Iván Giroud, presidente del 38 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, señaló que son 437 títulos los que se podrán apreciar del 8 al 18 de diciembre en la cita.
En multitudinaria conferencia de prensa en el Salón Aguiar del Hotel Nacional, Giroud precisó que estarán en concurso 18 largometrajes, 22 cortos y medio metrajes, 26 documentales y 27 animados y las otras se incluyen en las diferentes secciones (muestras, homenajes, presentaciones especiales).
La presencia de la cinematografía cubana este año, hablando solamente de los largometrajes que siempre son privilegiados, es menor que en 2015, cuando tuvo un número inédito en concurso: nueve. Para esta 38 edición fueron aceptados solamente dos en la sección oficial Ópera prima y tres en Largometrajes.
LAS ÓPERAS PRIMAS
«Esteban» es el debut del realizador Jonal Cosculluela, y la única de las cubanas estrenada, por cierto con aceptación entre los espectadores. Es un drama de 90 minutos de duración donde el realizador cuenta la historia de un niño de nueve años, quien pese a su difícil realidad, sueña con tocar el piano.
Los personajes protagónicos están interpretados por el niño Reynaldo Guanche y la reconocida y versátil actriz Yuliet Cruz, y Manuel Porto, el profesor de piano, y sin dudas, la música, creada e interpretada por el pianista Chucho Valdés
La segunda ópera prima, «El techo», se debe a Patricia Ramos, una joven egresada de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (que será homenajeada en el Festival en su 30 aniversario), quien se dio a conocer con el corto de ficción «Na Na» en 2004 y luego le siguió «El patio de mi casa» (2007).
«El techo» —según su promoción, pues no ha sido estrenada— es una película con muchos diálogos, filmada todo el tiempo en azoteas y techos de viviendas. Su sinopsis cuenta que, en el centro de La Habana, sobre una azotea, tres jóvenes amigos se reúnen día a día para contarse historias y sueños y en medio de su aburrimiento, sin apenas recursos y soñando con la prosperidad, deciden armar un negocio propio.
Para defender sus personajes, Ramos optó por rostros noveles, Enmanuel Galbán, Andrea Doimediós y Jonhatan Navarro.
TRES EN LA SECCIÓN LARGOMETRAJES
Fernando Pérez, Premio Nacional de Cine, ha conquistado a los espectadores desde su ópera prima de ficción en 1987, «Clandestinos». Todas sus películas tienen a La Habana en el centro de atención: «Madagascar», «Hello, Hemingway», «La vida es silba»r, «Suite Habana», «José Martí. El ojo del canario», «Madrigal», «La pared de las palabras», y ahora la que compite por el Coral: «Últimos días en La Habana», solo vista en proyección en la pasada Muestra Joven ICAIC.
Según ha considerado el propio director es una obra minimalista y muy narrativa, que significó un desafío al desarrollarse el drama de los personajes el 75 por ciento del tiempo en una sola habitación.
Los conocidos actores Jorge Martínez y Patricio Wood dan vida a Diego y a Miguel, respectivamente, dos amigos que viven juntos en un solar de Los Sitios, en Centro Habana, de los cuales el primero tiene sida. Su relación es el eje de la trama.

Con los protagónicos de Isabel Santos y Luis Alberto García, quienes han compartido papeles estelares en diversas ocasiones precisamente desde la mencionada, y ya clásica, «Clandestinos», llega al concurso «Ya no es antes», el tercer largometraje de ficción de Lester Hamlet, una cinta inspirada en la obra teatral «Weekend en Bahía», del dramaturgo Alberto Pedro, uno de los mayores éxitos de la dramaturgia cubana en los años ochenta.
Lester Hamlet, también guionista junto a Mijail Rodríguez, asumen el reto de un filme con una sola locación y dos únicos intérpretes para volver al tema del éxodo y la familia separada, dos asuntos tantas veces tratados por el cine cubano, aquí desde el punto de vista de una pareja.
Con «Sharing Stella», el director Enrique Álvarez obtuvo el Premio Coral de Posproducción del pasado Festival, participó en la sección Marché du film, del 69mo. Festival Internacional de Cine de Cannes y ahora ha sido seleccionada para concursar en la 38 edición de La Habana.
Aun sin estrenar, su sinopsis advierte que «Sharing Stella» narra las búsquedas en 2014 de un director de una actriz protagónica para su adaptación de la obra teatral «Un tranvía llamado deseo», de Tennessee Williams.
«Sharing Stella» es el quinto largometraje de Álvarez, precedido por «Venecia», «Jirafas», «La Ola» y «Sed» (1991).

