
Otra vez, el verano cubano vuelve a traer de la mano al circo, esa mágica palabra que convoca las emociones y las sorpresas, con el Festival Circuba 2016 que correrá hasta el 17 de julio por el Centro Cultural Carpa Trompoloco.
El arte circense camina con la contemporaneidad. Por eso, en estos días que vienen al Festival, disímiles creadores de diversas latitudes, surgen muchas preguntas: ¿Actores que interpretan el arte circense? ¿Artistas del circo que escriben poemas con el cuerpo? ¿Humoristas de la gimnasia? ¿Poetas del movimiento? ¿Magos? ¿Bailarines? ¿Tradiciones conjugadas en la pista?...Muchas más combinaciones e interrogantes llegan a la mente del espectador.
Porque el circo, ha cautivado siempre al hombre. En él se reúnen destreza técnica, pasión, amor y fuerza, y en los últimos tiempos ha sumado otros “adjetivos” que lo han hecho más llamativo y cercano al espectador actual. El diseño de vestuarios, la utilización de recursos tecnológicos, el acercamiento a otras artes, multiplicándose entonces lo que siempre tuvo, esa capacidad de asombrar al público con el hecho artístico: superando barreras mentales y físicas, para recibir el aplauso, que es, a fin de cuentas, el triunfo de lograr la hazaña. Los artistas del circo lo entregan todo por ese reconocimiento.
Valga lo anterior para destacar algunas actuaciones de la primera entrega de las competencias de Circuba 2016. En una noche de variado quehacer, y donde quizá falto el aderezo de un poco de espectacularidad, quedaron en la memoria números de vuelo creativo. En primer lugar, por la destreza, agilidad y, sobre todo, perfección en la entrega, los jóvenes acróbatas de Compañía Havana (Cuba) en la barra rusa. El malabarista español Lucas Escobedo, con su propuesta de malabares de rebote, dejó boquiabiertos a los espectadores, aunque es menester realzar el cierre del número.
Por estos caminos de los malabares hay que subrayar la habilidad del cubano Jorge Perezoff, quien se ganó ovaciones del público con su excelente faena.
Un momento de tensión y, sobre todo elegancia lo regaló El gran Throwdini (Estados Unidos) con el lanzamiento de cuchillos; mientras que tres hermosas muchachas de la Compañía Estatal Rosgoscirk (Rusia) aportaron expresividad, colorido y muy buen gusto en su ejercicio de pulsadas, aunque esa primera noche, del lado técnico, tuvieron algunos deslices que no las dejaron brillar del todo. Lirismo, y tradiciones matizadas con la técnica, acercó el dúo Zontli, de la Universidad Mesoamericana de Puebla (México) en la especialidad de fuerza capilar; los juveniles y diestros gimnastas cubanos de Compañía Havana, en el mástil de dúo, dejaron una estela de buen quehacer escénico, mientras que la también cubana Zoima Perezoff despertó en los espectadores signos de admiración, con su variedad en hula hoop: ágil, estética, rítmica.
De los noveles artistas que optan por el Premio Revelación, destacaron, por el nivel técnico y la actuación, el grupo de la Escuela Nacional de Circo en la especialidad de mimbre, aunque de conjunto se observó, en el resto de los aspirantes, un aceptable nivel que denota el auge de este arte en nuestra Isla. En esta jornada participaron, además, otros artistas de Ecuador, México y Cuba.
Los payasos participantes, de indudable profesionalismo y carisma, todos, poblaron de risas y alegría esta primera jornada, aunque es menester acercar nuevos gags, pues en algunos casos son ya bastante conocidos en este evento. El cuerpo de baile de Compañía Havana destacó con su contagiosa energía, secundado por la Orquesta del Festival Circuba 2016, dirigida por el maestro Orlando El Chino Hernández. La conducción del espectáculo estuvo a cargo del habitual y elegante maestro de ceremonias Frank Mesa. Hoy siguen las acciones…
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Roberto Francisco dijo:
1
14 de julio de 2016
09:46:58
Jorge luis dijo:
2
14 de julio de 2016
17:56:55
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