
¿Una cumbre de trombonistas en Cuba? No exagero. En el local de ensayos de la Banda Nacional de Conciertos, convocados por el infatigable Bobby Carcassés y el profesor Antonio Leal, se reunieron 42 profesores, intérpretes y alumnos de ese instrumento para desarrollar un taller a cargo del notable trombonista griego Demetrios Kastaris, de obligada referencia en el ámbito musical norteamericano tanto en su condición de intérprete como por su reconocida labor pedagógica.
No solo se trató de compartir e intercambiar criterios técnicos y metodológicos sino de aventurar una práctica de conjunto que en próximos encuentros pudiera fructificar en una experiencia única: un concierto internacional de música para una orquesta de trombones.
Para los profesores de los centros de la enseñanza artística que cuentan con la especialidad, resultó útil confrontar conocimientos, según opinó Leal. «No siempre se tiene la oportunidad del diálogo directo con alguien que como Kastaris ha hecho de la docencia un tema de superación permanente y posee una vocación de entrega a esta faena», comentó.
El músico visitante manifestó su admiración por el nivel de la enseñanza del instrumento en la Isla y, de manera particular, por el interés de los jóvenes.
«Esta es una oportunidad que yo mismo me debía —declaró—; para quienes interpretamos en Estados Unidos la música de origen latino, Cuba representa un punto de partida y, por lo que he escuchado aquí, también de llegada. Me lo habían dicho y yo mismo disfruto y estudio la música cubana, pero no es lo mismo que estar aquí y obtener un testimonio de primera mano».
«Consideren este solo un primer paso —afirmó—, el camino está abierto y habrá muchos otras posibilidades de construir un espacio común».
Kastaris comenzó su trayectoria con el Ensemble de Jazz de la Universidad de Missouri y culminó su formación académica en la Manhattan School of Music, la misma donde ejerce la docencia en el piano el destacado profesor cubano Salomón Gadles Mikowsky.
En 1986 fundó The Latin Jazz Coalition, agrupación que se dedicó a la exclusiva ejecución de las músicas de Brasil y Cuba que más han influido en el jazz.
Con esta formación grabó en el 2007 un álbum emblemático, Trombón con sazón, en el que participaron notables músicos como el trompetista Claudio Roditi, el flautista Dave Valentín y el percusionista Memo Acevedo.
A Cuba viajó esta vez acompañado por Tony Loeffler, bluesman conocido en la Isla por su trabajo junto a Bobby Carcassés.
El taller de Kastaris culminó con una descarga en la que intervino el pianista José Portillo y el grupo Cauce.












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pablo hernandez dijo:
1
19 de septiembre de 2016
10:20:06
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