ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Araceli García Carranza, la más antigua de las actuales trabajadoras de la Biblioteca Nacional José Martí, junto a Eduardo Torres Cuevas, director de la institución. Foto: librinsula.bnjm.cu

La Biblioteca Nacional José Mar­tí (BNJM) celebra este 2016 su aniversario 115. Más de cinco décadas lle­va integrando la lista de sus trabajadores la bibliógrafa Araceli García Carranza (1937), lo que la convierte en la más antigua de las actuales “braceras” de esa prestigiosa institución.

Fue en 1962, estando en la Uni­versidad —García Carranza es Doc­tora en Filosofía y Letras— cuando supo que había plazas en la Bi­blioteca, algo que prefería al aula. A sabiendas de que “los buenos se recomiendan solos”, tal como le había dicho el profesor Fernando Portuondo del Prado, “fui y todavía estoy allí”.

Desde entonces, asumía cargos de dirección en la Biblioteca, asesoraba la red de Bibliotecas públicas de Cuba. Ha vivido entre libros.

—¿Qué significa eso para usted? ¿Qué sentimientos la embargan al saberse rodeada de libros?

—Desde muy joven asumí tareas de dirección en la Biblioteca pero nunca abandoné la recuperación y el análisis de la información, ni la atención al usuario o lector. Para mí, mi trabajo significa aprendizaje y acumulación de experiencias. La biblioteca y el libro son parte de mi propia naturaleza, los necesito a los dos.

La BNJM es como su casa. Cuénteme de los momentos que ha vivido allí, de personalidades particularmente inolvidables, de mo­men­tos muy definitivos.

—Sí, es mi casa. A veces creo que es mía. La visitaba con mi padre cuando estaba en el Castillo de la Fuerza y después me paseaba cerca del edificio que recién se construía a principios de los años 50. Fue verdaderamente premonitorio, él me se­ña­laba el lugar donde trabajaría yo después durante más de 50 años.

“En la Biblioteca han sido mu­chos los buenos momentos, allí co­nocí a Julio Domínguez, mi esposo de siempre; pero desde el punto de vista profesional los mejores mo­men­tos y los que más disfruto son cuando puedo ayudar a alguien, cuan­do acierto ante una pregunta di­fícil o cuando procuro un dato a un in­ves­tigador que lo requiere.

“En cuanto a personalidades inol­vidables recuerdo muy especialmente a Alejo Carpentier, grande y sencillo, conversador inigualable, grande como narrador y como ser hu­mano. Apreció, apoyó y en­tendió como pocos el trabajo bibliográfico. Yo le había escrito a la Em­bajada de Cuba en Francia, explicándole el trabajo que me proponía y él me respondió de inmediato. Ca­da verano se aparecía en la Bi­blioteca con sus libros, revistas, fo­tos, papeles ma­nus­critos, los originales de sus grandes novelas, y recortes de periódicos. Entre otros servicios le busqué in­formación que luego detecté en La consagración de la primavera. En cuanto a momentos difíciles fue re­gresar a la Biblioteca después de la muerte de mi hermana Josefina con quien trabajé durante más de 40 años”.

También ha sido maestra. ¿Qué puntos en común tiene el maestro con el bibliotecario?

—El bibliotecario es también maes­­­tro, enseña más allá de la búsqueda incesante, y se retroalimenta con las necesidades que plantean los usuarios de quienes también aprende.

¿Qué piensa de la utilidad de la lectura? ¿Concibe la virtud sin los libros?

—La utilidad de la lectura es infinita, con la lectura nos instruimos, nos desarrollamos y crecemos espiritualmente, somos mejores, somos más cultos, y entendemos mejor al hombre y a todo lo que nos rodea. No es posible la virtud sin libros.

—¿Qué significa una biblioteca? ¿Qué es la Biblioteca Nacional para usted?

—Es un tesoro de conocimientos, es la institución guardiana de la memoria del hombre, atesora nuestras experiencias como pueblo, es la institución que más y mejor promueve el conocimiento que es alimento del espíritu humano, aunque por supuesto el conocimiento es ina­presable en su totalidad porque la biblioteca siempre nos muestra y nos demuestra lo poco que sabemos o lo mucho que nos falta por saber.

—¿Cuáles son las recomendaciones que usted les dejaría a los jóvenes que se incorporan a trabajar en ese centro? ¿Qué figuras de los que fueron sus compañeros le resultan a usted inolvidables?