La participación cubana no es poca en otras áreas del concurso oficial, seis documentales, cuatro medio y cortometrajes, siete animados, tres guiones inéditos y 13 carteles. Hasta incluir los títulos resultaría agobiante para el lector, pero se reconocen nombres: la gran actriz Isabel Santos devenida realizadora; Jorge Molina; Gloria Rolando y Juan Padrón Blanco.
Clásicos restaurados y un homenaje (SUBT)
El presidente del Festival apreció que el propio evento tiene que preocuparse por la conservación de su amplia y rica historia y anunció una nueva sección, Clásicos restaurados, se exhibirán en esta ocasión títulos imprescindibles de la cinematografía cubana: de Tomás Gutiérrez Alea (La Habana, 1928- 1996), «Memorias del subdesarrollo» (1968), indudablemente su obra maestra; «Una pelea cubana contra los demonios» (1971), inspirada en el libro «Historia de una pelea cubana contra los demonios» de don Fernando Ortiz, y «Los sobrevivientes»(1972).
El cuarto título restaurado es «Retrato de Teresa» (1979), de Pastor Vega, con toda justicia uno de los hitos del cine cubano. Con guión de Ambrosio Fornet, la cinta examina con agudeza la persistencia de conductas machistas en el contexto cubano y cuenta con las inolvidables actuaciones de Daisy Granados y Adolfo Llauradó.
Pastor Vega (La Habana, 1940-2005) fue director del Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, a lo largo de sus primeras doce ediciones.
Giroud reconoció para esas restauraciones la labor de la Cinemateca de Boloña, de la Academia de Hollywood y las Fundaciones de los directores norteamericanos George Lucas y Martin Scorsese.
También presidente del Festival, y del ICAIC, entre 1983 y 1990, Julio García Espinosa quien falleciera en abril de este 2016 a los 90 años, recibirá justo homenaje con un coloquio dedicado a su obra, la exposición «Vivir bajo la lluvia», carteles de algunos de sus filmes y fotos personales del Premio Nacional de Cine 2004 y la presentación del libro del mismo título, una compilación de sus textos hecha por Dolores Calviño.
Su tercer largometraje, «Aventuras de Juan Quinquín» (1967), sobre la base de la novela «Juan Quinquín en Pueblo Mocho», de Samuel Feijóo, es considerado un filme clásico de la cinematografía cubana. De su filmografía se proyectarán en el Festival «La inútil muerte de mi socio Manolo» (1989) y el documental «Tercer mundo, tercera guerra mundial» ((1970), donde, con la colaboración del escritor Roberto Fernández Retamar, exploró la guerra de Viet Nam y los crímenes cometidos por Estados Unidos en ese contexto.
SIN NO FUESE SUFICIENTE…
La cinematografía cubana estará muy representada además, unas 30 obras, en las diferentes secciones fuera de concurso, entre ellas Latinoamérica en perspectiva que se ha subdividido por temas como los colores de la diversidad, cultura, memoria, vanguardia, para todas las edades, a sala llena, sociedad y a medianoche
Hay que reconocer que las películas cubanas mantienen una buena presencia en el Festival, para saber si es con buen paso en los concursos, debe esperarse por las decisiones del jurado, con las que no siempre concuerdan ni crítica, ni público.
Lo más importante, los cubanos, muy amantes del cine, tienen la posibilidad, acrecentada en el Festival, de ver un amplio espectro de cintas de otros países y géneros. Las películas latinoamericanas son muy apreciadas, pero sin dudas existe una verdadera pasión por la cinematografía nacional.•












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