesa que le hicieron por amor y de eso va la película, de amor que también es un escenario muy dinámico y cambia constantemente. No es lo mismo esa ternura con que se vive el amor de los 14 años que la tal vez rudeza con la que tienen que enfrentarse ahora los protagonistas, la ausencia del amor a los 54. Quise que la película hable de esos matices, de esas diferencias, de lo necesario que es la continuidad y lo hermoso que es tener siempre como solución abrazar y darle la bienvenida al otro, que llegue, toque la puerta y nos diga estoy aquí para bendecir tu vida.

—Tienes a dos «monstruos» en los personajes, Isabel Santos y Luis Alberto García ¿La dirección de actores?

—El dueto es uno de los más importantes del cine cubano y esta es la cuarta vez que trabajan juntos («Clandestinos»,1987, «La vida es silbar»,1998, ambas de Fernando Pérez, y «Adorables mentiras», 1991 de Gerardo Chijona) y de alguna manera lo quise utilizar a favor de mi película. Es un honor contar con sus actuaciones, por lo que significan para la historia del cine cubano. Con Luis Alberto trabajé por primera vez, pero con Isabel ya lo había hecho en «Casa Vieja» y conocía su método. En eso nos parecemos bastante, ambos creemos en el momento único, esa cosa mágica que pasa desde que uno dice acción hasta el corte, son instantes sagrados.

—Hablemos de la música y la banda sonora…

—La música es original para la película. Tengo la suerte de nuevo que sea de Harold López-Nussa, con quien ya hice «Fabula», pero tan importante como lo que escribió Harold es la música de archivo que forma parte de la dramaturgia de la historia: Van Van, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Bola de Nieve, Esther Borja y luego cerramos con un tema precioso, lleno de cubanía, amor, esperanza y frases de amor, una canción compuesta para la película por Kelvis Ochoa, que además la hace a dúo con Haila María Mompié. Todo eso me da un placer y un sabor que agradezco.

—¿Satisfecho de «Ya no es antes?

—Yo estoy muy satisfecho de que el 10 de diciembre de 2016 estrené una película con una sala llena, con personas adorando el cine y eso es un motivo para estar más que orgulloso. Mi vida no está contaminada por guerras, hoy está adornada por películas y ese es mi orgullo. Tal vez esa es la razón de todo, por eso vivo aquí, por eso insisto en crear aquí, porque aquí yo vivo en paz.

—¿Cuando veremos otra película tuya?

—Tengo dos próximos proyectos, uno se llama «Compota», una historia sobre la noche habanera, de sexo, lujuria y desenfreno y el otro un proyecto muy ambicioso, un bioptic sobre nuestro Bola de Nieve.

   Ya no es antes— producida por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), se alzó en el pasado 38 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano con el Premio del Público y el Coral de Actuación Masculina para Luis Alberto García.

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gretter dijo:

1

14 de marzo de 2017

08:18:48


Ya no es antes: hay cosas que nunca se olvidan Pobrecitos mis recuerdos, como luchan por quedarse junto a ti Bola de Nieve El realizador cubano Lester Hamlet ha demostrado a lo largo de su carrera un sello muy particular en su forma de contar y dirigir historias. Tres veces dos , Casa vieja y Fábula constituyen ejemplo de su talentoso discurso. Su reciente película Ya no es antes se perfila como su trabajo más sólido hasta la fecha. Inspirada en la obra de Alberto Pedro , Weekend en Bahía el filme se centra en Esteban y Maira, antiguos novios que se separaron producto de la emigración. Han pasado 40 años y el reencuentro propiciará una revisión de cuanto han cambiado y si han cumplido sus promesas de amor hechas décadas atrás. A simple vista pareciera un argumento trillado, otra historia sobre la distancia, pero no es así. Ya no es antes es una película sobre el amor, el verdadero , el que supera mares, tiempos y personas. Hamlet con habilidad plasma en pantalla una realidad dolorosa con la cual puede identificarse cualquier espectador. Los recuerdos duelen y son heridas abiertas, tanto Esteban como Maira lo saben y se aferran a ello, para no perder lo único que les queda y los hace feliz. Ganadora del Premio del público en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el filme desprende sencillez, emotividad. Filmada totalmente en interiores, un departamento sirve de escenario para estos amantes que se quedaron detenidos en una época, en un momento. Excelente el manejo de la luz, de la fotografía y por supuesto de la magistral banda sonora de Harold López-Nussa Ya no es antes sirve para que Hamlet rinda tributo a otro grande del cine cubano a Titón y al clásico El retrato de Teresa, a las melodías del Bola y Silvio Rodríguez, excelentemente utilizadas a lo largo del metraje. En los protagónicos, sin dudas, no podían ser otros que los rostros más icónicos del cine cubano Isabel Santos y Luis Alberto García .Todo el peso de la trama recae sobre ambos y logran alejarse del esquema teatral para ofrecer sólidas interpretaciones, en este su quinto largometraje juntos. Ganador del Premio a mejor actor también en el Festival de La Habana Luis Alberto García tan natural y dinámico como en sus anteriores trabajos, está en su lugar pero personalmente me quedo con su papel en Viva. Por su parte, Isabel Santos regala una clase de actuación, ni un segundo te permite respirar, ríes, lloras, es una actriz visceral, de piel , de corazón, que alcanza grandes momentos. El tiempo, el implacable, el que pasó, porque ya no es antes pero hay cosas que nunca se olvidan Gracias a su director por esta película, tan necesaria y memorable