Con la mirada puesta en la COP30, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, abre hoy aquí la Cumbre de Líderes, encuentro que congrega a jefes de Estado en torno a una agenda ambiental común.
Desde horas tempranas, el gobernante recibirá a mandatarios en el Parque da Cidade, antes de inaugurar, a media mañana, la sesión del foro en el Salón Plenario, donde se debatirán estrategias de financiación verde y cooperación internacional frente a la crisis climática.
La jornada estará marcada por una intensa agenda diplomática rumbo a la Conferencia de Naciones sobre el Clima (COP30), programada del 10 al 21 de noviembre en esta capital del amazónico y norteño estado de Pará.
Al mediodía, Lula sostendrá una reunión bilateral con el Príncipe de Gales, Guillermo, y el primer ministro británico, Keir Starmer, centrada en inversiones sostenibles y el desarrollo de proyectos conjuntos en energía limpia.
Más tarde, a las 15:00, hora local, el anfitrión se encontrará con su homólogo francés, Emmanuel Macron, para discutir la ampliación del Fondo Amazonía y nuevas vías de colaboración para la conservación de los bosques tropicales.
Entre ambos encuentros, el jefe de Estado ofrecerá un almuerzo de trabajo a los líderes del Fondo Bosque Tropical para Siempre (TFFF), iniciativa brasileña que busca movilizar recursos internacionales para preservar los grandes pulmones verdes del planeta en América del Sur, África y Asia.
Lula presidirá, en horario vespertino, la primera sesión temática de la Mesa Redonda de Líderes, bajo el lema «Clima y Naturaleza: Bosques y Océanos», en la que se abordarán los mecanismos de protección ambiental, la financiación climática y la cooperación global.
El programa cierra con la foto oficial de los jefes de delegación y una recepción ofrecida por Lula y la primera dama, Janja Lula da Silva, en el Palacio Presidencial.
Uno de los anuncios más relevantes del día será la presentación conjunta de las presidencias de las COP29, (Azerbaiyán) y COP30 (Brasil), de la denominada Hoja de Ruta Bakú-Belém.
Tal plan internacional aspira a movilizar 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035 para financiar acciones climáticas, con énfasis en los países en desarrollo.
El documento propone nuevas fuentes de recaudación como impuestos a la aviación, a los bienes de lujo y a las grandes fortunas, además de reformas en el sistema financiero global para facilitar el crédito y aliviar la deuda de las naciones más vulnerables.
Con esta cita de alto nivel, Brasil reafirma su papel como voz del Sur Global en la lucha contra el cambio climático.















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