Rumba por Fidel. Domingo 11 a lo largo y ancho del país. Cantos y toques a la memoria del Comandante en Jefe. La convocatoria fue lanzada este viernes en la sede del Ministerio de Cultura (Mincult), en un acto coauspiciado por la Uneac, para exaltar la reciente proclamación de la rumba como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La jornada pondrá de relieve el compromiso de la política cultural de la Revolución con la preservación y promoción de los valores patrimoniales. De oriente a occidente, en las sedes de los comités provinciales de la Uneac, los más valiosos exponentes rumberos, conscientes de que el reconocimiento de la Unesco es un triunfo de la cultura popular, ofrecerán su arte. En el caso de la capital se desarrollará a partir de las 4:00 p.m. en el Salón Rosado Benny Moré.
El expediente de la rumba fue presentado para su evaluación por el Comité Intergubernamental de la Unesco, que dio su veredicto aprobatorio el pasado 30 de noviembre durante una reunión efectuada en Addis Abeba, la capital de Etiopía.
Al darse a conocer la declaratoria, Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, presente en la cita, evocó el papel de Fidel en la concepción de una política cultural que desde los primeros años de la Revolución tuvo como centro fundamental el acceso y disfrute pleno del arte como derecho humano vital.
En tal sentido destacó la profunda visión humanista de un estadista que defendió el desarrollo cultural del pueblo, elemento decisivo para alcanzar sociedades justas, equitativas e inclusivas.
Junto a ella, para refrendar con su testimonio la vitalidad del complejo musical y danzario, estuvo Esmidio Merencio, el Millo, director del conjunto habanero Ireyosun, uno de los baluartes de una tradición renovada.
Ambos también protagonizaron la velada del viernes, en la sala Abelardo Estorino, del Mincult, que reunió a destacadas personalidades de la música y las artes escénicas, y a la cual asistieron María Elena Salgado, viceministra primera de Cultura; el viceministro Abel Acosta; y Katherine Muller-Marin, directora de la Oficina Regional de Cultura de la Unesco.
Collazo resaltó la significación de que fuera en África el lugar donde se oficializó la estatura universal de la rumba, por la savia aportada por ese continente a dicha expresión, mientras Iyerosun estrenó el guaguancó Comandante invicto, que conmovió al auditorio por su dimensión elegíaca, e interpretó Cimarrón, dedicada al cincuentenario de la primera edición de la novela testimonio homónima de Miguel Barnet.
Correspondió al poeta pronunciar el elogio de la rumba como símbolo de nuestra identidad. Mambisa, rebelde, inteligente, transgresora, expansiva y libertaria: así la definió Barnet en una pieza oratoria grávida de conceptos e imágenes.
Junto a la rumba engrosaron el valioso caudal del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por América Latina y el Caribe, la charrería, arte ecuestre y tradicional mexicano; el merengue dominicano; y el carnaval del Callao venezolano.












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francisco dijo:
1
10 de diciembre de 2016
07:52:53
María Antonia Torres Cabrera Respondió:
11 de diciembre de 2016
12:32:35
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