ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Desde siempre, Holguín ha sido una ciudad donde vibra la cultura en sus más variadas manifestaciones (arte lírico, literatura, música, artes plásticas, artesanía. danza...). No fue por azar que, en el 2014, anidara allí el Concurso de Danza del Atlántico Norte Codanza-Grand Prix Vladimir Malakhov. La tercera edición entregó sus lauros, en una ágil/organizada ceremonia que colmó el Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, elegante institución de aires art deco, construida en 1939, y que funcionó a la altura de un encuentro de tal envergadura: totalmente restaurada y conservada con sumo esmero por direc­ti­vos/tra­baja­do­res/ar­tistas/pueblo, algo que se respira en el paisaje de esa ciudad oriental —incluidas sus calles—.

El Premio del Público, siempre considerado el más espontáneo y hasta quizá, el más sincero de cuantos galardones pueden entregarse en cualquier competencia, recayó en los, a nuestro entender, bailarines más completos, si hablamos de nivel artístico, baile, entrega y pasión: Lizandra Gó­mez/Jesús Arias, primeras figuras del Ballet Con­temporáneo Endedans (Camagüey), quienes es­culpieron en movimiento una pieza neoclásica, certera/equilibrada, en cuanto a con­cep­tos/dra­ma/acción A él, firmada por el coreógrafo Pedro Ruiz y con música de Chopin, que interpretaron de manera brillante. Una sorpresa no encontrarlos galardonados por el jurado oficial, porque desde su primera presentación cautivaron a todos por el trabajo corporal, el talento y la emotividad de su entrega.

Las sui géneris compañías Espiral (Matanzas) dirigida por la maestra/bailarina Lillian Padrón, y Danza del Alma (Villa Clara), liderada por Ernesto Alejo Sosa, que dejaron una estela de largas ovaciones en cada una de las obras presentadas en este evento, signadas por las novedosas concepciones danzarias, interpretaciones —dra­ma/ bai­le— y discursos puestos en juego a la hora de elaborar las coreografías, con inteligencia y crea­tividad, alcanzaron el Grand Prix Vladimir Ma­lakhov a la mejor puesta en escena —ex aequo— por el conjunto de piezas presentadas, que entregó el jurado internacional presidido por Vladimir Ma­lakhov, e integrado por Maricel Godoy (Cuba) y Paul Seaquist (Chi­le). Mientras que el Grand Prix Vladimir Mala­khov de interpretación (femenino y masculino) fue a manos de una singular bailarina de enorme en­jambre danzario/artístico que dejó «anclada» en lo más profundo su fuerte personalidad escénica: Inés María Preval (Médula, Guantánamo), y del novel Leonardo Domínguez (Codanza, Hol­guín). Osnel Delgado obtuvo el Gran Premio Co­danza de coreografía por Algo contigo, interpretada por el Ballet de Cámara de Hol­­guín.

El galardón Paul Seaquist (beca de estudio y especialización para los cursos de verano de las compañías Alvin Ayley y Joffrey Ballet) recayó en las jóvenes intérpretes: Anis­leidys Estévez (Espiral) y Lisette Saad Godoy (Co­danza), respectivamente. Un coreógrafo de alto vuelo, por su in­ten­si­dad/ori­gina­li­dad/energía a la hora de armar las obras, el también bailarín Yoel González Ro­drí­guez (Médula, Guan­tá­na­mo), fue acreedor de un nuevo Premio instaurado en esta ocasión, y seleccionado por el propio Vladimir Malakhov: la creación de una pieza para el célebre bailarín ucraniano, considerado en varias ocasiones el mejor del mundo por la revista Dance magazine, que será presentada en el 4to. Concurso. Otros reconocimientos fueron entregados en la Gala de clausura por disímiles instituciones.

Estaría incompleto este trabajo si no se subrayara el esmero y fervor mancomunado de los organizadores: Maricel Godoy y la Compañía Codanza, quienes junto con Vladimir Malakhov y la Fundación que lleva su nombre, y el Consejo Provincial de Artes Escénicas, volvieron a unir los esfuerzos/recursos para convertir a Holguín en un centro importante de la danza de la región. Para los participantes (bailarines, maîtres, coreógrafos, es­pecialistas, periodistas y críticos presentes), el evento acercó momentos altos y otros menos interesantes en la escena. Pero, a fin de cuentas, brindó la oportunidad de enfocar sobre las tablas a bailarines y creaciones de variados estilos danzarios (aunque fue evidente la ausencia del folclor y el ballet clásico, y de importantes agrupaciones cu­banas); para otros, el instante fue propicio para dialogar con el quehacer de compañías que, por diversos motivos, no llegan a la capital, ni se promueven como es debido, y donde afloran creatividad y profesionalismo.

Por­que la calidad de mu­chas de las obras vistas y sus intérpretes dejaron una estela de buen gusto y alegría en público y críticos que pudieron reconocer lo válido de las propuestas; aunque es necesario resaltar que algunas obras deben limarse más, pues se repiten gestos, movimientos, situaciones, una y otra vez, y, sobre todo recortarlas, pues se alargan per se, y divagan en conceptos y baile innecesarios, inútiles, que nada aportan, restan brillantez, y sobre todo síntesis, algo tan imperioso en estos ágiles tiempos.

Un aplauso a Codanza, compañía anfitriona, que a sus 24 años de creada, sigue dando alegrías y notas altas, juveniles, en cuestiones de danza. Mu­cho más motivó a los participantes: las clases magistrales de uno de los más grandes bailarines de los últimos tiempos: Vladimir Malakhov, y de otros maîtres cubanos, las conferencias, talleres, el contacto con bailarines de muchas compañías, el diálogo de amistad donde la Danza volvió a triunfar.

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Chavela Kahlo dijo:

1

6 de octubre de 2016

10:40:25


¡Magnífica información! Siempre se ha dicho que Cuba es "la isla de la música". Sin embargo, si tenemos en cuenta las maravillas de nuestros bailarines y coreógrafos, tanto de las manifestaciones más populares (la conga, el bembé, la rumba, danzón) hasta las más refinadas (danzas contemporáneas, ballet clásico), podríamos decir, con muchísima razón, que Cuba es también "la isla de la danza".

yoelvis dijo:

2

15 de octubre de 2016

10:27:19


Esto esta muy bien el renacer de la cultura cubana y su gran potencialidad en la nueva generación de bailarines y coreógrafos; lo que es una lástima que toda cuba no pueda apreciar tan magnífico concurso. considero que por la importacia que tiene este evento seria bueno televisarlo a todo el país.