—La biblioteca exige disciplina, organización, entrega y consagración. Hay que estar prestos a darlo todo a cambio de satisfacciones es­pirituales. Sin estos elementos es preciso escoger otro camino. A mí me resultan inolvidables los directores María Teresa Freyre y el capitán Sidroc Ramos, verdaderos ejemplos como profesionales y como trabajadores. En cuanto a mis compañeros que también resultaron personalidades, los recuerdo a todos, muchos de ellos verdaderos héroes y heroínas, trabajadores excepcionales y consagrados. No me es posible men­cionarlos a todos, solo a aquellos que conocí primero y que mu­cho me enseñaron con su entrega y con su ejemplo: Maruja Igle­sias, Cintio Vitier, Fina García Ma­rruz, Fichú Menocal, Juan Pérez de la Riva, Renée Mén­dez Capote, Zoila Lapique, Regla Peraza, María Las­ta­yo, y tantos otros profesionales verdaderamente capaces, a quienes respetaré y admiraré por siempre.

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victor dijo:

1

8 de septiembre de 2016

08:40:26


Felicidades Araceli. Sentir la Biblioteca como propia es la única manera de mantenerla en pie.

Gualterio Nunez Estrada dijo:

2

8 de septiembre de 2016

08:48:01


En el nuevo sitio de internet de la BNC no aparece, actualmente, un libro, que en el anterior poniendo mi nombre, aparecia, y yo me pregunto ?por que ?, la referencia es: http://www.worldcat.org/title/ensayos-sobre-la-poesia-de-victor-villegas/oclc/45456386

Panchito dijo:

3

8 de septiembre de 2016

08:51:32


Si que se piensa que es de el cuando joven uno llegaba ahi y podia adquirircualquiera de los documentos y de cualquier etapa,explico,de la prensa de todo tipo y de todos los tiempos,de estudios tecnologicos y estudios superiores.Un dia fui y el que va para cosas de secundarias esta en un lugar y solo accede si se identifica y otras traba,estuve acostumbradoa llenar la solicitud la subian y despues bajaba el pedido,pregunte y me dijeron el director hace tiempo lo puso así.esto fue hace algunos años y aun recuerdo que si,que piensa que es de él,cuando pedíescribir en el libro de visitantes mi opinión me di cuenta que perdia el preciado tiempo.

Julio S. López Cuesta Respondió:


8 de septiembre de 2016

13:28:19

Saludos Panchito. Yo también conocí de esa época. Fui asuido lector en la BN en la primera década de los 60 y me dio nostalgia recordarla mediante su relato. Si recuerdo que posteriormente en una ocasión fuí a solicitar servicios de hemeroteca, como Ud. dice lo que pidiera de cualquier época, para mis discusiones beisboleras y que decepción sufrí. No podía acceder a las páginas deportivas de los periódicos de la época. No se como andara esto ahora pero por su comentario me imagino que sigue igual.

pedro dijo:

4

8 de septiembre de 2016

08:54:54


Estimada Dra Araceli García Carranza yo soy bibliotecario y pienso igual que usted. El bibliotecario es en su esencia un maestro.

Flavio dijo:

5

8 de septiembre de 2016

10:25:13


Araceli es un verdadero ejemplo de sentido de pertenencia.

Andrachi dijo:

6

8 de septiembre de 2016

14:49:20


Felicidades, Araceli. Te recuerdo con mucho cariño así como a tu hermana Josefina que tanto me ayudó en mis investigaciones, siempre recordaré aquellos maravillosos ojos de Josefina. A las dos quiero mucho.

Marcelino dijo:

7

8 de septiembre de 2016

18:52:06


Felicitaciones a todos los que han consagrado su vida a sostener la Biblioteca Nacional "José Martí", consecuentes con la significación de esta importante institución social. Aprovecho la oportunidad para sugerir que, aún cuando en Cuba el hábito de lectura y de estudios se ha multiplicado y es indudable que ha crecido y sigue creciendo, hoy más que nunca es necesario pensar en alternativas en las que las bibliotecas lleguen más directamente a cada barrio, en especial, a aquellos en los que es más necesario su impacto transformador. Igual análisis reflexivo debíamos hacer respecto a las escuelas, al menos aquellas que también más lo necesitan. Personas y personalidades intelectuales hay en Cuba para hacer un gran movimiento en este sentido. Sería un arma importante en esta lucha contra la cultura y hábitos indeseables.

Alberto García dijo:

8

14 de septiembre de 2016

20:43:13


Durante mis años de estudiante universitario la BNC, fue como mi casa, allí tuve acceso con facilidad a todos los libros y áreas cuando lo necesité, apenas llenando la boleta que estaba establecida. También había un excelente Referente, Alfonso Seisdedos (ya fallecido), siempre solicito y atento para ubicar cualquier documento o libro necesario, así como para evacuar cualquier duda sobre alguna materia. Allí también almorzaba y merendaba en la cafetería. Excelente trato en esa época (años 70-80), ahora no se, hace mucho que no visito el lugar.

Moraima Lorigados dijo:

9

18 de diciembre de 2016

13:02:40


Mi reconocimiento a la BNJM y a sus trabajadores en este aniversario. Un abrazo a Araceli García Carranza, ha dedicado su sabiduría y energías a la institución y a la bibliotecología cubana. Felicidades.