ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El ballet Don Quijote. Foto: Nancy Reyes

El cuerpo de los bailarines es su instrumento fundamental. Cada uno lo “toca” con todo eso que lleva dentro (personalidad, sensibilidad, motivaciones, talento…), porque so­mos en­tes individuales, con ma­neras di­fe­rentes de expresar, sentir, pensar, y por supuesto, bailar… To­do ello sale a flor de piel cuando —en el caso del ballet—,  la música viste el instante de la danza y dialogan una con otra. Lo­grar la uniformidad en los seres hu­­manos es una falacia, algo más que imposible, también en cuestiones de danza. Porque en esos mo­mentos de pura poesía corporal, los artistas no se pertenecen, viajan por una suerte de reino desconocido que es como hablar con los dioses. Sucede así des­de los tiempos más remotos. No ha cambiado su esencia.

La recién concluida temporada del BNC en el clásico Don Quijote, nos acercó, en perfecta simbiosis dan­zaría/corporal/artística a las tres más experimentadas estrellas femeninas de la compañía: Sadaise Arencibia,  Anette Delgado y Viengsay Valdés. Ese trío de ases, que desanda desde hace lustros las tablas, cubanas e in­ternacionales, dejando una estela de energía, tradiciones y excepcional que­hacer danzario, siguiendo siempre las huellas de los antecesores. Aque­llos  que “es­culpieron”, en ma­yús­­culas, el nombre de Cuba en el firmamento balletístico mundial.

Cada una bordó su momento, su Kitri, a su manera, con sus propias “armas”. No por ello, una mejor que otra. Donde Sadaise fusiona el lirismo más intenso con la espontaneidad del gesto y vibra de encanto na­tural al ilustrar cada pose/movimiento, haciendo estallar de belleza el singular instante vivido que queda grabado en lo más profundo; Anette conjuga la pureza de la actitud en acto divino, nos envuelve con la magia particular de flotar en el aire, girar, hacernos sentir que ella vive y disfruta cada personaje con visible mesura/candidez/inteligencia…, la de un ser extraterrenal que busca un espacio en la escena para llegar a ser… Mientras Viengsay, ella es la fuerza del viento, sin perder la ternura. Cada día más intensa, haciendo sonar la alegría en cada giro, salto, como lluvia que anuncia la llegada de la primavera eterna. Ella tiene la capacidad de llenar los corazones de sonrisas, y vibrar en ese momento de quietud, en el que los balances detienen el tiempo, y nos hacen soñar en otra dimensión… Ellas son, una ré­pli­ca en el tiempo, de Alicia (la Maestra, ¡aún vigilando a su descendencia¡), de cuatro joyas que tiñeron de cubanía/ballet las tablas del mun­do y las nuestras, siguiendo ejemplos, enseñando lo aprendido para que perdure; de tres gracias que motivaron con su singularidad otras décadas no menos gloriosas, donde se iba fundiendo la contemporaneidad/tecnología al rit­mo del tiempo en la danza. Y todas aquellas que han trascendido dejando su hálito: Martha, María Elena, —aún regalando su presencia en cada acto del BNC—, y tantos y tantos nombres que conforman un amplio manto que cobija la Escuela Cubana de Ballet, en Cuba y el universo, algo insólito que emergió del Caribe por la entereza de sus fundadores, y el ímpetu de sus se­guidores.

La atención va dirigida aquí, ex­presamente, a la labor de las féminas. Dejemos, pues, para los próximos días, una reflexión sobre la danza mas­­culina, que bien lo amerita en estos momentos, el estilo, el trabajo en colectivo (cuerpo de baile), solistas, y la Orquesta del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, en estas presentaciones. Don Quijote siempre motiva, por la música de Ludwig Minkus (¡una verdadera oda a la alegría!), por la atractiva coreografía, y por quienes bien lo protagonizan si­guiéndolo a la perfección, inspirados por estos postulados, también eternos…

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Jose Lopez dijo:

1

26 de julio de 2016

00:39:22


Estas 3 estrellas del ballet cubano estan a la altura de las grandes estrellas rusas como la Osipova, Alexandrova. Esvetiana Zakharova. Anette Delgado fina de exquisito estilo, toda una diva del ballet clasico con mucha influencia europea. Viengsay, definitivamente simbolo de la tecnica y estilo cubano una verdadera discipula de Alicia Alonso, Sadaise que dejo perpleja a la rigurosa critica francesa en el 2007 es como ver a la Makarova, honestamente en lo personal me impacto su estilo de semidiosa del ballet. tambien tengo que mencionar a , Yanela La Vasallo metodica y muy profesional.